lunes, enero 29, 2007

Chaos absoluto


Me sumo a la satisfacción por el hecho de que un asesino como Ignacio de Juana Chaos siga en prisión. Objetivamente, es una buena noticia se mire por donde se mire. Encierra una cierta justicia poética que un asesino en serie a punto de salir a la calle vea frustrada esa expectativa por unos escritos amenazadores. Algo así como encerrar a Al Capone por delito fiscal: vale, no era ese el delito importante, pero fue a la cárcel y de eso se trataba.

Ahora bien, dicho esto y pasados ya un par de días desde la decisión del pleno de la Audiencia Nacional, gana terreno en mi espíritu una sensación de desasosiego, de caos, de incertidumbre que no sé si sabré explicar. Será un poco largo, pero lo intento.

Por un lado hay unas cuestiones jurídicas. La principal, la terrible evidencia de que nuestro sistema penal es demencial. Un individuo que asesina a 25 personas hubiera estado en la calle al cabo de 18 años: 8,6 meses por asesinato. Y hubiera estado en la calle con todas las de la ley o, como gusta decir a algunos, habría pagado sus deudas con la sociedad.

La segunda cuestión, también jurídica y ligada con la cuestión de lo absurdo de nuestro derecho penal, es que alguien tuvo la feliz idea de recurrir al subterfugio legal de procesarle por unos artículos amenazadores para así evitar su salida inmediata de la cárcel. Ese procedimiento concluyó con una condena de noventa y tantos años de prisión que el etarra recurrió, hallándose por tanto, si no entiendo mal, en prisión preventiva dado su elevado riesgo de fuga, su acreditada peligrosidad y su nulo arrepentimiento. La paradoja está en que, a la vista de la opinión pública, parece muchísimo más grave una condena por amenazas que una por 25 asesinatos, olvidando que el problema reside en el cumplimiento de las penas, puesto que le cayeron inicialmente 3.000 años. ¿No es desmoralizador? ¿Para qué la tontería de miles de años de condena, si va a quedar todo en 18? ¿Qué mensaje puede recibir un asesino como éste, o cualquier otro, si ve que a partir del primer asesinato los siguientes salen en la práctica gratis?

La tercera cuestión es procesal. No conozco los mecanismos de funcionamiento de la Audiencia Nacional, pero ¿qué y quién determina que un asunto lo decida el pleno de todos sus magistrados y no aquellos tres que inicialmente tenían atribuida la función de fallar ese asunto? Al parecer, el magistrado Guevara lo propuso y se aceptó sin más, de lo cual deduzco que debe tratarse de un mecanismo poco menos que automático, aunque no deja de sorprenderme. Como no deja de sorprenderme, más si cabe, que se diese la casualidad de que los tres magistrados que iban a fallar inicialmente han votado a favor de la excarcelación. No entiendo de probabilidades, pero si finalmente la votación ha sido de 12 en contra y 4 a favor, ¿algún matemático aficionado puede decirme qué probabilidad existía de que los tres magistrados competentes, todos, estuviesen a favor? ¿Es imaginable que ello no fuese fruto de alguna maniobra política previa, cómo se constituyó ese tribunal? Por cierto, ¿votó Garzón, y en qué sentido?

La cuarta cuestión desvela que, por una vez, alguien en el bando conservador ha reaccionado con prontitud, inteligencia y eficacia. Y que ello fue porque tuvo información de cuál iba a ser la decisión de los tres magistrados. ¿Cómo es posible? Los tres jueces no pidieron la elevación al pleno para sacarse el muerto de encima, fue otro magistrado. ¿Por qué?

La quinta cuestión ya es una elucubración de lo que pueda pasar a partir de ahora. No parece descabellado suponer que en algún siniestro caserío se está barajando en este momento la conveniencia de un asesinato, y analizando la lista de posibles víctimas. Lamentablemente, no es improbable que esto se produzca en los próximos días. Es duro decirlo, pero posiblemente en algún confortable despacho de gobierno se esté valorando qué efectos tendría esto en la situación política actual, y de qué manera se puede aprovechar el impacto, en función de quién sea la víctima. No creo que ETA mate a un miembro del PP, porque eso galvanizaría al partido y le atraería la solidaridad y el apoyo de mucha gente. Tampoco probablemente a un miembro de la judicatura, puesto que daría a los jueces un plus de heroísmo a los ojos de la sociedad. Si matase a un socialista podría provocar un motín contra Zapatero, y no creo que a ETA le convenga perderle como presidente.

Imaginemos por tanto un atentado digamos indiscriminado, como el de Barajas. Alguna víctima anónima, cualquiera. O tal vez un militar. ¿Cómo reaccionaría Zapatero? Supongo que es enormemente cruel planteárselo así, pero me juego lo que sea a que nuestro presidente ya tiene la estrategia montada. Está claro que el único obstáculo serio y efectivo a sus desmanes lo está encontrando Zapatero en la judicatura. Se han intentado jubilaciones, ceses, expedientes, sustituciones y campañas de descrédito, amén de la labor de zapa de la fiscalía. Al asalto final sólo le falta una cosa: el apoyo popular. Ya se ha intentado otras veces: "los jueces son esos señores conservadores a los que el pueblo no ha elegido, y que a menudo obstaculizan las ansias de reforma y de progreso del gobernante, ése sí elegido democráticamente", se nos ha dicho más de una vez. Si lo peor sucede, Zapatero se lanzará como una hiena a “limpiar” la judicatura, último reducto de fachas, y lo hará utilizando los posibles muertos, arremetiendo de paso contra el PP: "por culpa de unos y otros sigue habiendo muertos. Yo quise acabar con esto y no me dejaron; hay que remover los últimos obstáculos para evitar más sangre y más muerte". Toda la potencia de fuego de los portavoces parlamentarios y de sus medios adictos, con los coros de los nacionalistas, constituye una fuerza devastadora si logra alcanzar la fibra sensible del pueblo. Y con un muerto en las portadas, la fibra está a flor de piel. ¿Alguien cree que Zapatero tendrá algún escrúpulo en utilizar a fondo esta baza, que será realmente la última de la que disponga para derribar los últimos baluartes de la resistencia, yéndole en ello su carrera política?

Todos deberíamos aprender que, en última instancia, los jueces acaban defendiendo el derecho, que en definitiva es nuestra libertad, más allá de vaivenes políticos. Por supuesto que hay jueces buenos y malos, como en cualquier otro estamento. Pero deberíamos recordar su verdadera función cuando sus actuaciones no nos satisfacen y nos lanzamos a criticarlos inmisericordes. Pienso que la gente no es realmente consciente de la importancia de la labor de un juez.

Haría bien el PP en ir preparando su estrategia. Zapatero será implacable si le echan otro muerto sobre la mesa. Pero no contra ETA. Y hay que estar a punto para explicarle a la ciudadanía, y es difícil con sangre en las calles, que toda la responsabilidad de lo que está pasando recae en quien ha dado a los terroristas esperanzas de que pueden conseguir doblegar al Estado. De Juana no hubiera lanzado este pulso a Aznar. Ni a González. Nunca ETA tuvo tan claro que un atentado puede cambiar o consolidar gobiernos. Nunca ETA tuvo tanta fuerza estando tan debilitada. Y eso sólo tiene un responsable. De las bombas y los muertos la culpa la tiene sólo ETA. De que esas bombas y esos muertos puedan tener en la política española más influencia que nunca, de eso sólo tiene la culpa Zapatero.



Germont

jueves, enero 25, 2007

¿Tan mal estamos?

Hasta este momento creía, en mi ignorancia, que las prisiones de la 8ª economía del mundo podrían tener una enfermería con personal sanitario que se ocupase de los enfermos. Pensaba también que tal vez nos podríamos permitir trasladar a un preso a un hospital cuando los medios sanitarios de las cárceles resultasen insuficientes. Sin embargo , la posible excarcelación de De Juana Chaos me ha hecho dudar de todo esto. Quiero creer que nuestros centros penintenciarios carecen de atención médica y que el coste de un traslado es inasumible para un país como el nuestro. De otro modo, la única explicación que se me ocurre es que el hecho de que a un presidiario - condenado por la minucia de 25 asesinatos- no le guste la comida de la cárcel ( estos cocineros no tienen corazón) debe ser motivo inapelable para que le envíen a comer a su casa, que su mamá cocina muy bien y al nene le gusta la comida. Si cualquier convicto , ya sea estafador, violador, asesino, pederasta o traficante de drogas , permanece en prisión después de esto es que es idiota además de una mal hijo que no aprecia la cocina casera de su madre. Se ha abierto la veda. Maricón el último.
Aldonza

Resiste, Iñaki

Venga, Iñaki, no te rindas. Tu desafío al Estado está a punto de dar sus frutos. Animo, sólo tienes que aguantar unos días más y todo habrá acabado. No nos defraudes, ahora estamos cerca de conseguirlo, todos hemos depositado muchas esperanzas en tu acción.

