domingo, agosto 27, 2006

Dosificando

No le conviene al gobierno retirar de una sola vez todas las estatuas y símbolos franquistas que aun pueblan la geografía española. Debería hacer, eso sí, una reseña pormenorizada, un inventario detallado de cada pieza, indicando el grado de notoriedad de cada una. Para a continuación establecer una especie de tabla de equivalencias, una especie de “retírese en caso de emergencia”.

Sabiamente administrado, este tesoro histórico puede dar mucho de sí, utilizado como nube de tinta por ese monstruoso calamar que tenemos por gobierno.

Que la policía de Zapatero detiene a dos militantes del PP por vociferar y la Audiencia nos lo tumba, retirada de estatua ecuestre. Que el dato de la inflación es malo, descuelgue de placa conmemorativa de los caídos por la patria. Que Bruselas nos da un varapalo jurídico, apeamiento de busto. Que la inmigración se desborda mientras el gobierno mata moscas, se desmonta un escudo con el yugo y las flechas de una fachada (no pasa nada: más de la mitad de España desconoce el significado y origen de ese símbolo).

Ah, y si los “peones negros” acaban encontrando algo decisivo en la trama del 11 – M, se desmantela el Valle de los Caídos y se cuelga por los pies en la Puerta del Sol el cadáver de Franco. A grandes males, grandes remedios.

Germont

sábado, agosto 26, 2006

La Semillita del Diablo

La opa de Gas Natural sobre Endesa sigue trayendo cola. El gobierno, que tomó este asunto como una cuestión de honor, o más bien como uno de esos pulsos que no se pueden perder, cosecha derrota tras derrota, humillantes varapalos políticos y jurídicos por parte de la Comisión Europea.

A estas alturas, a nadie se le oculta que se trataba de una operación política que, como dijo Rubalcaba, era un 50 % del estatuto de Cataluña. Por desgracia exageraba en la proporción, pero ciertamente la ofensiva sobre Endesa tenía una clara motivación en los acuerdos entre nacionalistas catalanes y socialistas. Probablemente, el PSOE se vio inspirado en su actuación en este asunto por el simpático estilo que caracteriza a los nacionalistas en sus comportamientos: el desprecio a la ley y a cualquier normativa que se interponga entre ellos y sus objetivos. Si a eso le añadimos que el ministerio de Industria está en manos de un experto en nada, un puro aparatchik socialista sin más experiencia que la política municipal y la lucha en el partido, y con una formación muy por debajo de lo razonablemente exigible para un macroministerio como el que ocupa, resulta evidente que cualquier contratiempo podía hacer naufragar el empeño. Si el contratiempo en cuestión es nada menos que una potentísima empresa alemana, y además ésta cuenta con el apoyo de su gobierno, el naufragio podía alcanzar ribetes de ridículo histórico.

Es lo que está pasando. Produce sonrojo rebobinar las risotadas del tal Gabarró, presidente de Gas Natural, cuando con expresión de viejo rijoso pronunciaba su sutil metáfora sobre la semillita y el embarazo. Pero ese sería un sonrojo privado, que en definitiva debería afectar sobre todo a los accionistas de la compañía. La vergüenza se socializa, y nunca mejor dicho, con las actuaciones posteriores de la “división acorazada Montilla”, que en forma de distintas comisiones nacionales y agencias estatales acudió en auxilio de Gas Natural, y desde entonces cosecha revolcón tras revolcón y avanza de derrota en derrota hacia el fracaso más absoluto. Tanto que, si no fuese por la arrogancia que muestran, por su contumacia en el error y casi en la prevaricación, producirían cierta lástima, cierta compasión ante el bombardeo jurídico inmisericorde que padecen desde todas las instancias medianamente serias a las que se enfrentan.

Aun así, ¿pasará todo esto factura al ministro Montilla en su candidatura a la Generalitat? Difícilmente sus directos rivales podrán reprocharle nada, cuando han jaleado con entusiasmo sus tropelías y sus torpezas.

A quien sí le pasa factura, sin duda, es al prestigio internacional de España. Aunque para lo que queda de éste...


Germont

sábado, agosto 19, 2006

El NODO suevo

Qui Prodest?

¿A quien beneficia? En ese tono temblón e inseguro, tan propio de sicofantes y delatores, se preguntaba en público Manolo Rivas por la autoría de los incendios en Galicia. Parecía entonces muy satisfecho con el hallazgo argumental, que el panegirista oficial de la Galiza-nación atribuía a los thrillers policíacos y no, como tal vez debiera, a la vieja y archiconocida convención legal de la que se fiaban los jueces romanos. Al tiempo, su alter ego Suso de Toro se aplicaba con celo a similar tarea que no era otra que arrojar cierta sombra de criminalidad sobre el Partido Popular.