No puedes echarte atrás ahora, nos tienes ilusionadísimos ante la perspectiva de que realmente lleves tu reto hasta el final. No te dejes seducir por los cantos de sirena que te quieren dar la salida de convertirte en un héroe doblando el brazo de la ley, cuando puedes aspirar a la gloria máxima, a la categoría de mártir. Estamos ya tan cerca, que sería una lástima no acabar el camino iniciado. Venga, Iñaki, un pasito al frente: suprime el jamón cocido de tu dieta, en una vuelta de tuerca más. Y nada de aceptar el arresto domiciliario, si te lo dan: es una trampa. Tú, firme en tu huelga.

Por primera vez habrás conseguido algo inaudito: contentar a todas las partes enfrentadas en el conflicto. Los tuyos podrán considerarte un mártir y los demás nos llevaremos un alegrón de tres pares de narices. Bueno, menos Patxi López y Rodríguez Zapatero, que probablemente se lleven un disgusto por el contratiempo. Pero la causa lo merece. Imagina en cambio los homenajes con banderas en tu Euskadi natal, con aurreskus, aizkolaris, Arzallus desconsolado, Ibarreche dolido, Otegi lloroso,...

Venga, Iñaki: hasta el final. Ni un paso atrás. Por ellos. Por nosotros.



Germont

martes, enero 23, 2007

La doctrina Blake

Parece que Anthony Blake se ha convertido en el nuevo mentor ideológico de nuestros gobernantes. Sí, ya saben, aquel que concluye sus proezas siempre con la misma frase: "no le den más vueltas: todo lo que han visto ha sido fruto de su imaginación". Vean si no: el delegado del gobierno en Madrid dice que en Alcorcón no hay bandas latinas. Pues vaya. Es lo que tienen los sms: casi un millar de jóvenes se convocan para una "expedición de castigo" contra bandas latinas que según ellos les hacen la vida imposible y resulta que se equivocan de pueblo. Además con muy mala suerte: Alcorcón debe debe ser la única ciudad sin bandas latinas de España.

Otro ferviente seguidor de Blake es Joan Saura, conseller de Interior de la Generalitat, que insiste en que en Cataluña no hay inseguridad ciudadana, pese a la manía fascistoide de los ciudadanos en considerar que les entran a robar en casa y en ocasiones hasta les matano agreden. Fachas, más que fachas. Que todo es fruto de vuestra imaginación, a ver si os enteráis.

Podríamos añadir la clarividente y novedosa descripción de Rubalcaba sobre un zulo: especie de agujero en el que guardar cosas. La imaginación nuevamente juega malas pasadas a quienes creen que las "cosas" pudieron ser los explosivos de Barajas.

Y en El Prat, las casas y las calles se agrietan a medida que las obras de los túneles del AVE avanzan. En este caso ha habido que mirarlo con más detenimiento, porque cabía la posibilidad de que el proyecto procediese de los tiempos de Alvarez Cascos, y en ese caso bien hubieran hecho los vecinos en clamar contra tamaña incompetencia. Ya saben, como aquellos agujeros que aperecieron en Guadalajara o Soria, y que amenazaban con sumir al AVE en simas insondables. Pero no: se ha comprobado que toda esta gestión corresponde a administraciones socialistas, y por tanto las grietas son, también fruto de la imaginación.

Lamentablemente, el gobierno no lo es. E igual que el dinosaurio del cuento, cuando despertamos cada mañana sigue ahí.



Germont

lunes, enero 22, 2007

El discurso que Rajoy nunca pronunciará en el Congreso

"Señor Presidente, nos ha engañado usted muchas veces. Personalmente, a mí me ha engañado usted más de una vez, abusando de la lealtad institucional que como líder de la oposición debo al presidente del gobierno.

Mi partido y yo seguimos en la firme convicción de que entablar cualquier tipo de diálogo o negociación con terroristas es un error, un inmenso error. Creemos firmemente, además, que una mayoría de la ciudadanía española comparte con nosotros no sólo esa convicción, sino la repugnancia ante la idea misma de sentarse a la mesa con los asesinos de tantos de nuestros compatriotas.

Ahora bien. En ocasiones las situaciones son las que son y no las que nos gustaría que fuesen. Lo cierto es que usted, con su actitud a mi juicio absolutamente irresponsable, ha creado en la ciudadanía una esperanza de paz. Totalmente infundada por dos razones fundamentales: porque no estamos en guerra, y porque en cualquier caso con ETA no se puede negociar seriamente, tal y como nosotros mismos tuvimos ocasión de comprobar cuando gobernábamos. Esa experiencia, por cierto, es una de las principales razones por las que no consideramos que su negociación con ETA sea una buena idea. Las otras razones son menos prácticas y entran en el terreno de los principios morales, y por lo tanto es muy difícil que usted las entienda, y lamento decírselo así.

Pero como le decía, la realidad es la que es, y a esa esperanza hay que darle una salida. Los españoles, sean votantes suyos o míos, no merecen que su gobierno haga el más espantoso de los ridículos y que además su imprudencia les coloque en situación de riesgo. Eso que usted denomina el proceso de paz, y que yo preferiría llamar el imperio de la ley y la justicia o el triunfo del estado de derecho, no es cuestión que pueda quedar al albur de los cambios de gobierno. Es algo que, una vez iniciado en la forma que usted lo ha hecho, que no es la nuestra, y ya que usted evidentemente sigue dispuesto a ello, ha de implicar al principal partido de la oposición, que más pronto que tarde asumirá nuevamente las tareas de gobierno en España. Si los terroristas se sientan a hablar con el gobierno de España, han de saber qué es lo que piensa el otro partido que en este momento no está en el gobierno, pero que lo estará en un futuro que yo auguro próximo. Han de saber que lo que ahí se comprometa y lo que ahí se niegue será así gobierne quien gobierne.

Desde ese punto de vista, el Partido Popular le ofrece hoy su mano tendida y su apoyo más leal. Hasta tal punto es leal y sincero, que estamos dispuestos a participar directamente en los contactos que tengan lugar. Ha dicho usted en multitud de ocasiones que no le guía un afán partidista en el objetivo de acabar con el terrorismo. Debemos creerle, ya que quien habla es el presidente del gobierno de España. Y por eso estamos seguros de que aceptará sin demora esta propuesta, que es al propio tiempo una exigencia, de que una delegación del principal partido de la oposición, designada por mí y aceptada por usted, participe en los contactos con ETA o su entorno, salvaguardando siempre, como es lógico, la preeminencia de los representantes del gobierno.

Con ello se consiguen una serie de objetivos, todos ellos positivos, y no dudo de que usted lo valorara así: por una parte, se priva a ETA de cualquier pretexto en la línea de dudar si los compromisos que pudiesen adquirirse serían respetados por otro gobierno de otro signo. En segundo lugar, se dota al gobierno de una fuerza democrática insuperable para hacer frente a cualquier exigencia inaceptable que pudiese plantearse por los terroristas. En tercer lugar, se exhibe ante los españoles una imagen de unidad sin duda reconfortante tras las tribulaciones de los últimos meses. En cuarto lugar, se aprovecha la experiencia acumulada por ambos partidos en sucesivos intentos negociadores.

Le repito que desapruebo rotundamente el fondo y la forma en que usted ha iniciado este proceso, que sigo resistiéndome a llamar de paz. Ahora bien: puestos ante la realidad de que el gobierno de España no puede quedar en ridículo ni sus ciudadanos indefensos; tomándole a usted la palabra respecto a su absoluta carencia de intereses partidistas en este asunto; y en la convicción de que dice usted la verdad cuando afirma que no va a haber concesiones inconfesables a los terroristas a cambio del cese de su actividad criminal, el Partido Popular le ofrece su colaboración más leal en los términos indicados, con el compromiso añadido de que la sin duda firme actitud del gobierno en este diálogo será escrupulosa y detalladamente transmitida a la opinión pública para que pueda valorar, más allá de inclinaciones políticas, los resultados de una iniciativa que, recordémoslo siempre, ha partido del gobierno que usted preside, y muy personalmente de usted. Al césar lo que es del césar. El ciudadano tiene derecho a saber.

No cabe, creo, mayor muestra de la unidad que ustedes nos reclaman que ésta que le brindo. Estoy seguro, por lo tanto, de que será aceptada con la misma lealtad con que la planteo. Señor Presidente, el Partido Popular está a su lado frente a ETA. Detrás de usted, si lo prefiere. Pero en todo caso cerca, muy cerca. Sólo tiene que decirnos dónde y cuándo, y no estará sólo."

Germont

domingo, enero 21, 2007

En la vida real

Desde que Pujol sucedió a Tarradellas, los catalanes hemos vivido en una especie de orgía de nacionalismo que, en contra de lo que parecía, no acabó con la llegada de Maragall a la presidencia de la Generalitat. Desde 1980 hasta 2005, que se dice pronto, hemos estado inmersos en un apasionante debate sobre si somos o no somos una nación, sobre si hemos de construir o no un país, sobre si aspiramos al autogobierno, a la autodeterminación o a la soberanía. Veinticinco años mirándonos el ombligo y psicoanalizándonos a nosotros mismos. Sí, podríamos recurrir a la estratagema sencilla de decir que, en realidad, ese debate sólo ocupaba a los políticos. Pero no sería justo eximir a los ciudadanos catalanes, eximirnos a nosotros mismos, de la responsabilidad de haber permitido que 25 años de nuestra existencia se desperdiciasen en tan estéril debate. Por cierto: cinco lustros de nacionalismo hasta en la sopa, para que al final sólo un treinta y tantos por ciento del electorado vote el formidable estatuto que nos reconoce como nación. Y eso que el nacionalismo respondía al clamor popular y ancestral del pueblo…

Pero a lo que íbamos. Resulta que con tanta ensoñación patriótica los catalanes habíamos descuidado gravemente la preocupación que suele ocupar a los países normales (vamos, a aquellos que no pasan el día debatiendo consigo mismos si son galgos o podencos): ¿qué tipo de sociedad queremos, qué clase de gobierno deseamos? De pronto, nos hemos encontrado con la cruda realidad: los problemas estaban ahí, ocultos bajo la alfombra tediosa del interminable debate identitario, y el despertar ha sido duro. Ya no vale el “si fuésemos”, “si nos reconociesen”, “si nos permitiesen…”. La cuestión ha dejado de ser “qué somos” para pasar a ser “qué hacemos”. Ya somos mayorcitos y tenemos un estatuto que otorga a la Generalitat facultades amplísimas y a menudo exclusivas en casi todo. Por lo tanto, y con independencia de que el estatuto en cuestión se halle recurrido ante el Tribunal Constitucional, ha llegado la hora de que los catalanes nos comportemos de una condenada vez como adultos y nos planteemos las cosas que se plantean las sociedades normales, y hagamos que la lucha política se desarrolle, como en todas partes, en los cauces del debate izquierda / derecha.

Ensimismados con las palabras mágicas del nacionalismo, la próspera Cataluña, la emprendedora Cataluña, la industriosa y comerciante Cataluña se encuentra como quien no quiere la cosa gobernada por una coalición de socialistas, comunistas e independentistas de izquierda. Buena combinación para una región que se pretende entre las más potentes de Europa. Pero, ¿realmente se han sentado a pensarlo los electores catalanes? Ahora el dilema es claro: ¿queremos que la seguridad pública esté en manos de un comunista (no creo que pueda ofenderle el término) cuya pareja, concejal del Ayuntamiento de Barcelona por más señas, aboga por que se dé carta de naturaleza a la ocupación de viviendas ajenas? ¿Desean los ciudadanos catalanes, sus comerciantes, que Barcelona sea la meca de los desarraigados europeos, paraíso de vándalos de todo tipo? ¿Nos entusiasma que la capital catalana figure entre los destinos principales de las abortistas europeas? ¿Nos agrada que la administración interfiera en nuestras libertades individuales hasta el punto de decirnos en qué idioma hemos de rotular nuestros establecimientos o escribir nuestras cartas comerciales? ¿Compartimos la idea de que un organismo de la Generalitat decida qué es verdad y qué no lo es, y en base a esa decisión política pueda sancionar y hasta clausurar medios de comunicación? ¿Nos seduce la idea de ser la comunidad autónoma con impuestos más elevados? ¿Nos preocupa que tanto progresismo pueda ser causa de la huida de determinadas industrias? ¿Estamos dispuestos a vivir en un estado de inseguridad ciudadana consolados tan sólo por la afirmación constante del consejero de Interior de que todo es, como dice el mago, producto de nuestra imaginación?

En suma, ¿queremos realmente los catalanes un gobierno netamente de izquierdas, ahora que ya estamos sentimentalmente realizados como nación? Ha hecho bien Piqué en intentar conducir el debate a este terreno, porque sitúa las cosas en su justo término, y de paso coloca en un brete a CiU, que siempre ha huido como de la peste de cualquier tipo de definición ideológica, intentando abarcar desde la beatería más cursi e impostada de un Durán hasta la socialdemocracia interesada de un Mas. Es hora de gestionar, y ahí no hay nacionalismo que valga: derecha o izquierda, liberalismo o intervencionismo. ¿Estaremos preparados los catalanes para habitar en la vida real?


Germont

domingo, enero 14, 2007

Una lucha desigual

El mapa político en España hace que la lucha no sea semejante a la que se desarrolla en los demás países europeos. Aquí nos encontramos con tres “equipos”. La izquierda, la derecha y el nacionalismo. Esta peculiaridad hace que ganar unas elecciones sea misión casi imposible para la derecha si se empeña, como ha de ser, en mantener una mínima idea de España como nación y como estado.

Al nacionalismo tanto le da, absolutamente, quien gobierne en España. Su único objetivo es que el gobierno sea lo suficientemente débil como para que les tenga que comprar puntualmente su apoyo parlamentario, siempre mediante pago a tocateja en forma de transferencia de competencias, cesión de recursos o vista gorda ante cualquier tipo de abuso. La mayoría relativa es por tanto el escenario ideal de los nacionalistas. Cuando derecha e izquierda (entendida ésta como la suma de socialistas y comunistas, que siempre alcanzarán acuerdos salvo que aparezca algún personaje tan inusual como Anguita) están en minoría, los nacionalistas simplemente se venden al mejor postor. Ni siquiera me parece criticable: su lealtad es para lo que ellos consideran su país, y todo lo demás es puro instrumentalismo. No hay que llamarse a engaño: los nacionalistas no están por la labor de que España mejore, sino todo lo contrario. Insisto, no es motivo de crítica. En todo caso lo será que mientan y engañen al no reconocerlo abiertamente y que alardeen además hipócritamente de que contribuyen a la gobernabilidad del Estado. Efectivamente: contribuyen siempre que pueden a la gobernabilidad inestable y condicionada. Nada les aterra más que una mayoría absoluta.

En ese terreno, la derecha se ve limitada por una tendencia muy honorable a gobernar respetando unos mínimos principios irrenunciables, cuestión que la izquierda, por unos orígenes revolucionarios a los que nunca ha renunciado más que con la boca pequeña, tiene superadísima. La izquierda aspira a transformar la sociedad, y por tanto a adueñarse de ella, mientras que la derecha aspira a administrarla. Por tanto, ya tenemos de partida incluso una muy importante diferencia de motivación. Pero es que además la derecha sabe que no puede ceder en ciertas cuestiones frente a los nacionalistas, con lo cual éstos concluyen de inmediato que, ante dos minorías necesitadas de su apoyo, se lo darán a aquella que sí está dispuesta a ceder. Esa es la norma general, y no deberíamos caer en el error de pensar que sea una política pendular por el hecho de que en una ocasión apoyaron al PP: cuando la primera e insuficiente victoria del PP, Pujol no podía hacer otra cosa que apoyarle. Los escándalos de corrupción habían alcanzado tal envergadura que nadie hubiera comprendido lo contrario, ni siquiera en la anestesiada Cataluña. Sin olvidar, claro, el humanísimo detalle de que intentaron meter al propio Pujol en la cárcel. Y el PNV lo mismo: ¿cómo iba a apoyar a quienes hasta poco antes habían estado matando a los gudaris al otro lado de la frontera? En aquel momento no había más alternativa que Aznar, pero es porque se produjo una conjunción astral de las que sólo se dan cada varias generaciones.