No obstante, la terca verdad permanece empeñada en negarles la razón, poco parecen tener que ver los detenidos por incendiarios con una supuesta trama de la derecha gallega. Los implicados más bien responden al perfil clásico ya conocido desde hace años: un anciano enajenado, una bruja novata, un bombero descarriado, bastantes gamberros adolescentes…Una auténtica “pandilla basura” de desgraciados varios, de cuya desordenada conducta sólo ellos mismos pueden dar razón al juez.

¿Qué harán ahora los valientes intelectuales patrios? ¿Pedirán tal vez perdón al PP por sus invectivas e injurias? Aunque en la manifestación del pasado domingo se pudieron leer cosas tan inquietantes como “Rajoy debe morrer”, no podemos ni soñarlo, tanto Rivas como de Toro son personajes abducidos por esa ideología esquizofrénica que es mitad marxista y mitad nacionalista, uno de cuyos principios esenciales se resume en combatir con saña al enemigo con constancia de bóvido, siempre, en todo lugar, con razón o sin ella. Los fines revolucionarios son así, caminar de forma subvencionada hacia el socialismo y la independencia supone, ya se sabe, implicarse hasta mancharse, mentir, intoxicar, delatar, al fin son antes gallegos que cualquier otra cosa y la patria está por encima de todo, incluso por encima de la justicia y de la verdad.

Ya lo habíamos visto antes, cuando el lobby Nuca Máis identificaba vergonzosamente la aventura tóxica del tal Apostolos Mangouras, aquel capitán griego que más parecía fenicio, y su malhadado Prestige, con la trama negra del gobierno Aznar.

Así siguen y así seguirán, batallando contra el estado democrático español al que ya parecen considerar su archienemigo. Un estado más débil y más laxo a cada día que pasa. Anda por ahí paseándose ese célebre “barco da memoria” que más parece la escuadra de las cuentas pendientes y de la revancha institucional. El que se acerque a verlo comprobará el mimo y cuidado con el que su desaseado capitán dispone los pabellones gallego y proto-republicano en lugar preeminente de la nave, en tanto a la bandera oficial del estado español ni se la ve, ni se la espera, tan seguros están nuestros revolucionarios amigos de que, en punto de pabellones, aquí no pasa nada, que le pregunten a Ibarreche y Quintana sino.

Me ocupo de leer el programa de actos que propone en su arribada a una ciudad gallega. Ni el mismísimo Josif Stalin lo hubiera hecho mejor, se tocarán y cantarán, a la búlgara, entre discurso y discurso y en estudiada sucesión, el himno de la II República, la Internacional, “A las barricadas” y el himno gallego. Socialismo y nacionalismo juntos de nuevo y a espuertas. No es sólo nostalgia, ojala fuese eso, más parece consciente acción revolucionaria y público adoctrinamiento. Tengo para mí que a estos tipos mucho les gustaría volver a los procelosos tiempos en que los comisarios políticos se paseaban altaneramente, chupa de cuero y Luger al cinto, con la peregrina idea de liberar al común de su ensimismamiento pequeño burgués. Que de eso también hubo en la guerra, aunque el amigo Zapatero se empeñe en que miremos todos para el mismo lado. ¿Y saben quien se ocupará de leer un encendido manifiesto en loor de aquella contradictoria República? Pues el mismo Manolo Rivas, ¿curioso no?, su contable debe estar contento, aunque sus paisanos nos sintamos cada día un poco menos libres y hasta coaccionados.
Juan A. Granados

sábado, agosto 12, 2006

Fuegos y odios




Siempre piensa uno que la infamia ha de tener algún límite, y que ante alguna barrera moral la izquierda ha de detenerse en alguna ocasión. Y sin embargo, nunca dejan de superarse y sorprendernos, mostrándonos que esa visión patrimonial del poder (que por derecho les pertenece a ellos y solo a ellos) es capaz de alcanzar niveles criminales.

Con los incendios de Galicia (dejemos para otro momento analizar la capacidad de reacción de los gobiernos central y autonómico), la cuadrilla de intelectuales y periodistas de cámara del paramecio que nos gobierna ha saltado las últimas barreras imaginables y ha llegado a acusar al PP de lo que está pasando. Lo hacen, por otra parte, de la manera cobarde que suelen: diciendo pero sin decir, señalando pero sin afirmar, de forma que siempre puedan acogerse a la literalidad de sus palabras para negar lo que su espíritu manifiesta.

Ni los muertos ni la envergadura de una catástrofe que supera ya a la del Prestige sirven para que se produzca el más mínimo atisbo de honestidad intelectual o humana. Al contrario: son utilizados como arma arrojadiza, como martillo con el que tratar de fijar los últimos clavos del ataúd político del PP.