En situaciones de normalidad, por lo tanto (es decir, sin una corrupción galopante ni crímenes de Estado), la derecha juega una partida absolutamente desigual, porque los otros dos equipos tienden a atacar juntos a la misma portería y defenderse asimismo al unísono. No basta con ganar: sólo vale la mayoría absoluta… salvo que se busque o produzca otra conjunción astral de otro tipo, como podría ser que el nacionalismo necesitase inexcusablemente el voto del PP en la comunidad autónoma de que se trate. Es lo que pretendía Piqué, con muy mala fortuna, en las últimas elecciones catalanas: que la aritmética electoral hiciese cuadrar los resultados de tan diabólico modo que CiU sólo pudiese gobernar con el concurso del PP catalán. Claro que, además de esto, hubiese sido necesario que ese estado de necesidad de los convergentes se hubiese gestionado mucho mejor de lo que se hizo en tiempos de Pujol. Entonces se brindó un apoyo parlamentario constante y leal, sin pedir cargos ni consejerías, y aguantando cada día la frasecita de que “colaboramos con el PP con la nariz tapada”. Esa filosofía, repetida hasta la saciedad, acabó laminando a los populares catalanes, aunque curiosamente se ha acabado volviendo en contra de los propios convergentes, que ahora, si llega el caso, no sabrán cómo convencer a sus bases de que los peperos no eran tan malos y que tal vez, con notarios y todo, los vuelvan a necesitar.

Si el PP, por tanto, necesita ganar por mayoría absoluta, tendrá que perfilar y afinar mucho su mensaje. Pero eso ya es tema de otro artículo.


Desafortunadamente los “miserabilísmos” de José Sacristán y otros fecundos epítetos, del DRAE o no, de nuestros ‘noeneros a la guerra’ acompañados de alguna ‘argentinada luppiniada’, resuenan y resonarán en nuestros oídos o impactarán nuestra vista aunque les manden callar quienes les suministran su condumio.

Pero nosotros no estamos en condiciones de igualdad; no podemos mostrarles nuestra falta de aprecio a su ineptitud social, a su sensibilidad sólo reflejada en su insaciable bolsillo (en tiempos –para bastantes de ellos- satisfecho rindiendo pleitesía a la subvención de su Caudillo con ditirambos traducidos en odas o canciones) que desfilan y gritan igual un “Viva Franco” o “Arriba España”, que un “No a la guerra” o “Aznar asesino”, eso sí, con voces bien moduladas por razón de oficio; y también, dependiendo del temor y la garantía de la manduca.

No podemos porqué les es indiferente que acudamos o no a sus espectáculos; la taquilla ni la huelen; la taquilla está en otra parte; se prepara en restaurantes de buen yantar; y se cierra en magníficos despachos de ministerios en los que se comprometen sus servicios y sus emolumentos; y sus correosos mensajes; en los que les es indiferente si ofenden; ni siquiera piensan si ofenden o no; ellos son intelectuales; ¿por qué lo son?; nosotros no lo sabemos; pero ellos sí.

El mejor desprecio es no hacer aprecio; este sensato consejo no cabe con ellos. Son inmunes. El teatro y el cine en descenso; pero, ¡no importa!; siempre hay justificaciones; no estamos a su altura; debemos ser culturizados; ¡educación cívica para comprenderles!

Siendo así: ¡Denunciémoslos!; denunciemos que muchos de ellos vivieron de las ubres franquistas ahora que de memoria histórica hablamos; y también ahora lo hacen miserablemente mediante asalto a las privadas televisivas con la más espuria de las financiaciones de la sin par ministra Calvo, que no calva de tanto discurrir como beneficiar a quienes hay que beneficiar; “sus entrañables amigos para todo” casualmente poco antes del apoyo a la manifestación.

Recordemos quienes desfilaban ominosamente ante su Caudillo en La Granja cada año -¡amenazados dicen!, ¡ya!, ¡cuándo luego se baladronaban de ello y se jactaban ante quienes no habían sido invitados!, las Concha Velasco, Sara Montiel, Jasé Sacristán, Ana Belén, Víctor Manuel, Lola Herrera, y tantos etcétera; y recordemos a los que si fueron capaces, dentro de su natural temor, de mantener un cierto grado de coherencia, Buero Vallejo, Nieva, Arrabal, Aranguren, Semprún con otros ahora ignorados por estos arrivistas a lo que sea.

LOS SINVERGÚENZAS CON LOS SINVERGÚENZAS

Cordón sanitario contracultural contra estos ramplones
Ángel

viernes, enero 12, 2007

"Por la paz y contra el terrorismo" Una nueva trampa para elefantes

La manifestación que transcurrirá bajo el lema “Por la paz y contra el terrorismo” lleva camino de convertirse en una nueva trampa para elefantes diseñada específicamente para cazar a un proboscídeo muy concreto, que no es otro que el PP. Que por cierto se encamina hacia ella con paso firme y entusiasta.

Muchas veces hemos hablado de la torpeza innata de los conservadores en general para encontrar estrategias de comunicación que permitan que sus mensajes lleguen claros, nítidos y con sentido a sus destinatarios. Claro, cabe la posibilidad de que consideren que todo su electorado potencial está formado por registradores de la propiedad, notarios, abogados del estado y números uno en sus respectivas promociones. Pero seamos realistas: dudo mucho que aun sumando todos esos colectivos se reúnan votos suficientes para ganar unas elecciones.
Lo cierto es que el común de los mortales se guía y se deja llevar por mensajes sencillos aunque a menudo capciosos. Palabras repetidas como un mantra absorbente, términos a los que nadie en su sano juicio se opondría. Recordaréis aquella campaña de la bandera blanca: no a los accidentes, rezaba el lema que multitud de coches lucían. Pero, ¿es que hay alguien a favor de los accidentes? Evidentemente no, pero a la gente le motivan esos lemas facilones y elementales.
Ahora estamos con la paz. ¿Alguien puede estar contra la paz, así, como concepto abstracto? Claro que no, ni contra el amor ni contra la felicidad. Ya pueden aparecer treinta y cinco sesudos dirigentes populares explicando que en este caso la palabra paz tiene unas implicaciones que la vinculan con el proceso iniciado por Zapatero, y que por tanto salvo que se matice el lema ellos no pueden participar, y blablabla. A última hora, dos horas de sensata disertación sobre esta cuestión, por lo demás absolutamente cierta, se desmoronan con una frase de Pepiño: el PP se niega a manifestarse por la paz. Añadámosle a los Bardem y unos cuantos más que se manifestaban contra la guerra y contra el PP, y ya tenemos nuevamente el soufflé: el PP quiere la guerra, el PP no está por la paz, el PSOE sí.

No sé si me explico. El PP tiene toda la razón en su argumentación, pero no sirve absolutamente para nada, y cualquier esfuerzo por justificar su postura está condenado al fracaso más estrepitoso. Centenares de miles de personas (en este caso sí, ya lo veréis: millones contará la Delegación del Gobierno) se manifestarán tras el lema “por la paz y contra el terrorismo”, arropando además a los representantes del gobierno que tomarán la precaución de colocarse estratégicamente entre la masa.

Con todo esto no quiero decir que el PP debiera actuar de otra manera. Simplemente, hay situaciones que no tienen solución, y eso en general evidencia que el otro jugador es bueno. El buen ajedrecista es aquel que es capaz no sólo de prever los movimientos, sino de forzar los que haya de hacer el contrario. Con esta manifestación el gobierno coloca al PP ante una jugada diabólica, sin solución: si van, su presencia será utilizada como demostración de que apoyan al gobierno, amén de que serán abucheados por el pueblo “espontáneamente”. Si no van, están contra la paz.

¿Cómo se combate esto? Sólo con anticipación, no hay otra. No puede ser que al PP le vayan tendiendo trampas y emboscadas. En cualquier país normal es la oposición la que le monta celadas al gobierno, pero aquí sucede a la inversa. El PP solo saldrá adelante si toma la iniciativa, en lugar de ir a remolque. La única solución es ir por delante, no hay más. Y hoy por hoy eso no sucede.

martes, enero 09, 2007

La dudosa estrategia

No sé muy bien como empezar a quejarme de la estrategia del PP en todo el asunto del diálogo con ETA, pero si he de reconocer es que siguen empecinado en no enterarse de cómo funcionan los mecanismos de la propaganda. No estaría mal que se dieran un paseo por los sindicatos y las organizaciones de base de los partidos de izquierda para que aprendan a desarrollar mecanismos de pensamiento que sean capaces de generar tanto eslóganes como la capacidad para asumirlos.

Uno, que tiene a bien tratar de encontrar esos asideros propagandísticos en los que el PSOE se mueve, lo que trata de ver es el porqué el Pte. Rodríguez ni dice ni deja de decir. Si en cuanto se les menciona eso de que no hay que pagar precio político a ETA ellos salen diciendo que en ningún momento nadie (el Pte. y los pesos pesados del gobierno) ha dicho que se esté ofreciendo precios políticos. Pero no mencionan esos precios políticos, ni de pasada, ni, por supuesto para negarlos. Esa es la estrategia.

Pero una cosa queda clara. Sin negar de manera taxativa que vayan a pagar precio político, ni afirmar de manera taxativa cuales si estarían pensando que sería posible pagar, lo que queda claro es que el PSOE está por el diálogo y el PP no.

Y ahí está el error.

El PP debería decir que está dispuesto a dialogar con ETA para averiguar cuando van a abandonar la violencia. Y al tiempo dejarle claro al PSOE que cualquier otra negociación que no sea en esos términos no sólo es pagar precio político sino que, incluso, es alentar a la comisión de atentados puesto que esa actitud validaría el terrorismo como arma política.

Y la verdad es que tienen una baza importante. Acusan al PP que ellos sí que negociaron con ETA. Pues bien, si, se negoció con ETA… precisamente para averiguar si estaban dispuestos a dejar las armas… a lo que añadiría, lo volveríamos a hacer. Y lo volveríamos ha hacer con el convencimiento de que sólo cuando los ETArras se convenzan que no van a obtener nada gracias a la violencia, que sólo los acuerdos que se logren en los parlamentos serán los que sea válidos, entonces, y sólo entonces, podrán pensar que su lucha no tiene sentido.

Si. Podríais decirme que si consiguen doblar la voluntad de los parlamentos, en el País Vasco ya lo han conseguido en mas de una ocasión, estarían obteniendo esa victoria política, pero no podemos olvidar, que, y eso lo tiene muy claro el PSOE, que en los parlamentos se puede legislar cualquier cosa, incluso lo que bordee la Constitución puesto que, para ellos, cualquier cosa salida del Parlamento es legal y “legítimo”.

Y esa sería la batalla a dar por el PP. Cualquier resolución que salga de un Parlamento apoyada por el PSOE en dirección a dar cabida a las exigencias etarras hay que calificarla de precio político. Y no se puede parar en ese sentido.

Pero negarse a negociar con ETA cuándo deja las armas teniendo claro que nunca será a cambio de ningún precio político, dicho así, a las claras, es un error.

Un Saludo. Bastiat.

De una cárcel mejicana a portada de Interviú

Curioso periplo vital el de la joven gallega, peluquera por más señas, que hace poco fue retenida en el aeropuerto de Cancún por el supuesto delito de portar en su equipaje munición de guerra. Tras unos días de calvario (uno no quisiera estar ni media hora en una cárcel mejicana, en manos de los reyes de la "mordida"), finalmente un juez la liberó y la muchacha pudo concluir felizmente su luna de miel regresando a su Galicia natal.

Ahora, sorprendentemente, aparece como Dios la trajo al mundo (pero crecidita) en la portada de Interviú. Es difícil saber qué pasa por la mente de una persona anónima, sin más medios de vida que su oficio de peluquera, tan digno por otra parte, cuando aparece un señor que te ofrece unas cuantas decenas de miles de euros, unos milloncejos de pesetas, para que exhibas generosamente tu anatomía. Los ingresos de un pequeño salón de peluquería en todo un año, a cambio de un desnudo. ¿Méritos de la señorita? Aparte de los evidentes, fruto seguramente de su juventud, pero también del photoshop y de adecuadas sesiones de maquillaje, su única peculiaridad parece residir en haber padecido algún tipo de abuso policial. ¿Relación entre ambos hechos? Pues no se me alcanza, la verdad. Probablemente la señorita se ha dejado aconsejar; de hecho hoy he oído algo acerca de "su representante". A lo mejor lo que le ofrecían por una entrevista sobre su odisea no era lo suficientemente tentador, y ha habido que añadir algo, poner toda la carne en el asador, vamos, ya me entienden. Por cierto, qué curiosa la rapidez con que la gente se agencia un agente, si me permiten la redundancia y hasta la cacofonía.

Pero bien, como decía puedo entender que una entrada de dinero inesperada resulte muy tentadora, y que incluso ahora se le abran las puertas a alguna aparición televisiva, lo cual traducido en euros no es desdeñable. Uno, que tiene cierta relación extravagante con el mundo de la peluquería, sabe cuántas cabezas hay que peinar para conseguir, por ejemplo, 20.000 euros. Muchas, créanme. Muchas horas. Así que puedo comprenderlo, partiendo de la base, respetable por supuesto, de que además la persona en cuestión no sea lo que se dice una monjita de clausura. Lo que me resulta difícil de entender es la estructura mental de ciertos editores. Por más que lo intento no consigo imaginar la propuesta: "oye, ¿y si desnudamos en portada a la peluquera gallega que fue detenida en Cancún?". ¿Venderá más ejemplares la revista? ¿Tendrá más clientes la peluquería? ¿Resistirá el matrimonio recién estrenado el embate de la fama? Ah, resulta fascinante chapotear entre las miserias humanas...



Germont

lunes, enero 08, 2007

Pompoff y Teddy

Los más viejos del lugar recordarán a la célebre pareja de payasos (a mí, que soy jovencísimo, me lo contaron mis abuelos...). La verdad es que, no sé porqué, me vienen a la mente cada vez que se produce una reunión entre Zapatero y Rajoy. Esta última ya es de traca, porque las anteriores en definitiva se preparaban con semanas de antelación y se hacían un poco para cubrir las apariencias de "es que no se hablan". Dicho sea de paso, no sé para qué el presidente y el líder de la oposición tienen que reunirse a hablar de nada, pero sea, admitamos que el diálogo es bueno.

Bien, pues resulta que ésta se convoca con suma urgencia, como si de ella fuese a salir algo sensacional. Y nada, que salen de la reunión, el uno con la misma cara de siempre y repitiendo su muletilla de estas ocasiones (no sé para qué he venido, ni tengo claro qué quiere el presidente), y el otro delegando en la vicetiple que pone a parir al líder del PP al que según ella se han dado todo tipo de certidumbres y explicaciones, y que si no se entera es porque no quiere y allá él.

Pero de verdad, ¿alguien cree que nos merecemos esto? Tengo muy claro a quien creer en caso de duda, pero en serio que ambos me tienen de los nervios, dan ganas de agarrarlos por el cogote y hacerles chocar las cabezas. ¿Le importaría a Rajoy decirnos exactamente qué es lo que le ha dicho Zapatero, y así saldríamos de dudas? Es que mientras se escude en "no sé qué pensar" tampoco podemos depositar mucha confianza.

Por favor, que les pagamos el sueldo.



Antonio

sábado, enero 06, 2007

Simple, claro, lógico

"Con plena confianza en la fortaleza de nuestras instituciones democráticas, en todos los instrumentos que nos proporciona el Estado de Derecho, en la sólida acción de la justicia, en la eficaz actuación de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y en el reforzamiento de la cooperación internacional, conseguiremos poner fin definitivamente a la violencia terrorista", destacó Don Juan Carlos."

Sí, señor. Tan sencillo como eso. ¿Qué cara ponía Zapatero a todo eso?

Más grande que infinito

En el cálculo matemático el concepto de infinito significa la mayor de las cuantías posibles, la que no pude ser superada. Es absurdo sumar algo al infinito, porque el resultado de la suma siempre es otro infinito.... Por ejemplo: infinito más mil es infinito.
Nuestro presidente por accidente ZP ha dicho, tras el reciente atentado de ETA, que precisamente ahora sus ansias de paz son ¡¡ mayores que antes!!. Lo cual es imposible porque antes nos dijo que eran infinitas...
En efecto, antes sus ansias de paz eran infinitas, las máximas posibles. ¿Puede tener ahora unas ansias mayortes a las de antaño?
Este manejo arbitrario de las palabras que hace ZP me da que pensar dos cosas: o bien antes sus ansias no eran infinitas, le faltaba "un pelín" para llegar, o bien sí eran infinitas y ahora no sabe qué tipo de ansias siente, ni en qué cuantía, ni porqué: es decir ZP anda tan confuso y desorientado como siempre.Verdaderamente Peter Sellers haría un papel más digno que este personaje.

Bachiller

La Alianza de las Civilizaciones en Brujas no cuela

En la universidad de Brujas, facultad de Políticas, hay estudiando varios estudiantes españoles, tres de ellos acabando la carrera. Han de hacer una tesis de fin de carrera y uno de ellos propuso al Departamento hacerla sobre "La alianza de civilizaciones"

El Departamento, al analizar la propuesta, le dijo al joven madrileño que como eso de la Alianza de las Civilizaciones era una tontería que lo hiciera sobre algo serio, pues de una tontería no es posible elaborar un estudio ni extraer conclusión alguna.

Se conoce que en Brujas las ansias infinitas de paz, las alianzas entre civilizaciones, la democracia deliberativa .... y otras sandeces, no cuelan.

Bachiller

viernes, enero 05, 2007

Opiniones en turbulencia

No deja de ser interesante en ocasiones de turbulencia extractar que dicen nuestros creadores de opinión habituales.


“Hoy parece claro que el gran secreto de Zapatero era que no había secreto alguno”
Patxo Unzueta, “El secreto de Zapatero” El País


“La responsabilidad del coche bomba es de ETA, pero poco avanzaremos si nos quedamos en ello, como bien decía en estas mismas páginas J. M. Ruiz Soroa. En el llamado proceso han estado implicados otros muchos actores, por acción o por oposición. Todos deben hacer autocrítica.”"Hemos permitido que a ETA le importen las mesas y su paralelismo, y que no le importen los presos. El mundo al revés".
Josefa Arregui, en “La oportunidad de aprender” El País

Asombrábase el señor don Blanco…/… por cosa del atentado. «Suspender, liquidar, romper: qué mas da, si son adjetivos de sentido similar», declaró con poco tino el político sin par, que en materia de gramática, haciendo honor al apellido, confunde verbo con adjetivo y atributo con participio, lo que es una barbaridad.
El Puntazo en La Razón


No se trata del «yo ya dije» que dicen siempre los que no dijeron nada o dijeron lo contrario. Se trata de lo que sabemos todos, incluido Zapatero: que los asesinos son asesinos. ¿Y para este viaje a la verificación de lo obvio hacían falta las alforjas del ninguneo de las víctimas?
Iñaki Ezquerra, La Razón


"Igual que en el cuento de los niños, de nuestro presidente puede decirse aquello de que quien con asesinos se acuesta, ensangrentado se despierta. Hace menos de una semana, el conocido abogado abertzale Txema Montero temía públicamente un inmediato golpe de la banda. Entretanto, Zapatero nos despedía el año con un bucólico discursito sobre lo felices que los españoles íbamos a ser en este año que empezaba. Siempre se debe sospechar de estas blanduras y talantes que sonríen. ZP ha declarado que para él es irrenunciable desayunar todos los días con Sonsoles y las niñas, y también cenar con ellas. Si estadistas como Sir Winston Churchill o el presidente Roosevelt hubieran tenido tales principios habrían sido carnaza de la befa pública y las tiras de los cómics de los periódicos. Zapatero, tan amante de las fotos, ni siquiera se la ha hecho esta vez en nuestra zona cero de la T-4 de Barajas. Tendrá pudor, y también conoce que éste es el comienzo de una cuenta atrás que no le conduce a ningún futuro. Cada uno decide ahorcarse como quiere."
Martín Prieto en El Mundo


Veo a ETA y a Batasuna, si no rectifica, como a Sísifo, subiendo vez tras vez una gran piedra a lo alto de una montaña para luego ver como esa piedra rueda hacia abajo y los arrolla. Es el castigo de los estúpidos dioses míticos a sus no menos estúpidos seguidores. Sobre esos dioses escribió Albert Camus: «Habían pensado con algún fundamento que no hay castigo más terrible que el trabajo inútil y sin esperanza».
Hidalgo en El Mundo


Ha sido un juego de palabras, dice Gara; ha sido un juego semántico, confirma José Blanco; ha sido una partida macabra donde se ha girado el cilindro sin poner el seguro. José Luís Rodríguez Zapatero se sentó a la mesa, sin resto, sin revólver, trotó, puso cara de tahúr, como el rey de los diamantes; después, acojonado por los mirones, apremiado por las protestas, envidó con K-8. Los etarras descubrieron que estaba sin resto e iba de farol. Se levantaron de la mesa en agosto y prepararon el zambombazo.
(Raúl del Pozo en El Mundo)

¿Qué opináis de nuestros ilustres pensadores?

Ángel

jueves, enero 04, 2007

Ring, ring...

Ring, ring...

"¿Oiga? ¿Es la ETA? Mire, que llamaba por lo del proceso... ¿Que por proceso no le viene nada? Sí, hombre, proceso de pazzzzz, con zeta. ¿Yo? Soy Zzzzzzapatero, también con zeta. Sí. Rodríguezzzzz, que mira por dónde también acaba en zeta.

Pues llamaba porque me han dicho que ha habido un accidente en el aeropuerto... No, no se ha caído ningún avión, afortunadamente. Que no, un "accidente", entre comillas, ya me entiende... ¿Que no me entiende? Que sí, hombre, que se ha caído un trozo de techo, y que así va a ser muy difícil que hablemos. Que esto no se hace, hombre, que tengo a los del PP encima que no me pasan una. Y las víctimas, pero bueno ¿cuántas víctimas hay, que están todo el día manifestándose por media España? Ah, ya, que son los daños inevitables del conflicto. Ya, claro, como mi abuelo en la guerra, el pobre.

Pero a lo que iba, que si está por ahí el Sr. Ternera. Que se ponga. Hombre, Don Josu, ¿qué tal la clandestinidad, es llevadera? Venga, hombre, que ya falta menos. Pero claro, con esas cosas que me habéis hecho hoy en Barajas... Ah, que usted de eso no sabe nada... Pero bueno, yo creía que, vamos, que si llevamos meses hablando usted y yo, pues bueno, que usted dirigía la organización... Ah, que no... Que usted es un mandao. Pues mire, muy seriamente se lo digo: voy a dar por cerrado... ¿cómo? Ah, que cerrado le parece demasiado fuerte... Ya. Bueno, pues no me queda más remedio que considerar acabado... ¿tampoco? Hombre, no, no se ponga usted así, más accidentes no. Bueno, y qué le parece entonces algo así como "suspenderé cualquier iniciativa de diálogo". Sí, ¿verdad? suena como contundente, pero no compromete... Ya. Pues lo dejamos así, no se hable más. Ah, don Josu, y usted, ¿no conocerá a alguien de ETA con quien yo pudiese hablar en lo sucesivo? Ah, que ya me llamarán ellos...
Bueno, pues vale. Venga, cuelga tú. No, tonto... tú. Ay, cómo eres... Va, a la de tres y colgamos a la vez, ¿vale?

Germont

El País y la Inteligencia

Hoy nos deleita El País con un excelente editorial ; lo sería sino fuera por la tan defendida y debatida ‘Memoria Histórica’; ahora, para muchos, se remonta sólo los días 12 y 13 de Marzo de 2003 en ese periódico, en la SER y en el grupo PRISA en general; para dar lecciones de inteligencia en general, sí, pero de asalto al poder que permitieron llegar a él a un insólito Rodríguez Zapatero quien declaró a Millás sus reiteradas confesiones a su esposa Sonsoles de que millones de españoles pueden ser presidentes de gobierno (¡y, claro, así nos va!).

Ahora da El País lecciones melifluas; sea usted bueno; no es momento para pasar facturas, espere… ya lo tendrá; apóyele; no es tan torpe como parece… además…
y sino…ya saben… ¡ustedes son el infierno… como siempre!

Deberíamos preguntarle a El País si la Inteligencia es simplemente una virtud y no un servicio a un interés; es decir Intelligentsia sin más y a su interés.

El País nos deleita con un virtuismo de desiderátum; hacer bueno lo que nadie sabía;
La política de nuestro presidente con ETA; a su majestad el Rey le decía “Confiad en mí, Majestad”; a cualquiera le decía “confiad en mí”; ahora resulta que el mundo afín conocía el camino de su vuecencia; los demás éramos unos cegatos perversos que simplemente no habíamos querido verlo. ¡Vaya por Dios!
Era sólo una obviedad; aprobada por ¡¡¡nuestro santísimo Parlamento!!!
Pero ¿todos lo sabíamos de verdad, incluido el PP?; mejor ¿alguien lo sabía, incluido El País y su ínclito Sr. Cebrián?
¿Debemos mencionarles su inteligente y barriobajero asalto al poder tras la tragedia del 11-M? Dirán…
¡¡¡No, por el Dios en él que no creemos!!!
¡¡¡ESO NO ES INTELIGENTE!!!
¿Debemos mencionarles su sistemática y contumaz marginación de cerca de la mitad de la población española representada por el PP? Dirán…
¡¡¡No, por el Dios en él que no creemos!!!
¡¡¡ESO NO ES INTELIGENTE!!!
¿Debemos mencionar los recelos de esos socialistas corajudos de siempre que les advirtieron que ese no era el camino y que ustedes defenestraron con fruición?. Dirán…
¡¡¡No, por el Dios en él que no creemos!!!
¡¡¡ESO NO ES INTELIGENTE!!!
y… si seguimos… siempre nos dirán…
¡¡¡No, por el Dios en él que no creemos!!!
¡¡¡ESO NO ES INTELIGENTE!!!

Ángel

miércoles, enero 03, 2007

¿Qué media entre las declaraciones de Zapatero el sábado y las de Rubalcaba ayer

Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró ayer en rueda de prensa que "no hay proceso, no hay diálogo" ya que "ETA ha roto, ha acabado, ha liquidado el proceso de paz, después del atentado de Madrid". "Sencillamente no hay diálogo y por tanto no hay proceso.

Contrastan estas declaraciones de Rubalcaba con las declaraciones de José Luis Rodríguez Zapatero el pasado sábado en el sentido de que suspendía el diálogo.Parece pues que el gobierno ha endurecido su posición con ETA.

¿Qué ha ocurrido de nuevo entre ambas declaraciones?, parece que la clave estaría en un editorial del diario El País ayer martes, afirmando que "ETA no sólo ha pulverizado la tregua, sino también elementos necesarios para un día, si acaso, volver a empezar un proceso de paz. Las reglas no han funcionado. Los interlocutores de la banda, tampoco. Se abre ahora una etapa que estará dominada por la lucha policial y judicial contra la banda terrorista, y en la que resulta esencial la unidad de los partidos democráticos, incluido el PNV, que ha de evitar una nueva deriva soberanista. Para que ETA acabe siendo derrotada son necesarias, pero no suficientes, las medidas policiales y judiciales. Al final, tarde o temprano, tendrá que haber diálogo. Pero sobre bases diferentes".Está claro de quien y desde donde se marcan las directrices.

Ultima hora

Se elevan a tres los desaparecidos como consecuencia del atentado de Barajas. Fuentes de la seguridad del Estado aseguran que desde el sábado a media tarde se ha echado en falta a una tercera persona. El tercer desaparecido mide cerca de 1,90 m, se caracteriza por caminar con los hombros hacia atrás y por tener unas cejas en marcada posición de acento circunflejo, mirada acuosa de color azul intenso habitualmente perdida en el horizonte, labio inferior con tendencia leporina y permanentemente humedecido, movimiento balanceante de la cabeza, mueca labial que algunos ven como sonrisa y otros como rictus, y un curioso movimiento vertical de la mano abierta, como en posición de agitar una hucha. Se sabe que perdió un abuelo en la guerra.

Si inexplicable resulta la completa desintegración de los dos ciudadanos ecuatorianos volatilizados en la explosión, no menos sorprendente resulta la súbita desaparición de la escena pública de este tercer personaje, a quien algunos aseguran haber visto vagando por un parque natural del sur de España, mientras otros le sitúan directamente en Babia.


Germont

Comunicado

Coruña Liberal, Ciudadanía Democrática, Asociación Gallega para la Libertad del Idioma, Cordobeses por la Libertad y Ciudadanos por la Constitución condenan el atentado perpetrado por la banda terrorista ETA y exigen la dimisión de Rodríguez Zapatero.

En cualquier país democrático un ataque terrorista además de la condena de los criminales que lo perpetran debe implicar el apoyo unánime del pueblo al gobierno del momento. Lamentablemente, aquí, la política seguida por el presidente Rodríguez Zapatero durante este bienio negro ha resultado ser cómplice objetiva de los enemigos de España en su proceso declarado de destrucción de la nación, la legalidad constitucional y la convivencia democrática y pacífica entre los españoles.
Las actuaciones del Ejecutivo preñadas de inhibición, temor y respeto a lo despreciable, las humillaciones a la Ley y al Estado de Derecho que ha jurado defender institucionalmente, han coadyuvado al rearme moral, económico y político del enemigo que es quien lleva ahora la iniciativa sometiendo no ya al gobierno sino a España a toda clase de chantajes y vejaciones.
El último atentado mortal de ETA sucede a las pocas horas de que un ufano presidente Rodríguez Zapatero demostrara una vez más o bien su hipócrita cinismo o bien su más absoluta ignorancia para conocer lo que está pasando y actuar en consecuencia. Ambas hipótesis le incapacitan para seguir en la Moncloa.
Para colmo, su respuesta tras el atentado también ha sido decepcionante. Su negativa a romper de forma clara y contundente el proceso de negociación iniciado con los terroristas, su afectado disimulo de futuro rigor, desmentido por el lenguaje gestual: mirada errática, nerviosismo descontrolado, demuestran hasta que punto es un rehén de la banda nacionalista asesina ETA y él lo sabe.
Por todo ello, no queda más remedio que solicitar la dimisión del actual presidente.
Y si esta no se produce por propia iniciativa, hacemos un llamamiento a la gente decente de su partido, que no quiera hacerse cómplice del presente estado de cosas, para que busque una solución rápida y contundente dirigida a poner fin a esta etapa de ignominia, velando así también por los legítimos intereses del PSOE a largo plazo.
A la oposición organizada políticamente bajo el Partido Popular le cabe también una grave responsabilidad de la que no puede ni debe inhibirse. Debiera promover los mecanismos que le permite la constitución: solicitud enérgica de dimisión, moción de censura, presión para lograr elecciones anticipadas...Y es que en esta hora de la verdad ya no caben más contemplaciones. Si esto sigue así, es todo el sistema constitucional el que se va a derrumbar como el aparcamiento de la Terminal 4 de Barajas. Y en las próximas elecciones no sólo se va a jugar un cambio de gobierno, sino, quizás, un cambio de régimen que puede desbordar a todas las actuales instituciones

Justicia poética

El destino depara bromas macabras. Si no fuese por la triste suerte de las dos personas desaparecidas en el atentado de Barajas, daría para mucha sorna la papeleta en que se ven en estos momentos los socialistas, en especial Rubalcaba y Blanco. Con qué nitidez vuelven a la mente los recuerdos del 12 y el 13 de marzo de 2004… Yo recuerdo, y creo que no es fruto de mi imaginación, haber visto al entonces Ministro del Interior dando explicaciones puntuales, con una frecuencia más allá de lo que una investigación en curso parecía aconsejar, sobre todos los pormenores del salvaje atentado. Lo que ahora se dice “en tiempo real”, vamos: nos íbamos enterando sobre la marcha, prácticamente al minuto, de cómo avanzaban las indagaciones, y de la forma en que se iban abriendo nuevas vías de investigación que conducirían en 60 horas a la detención de los primeros islamistas presuntamente implicados. También creo recordar los gritos de “Aznar asesino, PP asesino”, y los cercos a las sedes populares en tono no precisamente amistoso.

Ayer escuchaba con una mezcla de estupor y aturdimiento a D. José Blanco expresando su disgusto por que el PP no hubiese cerrado filas con el gobierno socialista ante la salvajada de ETA en Barajas. Y veo también cómo casi 90 horas más tarde no se sabe nada, y de lo que se sabe no se informa. El ministro Rubalcaba, el del “queremos saber, el de “España no se merece un gobierno que mienta”, elude cualquier pregunta escudándose en el progreso de las investigaciones, e incluso asegura a un periodista audaz que no cabe esperar prontas detenciones. Y lo más curioso: han estallado, al perecer, cerca de 500 kilos de explosivo, y aún no sabemos de qué tipo…
Y oigan, que no me parece mal ninguna de las dos cuestiones: que ante un atentado terrorista la oposición apoye al gobierno, y que hallándose en curso una investigación el gobierno sea discreto. Pero caramba, qué poco ha tardado el destino en hacerles probar una pequeña dosis de su propia medicina. Pequeña, sí, muy pequeña, porque lo de marzo de 2004 fue una obra maestra de agitprop, pero no deja de ser cierto que el tiempo acaba poniendo a cada uno en su sitio. Por cierto, que Zapatero está en el suyo: al parecer volvió raudo a Doñana. Lejos de la realidad, siempre terca y molesta.
Germont

martes, enero 02, 2007

Cómo convertir al asesino en mártir

La espeluznante escena de la ejecución de Saddam Hussein, aparte de repugnar a cualquier espíritu sensible, pone de manifiesto la infinita torpeza con que se desarrollan las cosas en Irak. Que no se me diga que el juicio, condena y ajusticiamiento del tirano ha sido un asunto interno iraquí, porque a nadie se le oculta que el gobierno de Irak es un títere de los Estados Unidos. Con un mínimo de voluntad nos podían haber ahorrado este espectáculo que avergüenza a cualquier persona civilizada.

Con independencia de la postura personal de cada uno respecto a la pena de muerte, e incluso de la oportunidad de esta muerte concreta (por la que no derramaré una lágrima, dicho sea de paso), cuando los poderes públicos recurren a la que constituye la expresión máxima y más dramática de su poder y su autoridad (quitar la vida a uno de sus ciudadanos), les es exigible que esa decisión extrema no se convierta en un espectáculo público, en un linchamiento filmado con teléfonos móviles, desarrollado en escenarios sórdidos y con el reo teniendo que soportar en sus últimos minutos de vida insultos y escarnios de sus verdugos.

Saddam Hussein era un asesino sanguinario y cruel, y es lástima que no pudiese ser juzgado por sus otros crímenes innumerables. También es cierto que la peculiar idiosincrasia de los países árabes se recrea en las imágenes de muerte y violencia, y que en un país tan escarmentado la única posibilidad de que los ciudadanos crean que el monstruo realmente ha desaparecido es retransmitiendo en directo cómo su cuello se fractura al caer el cuerpo por la trampilla. Pero en un país ocupado por potencias occidentales debía haberse intentado demostrar que hay otras maneras de hacer las cosas. La principal, probablemente, conmutando la pena de muerte por cadena perpetua. Pero al menos, si eso no era posible o no se quería mantener esa figura con vida como referente para sus partidarios, debía haberse garantizado una ejecución digna. Con esta cruel bufonada se ha conseguido que Saddam acabe poco menos que convertido en un mártir, en un héroe al que sus verdugos casi han transformado en una víctima digna en medio de tanta barbarie. Lo que le faltaba a Irak, y a la ya deteriorada imagen de la guerra: que el monstruo ajusticiado acabe inspirando compasión.



Germont

lunes, enero 01, 2007

Lo que podemos y lo que no debemos hacer

Me preguntaba ayer mismo oyendo a Alcaraz y el clamor popular <<¡España merece otro presidente!>>, ¿que hacer cuando un gobierno no defiende a sus ciudadanos por inacción?

Hoy me añado más; aplico un oxímoron: una inacción activa; porque activa ha sido y es la contumaz disposición de nuestro presidente a serlo sólo de una parte de los españoles; porque activa ha sido y es su estrategia en el Parlamento, Comunidades por su partido o socios gobernadas, por sus medios de comunicación controlados o afines, excelsos paniaguados… para presentar al PP –total, sólo un cuarenta por cien de la población- como un partido no democrático, arriscado, de imposible diálogo con él, extremoso y franquista, sacando a relucir una Memoria Histórica que les explota en las manos, sí, también a ellos, cuando perciben que en la guerra hubo muchos abuelos.
No pueden llegar tan lejos en los caminos iniciados pero… tampoco pueden parase. El control del jefe es absoluto; el ex-González lo ha reconocido; por temor o pesebrismo nadie osa levantar la voz; por todos es conocido que es vengativo; se toma su tiempo, pero se vengará. Sólo dos mujeres se atreven: Rosa Díez y Gotxone Mora; admirables las dos; con boca pequeña un varón, Nicolás Redonda y lúcido Joaquín Leguina; hasta Savater está out.

No es un problema de un partido que fue excelentemente manipulado por Pepino y Rubalcaba en la tragedia del 11-M; es el problema de una persona y de quienes le rodean. Pero sobre todo de la persona.

Antonio Elorza -¡nada sospechoso su izquierdismo!- le definió muy bien en su artículo “La insoportable levedad de un presidente” (El País: 24/XI/06); entre otras cosas decía:

“…El presidente Zapatero puede así dormir tranquilo de cara a las próximas elecciones y tambiénpor su parte seguir ofreciendo pruebas de su peculiar estilo de gobierno que en las cuestiones deEstado conjuga recurrentemente la superficialidad en el análisis, depuradas técnicas de marketingen la presentación de la imagen y una rígida determinación para alcanzar los propios fines, mostrándose tan hábil en la maniobra como implacable en la voluntad de destrucción de sus oponentes, dentro y fuera del Gobierno y del partido. Se trata sin duda de un aforma eficaz de obtener resultados a corto plazo, con el consiguiente reforzamiento de su personalimagen de líder. Otra cosa es el precio a pagar por cada una de las operaciones, algunas de lascuales afectan de modo directo a la estructura del régimen democrático,en la medida que el contenido de cada problema resulta soslayado con tal de llegar como sea al happy end, con ZP en elcentro de la foto…” y“…Entra aquí en juego esa en apariencia insuperable ligereza de entendimiento que permite aZapatero reducir los grandes problemas políticos a un procedimiento simplificado en cuyo marcoel contenido se disuelve, los obstáculos derivados de la complejidad de lo real son omitidos,en aras de lograr como sea una solución presidida de fachada por él…”

Todo el artículo es una aguda definición.

Yo lo resumo en que toda su estrategia, fobias y filias aparte, se reduce a mantenerse en el poder por encima de todo y de todos, tanto en su partido como en la presidencia del gobierno.

Por eso insisto que el problema no hay que centrarlo en PSOE, el problema es este personaje de tan escaso bagaje y desmesurada ambición.

Aunque muchos de su partido le hagan el juego; aunque muchos de ellos nos amargaron un 12 y un 13 de Marzo, creo que no es contra el PSOE contra quien hay que ir.

Por eso creo:

No debemos hacer:

Ø Pagarles con la misma moneda que lo hicieron ellos; si acaso recordarles lo que sí hicieron; y sí abrirles los ojos de quien es su presidente y como les controla.
Si debemos hacer

Rebeldía ciudadana:

Manifestaciones ciudadanas; acudir a cuantas se convoquen y podamos asistir aunque sea con esfuerzo; significándolas en la figura del presidente. Yo cambio el eslogan:
“España no se merece este Presidente; el PSOE, tampoco”
Angel

Ya estaba descontado

Victoria Prego lo clavó en su análisis del domingo 31: el bombazo de ETA no ha sido una ruptura de la tregua, o del llamado “alto el fuego permanente”. Ha sido una vuelta de tuerca más en la negociación ante un gobierno al que saben irremisiblemente débil. ETA no ha roto las negociaciones, simplemente ha recordado a Zapatero el calvario que le tocará seguir si no avanzan las cosas por donde la banda y el nacionalismo desean. Los asesinos y sus diversos brazos políticos, y todos aquellos que sin serlo directamente comparten sus objetivos últimos, no tienen la menor intención de dejar de dialogar: se limitan a establecer oportunos recordatorios de sus poderes.

Desde ese punto de vista, tampoco debe interpretarse como un castigo a la “dureza” de un presidente que no les concede lo que quieren, sino más bien como un empujón más a quien ya ven más que dispuesto a negociar lo innegociable. No olvidemos que para ETA, y para todo el nacionalismo, que clama al unísono por que “el proceso no se rompa” (porqué será…), la presente ocasión es única y definitiva: lo que no consigan ahora difícilmente lo lograrán jamás, de ahí el brusco tirón de cuerda, a la vista de que la otra parte no está ni mucho menos firmemente plantada en sus posiciones.

Y lo peor del caso es que, analizada la intervención de Zapatero, cabe concluir que esta acción, y otras que pudieran seguirle, con muertos o sin ellos, buscados o “colaterales”, no serán obstáculo. Está meridianamente claro: “el proceso será largo, duro y difícil”, dijo el presidente en los pasillos del Congreso cuando anunció tramposamente el diálogo (“en” el Parlamento, pero no “ante” el Parlamento). El sábado, no sé si en su declaración o en respuesta a alguna pregunta, dijo “hoy ha sido un día difícil y duro, muy duro”. Evidentemente, sin “accidentes” de este tipo el proceso no sería duro ni difícil: sería largo probablemente, pero la dureza y la dificultad a que se refería Zapatero en su momento anunciaba su disposición a seguir dando todos los pasos necesarios en pos de lo que él llama la paz, pese a cuantos obstáculos surjan en el camino. Lo del sábado fue un obstáculo. Se superará. Por el momento, “se suspende cualquier iniciativa de diálogo”. Lo que Arcadi Espada tradujo genialmente por “pues yo no pienso llamarla mientras no me llame ella”. Pero como dice la canción, “si tú me dices ven lo dejo todo”.
Germont