Yo mismo he oído decir hace un par de semanas, y corté en seco al parlante, que “al PP se le han muerto 50 personas en el metro de Valencia y no ha pasado nada”. Nunca oí que al PSOE se le murieran 13 personas en el incendio de Guadalajara, ni tres ahora en los de Galicia. Uno quiere pensar que la gente, la ciudadanía de a pie que no milita en el sectarismo radical que nos sojuzga, se dará cuenta tarde o temprano de en qué manos estamos, de lo que piensan quienes alumbran el camino sinuoso del habitante de La Moncloa, de a qué grado de odio y rencor nos abocan estos supuestos intelectuales apesebrados, los modernos bufones de la corte de los milagros socialistas. Y que, cuando se de cuenta, el atroz descubrimiento tendrá su reflejo en las urnas.

Pero probablemente haya que ser realista y entender que nuestra sociedad ya no reacciona ante nada, hasta el punto de que el cinismo llega a ser moneda corriente entre nuestros políticos. La última y más sonada, la de Maragall. Tras proclamar insistentemente que el nuevo estatuto uniría más a España y que no rompía en absoluto la nación, el mismo día de su entrada en vigor afirma con toda tranquilidad que ahora en Cataluña “el Estado ya es residual”, que este estatuto es prácticamente una constitución, y que ninguna región europea se parece tanto a un estado soberano como Cataluña. Es decir, la demostración palmaria de que nos estuvo mintiendo como un bellaco. Lo define muy bien Girauta: al decir que el Estado es residual, en realidad está diciendo que España es residual en Cataluña. No que el Estado como maquinaria administrativa se haya reducido hasta niveles residuales. Al contrario, ha sido sustituido por una administración elefantiásica, intervensionista y sofocante. Pero en cualquier caso no pasa nada: parece que la mentira no pasa factura, y la izquierda, que la necesita como el aire que respira, lo sabe perfectamente.



Germont

viernes, agosto 11, 2006

Un nuevo regalo de los islamistas



Esta vez habían planeado hacer estallar diez aviones de pasajeros en pleno vuelo sobre el Atlántico. Bien, siempre habrá quien diga que no son más que fabulaciones de Bush, Blair y los malvados judíos para así justificar sus campañas sanguinarias. Y quien se consuele pensando que, menos mal, esto no va con nosotros los españoles, porque ya en su momento escogimos obedecer al terror (curioso: lo estamos haciendo de nuevo, ahora en clave interna) y nos apartamos heroicamente de la primera línea de fuego.

Más allá de esas dos “escuelas de pensamiento”, tan estrechamente ligadas en su lucha común, pienso que la gente de bien, sea lo que sea eso, ha de darse cuenta de que estamos en una guerra despiadada y sin límites, en la que la situación se dirime en términos de ellos o nosotros. Que a este enemigo se le combate en Afganistán, en Irak y en Líbano, y en Nueva York y en Bali, y en Egipto y en Londres, que todo forma parte de la misma guerra y que, una vez en guerra contra un enemigo fanático, no cabe sino ganar o perder. Y si se está dispuesto a ganar hay que estarlo también a golpear con toda la fuerza. Una fuerza que nos viene dada, por supuesto, por la potencia militar y la capacidad destructiva, pero también y principalmente por la razón, la razón objetiva y absoluta.

Nuestro mundo no es perfecto; nuestro sistema occidental tiene muchos fallos y multitud de desajustes que generan injusticias y desigualdades. Pero la injusticia y la desigualdad no están instaurados como partes del sistema, sino que son desviaciones del mismo que a todos los que participamos nos repugnan, las combatimos y, en medidas y plazos que sean posibles, las erradicamos. No pueden decir ellos lo mismo. Pocas veces en la vida nos será dado distinguir con tanta claridad dónde está “el bien”, con todo el relativismo que se quiera, y tan perfectible como se pretenda, y dónde “el mal”, entendido como el oscurantismo, el despotismo, la crueldad, la opresión, el fanatismo y la violencia.
En la guerra no caben tibiezas, si se quiere ganar. El problema estriba en saber hasta qué punto nuestro bando es consciente de qué es lo que defiende y hasta qué punto está dispuesto a luchar para ello. Por supuesto que hay que regar con fondos las zonas más deprimidas del planeta, para evitar el hambre y la enfermedad pero también para impedir que éstas sean aprovechadas por gobernantes sin escrúpulos que hallan en ellas su mejor caldo de cultivo. Por descontado que hay que invertir en educación, pero sobre todo para arrancar de las manos de los fanáticos las herramientas de la enseñanza: en ningún caso para dotarles de más medios para inculcar el odio a la libertad. Claro que hay que reconocer a esas naciones los derechos internacionales, pero al precio de exigirles el respeto escrupuloso de los derechos humanos. Sí, lo sé: nosotros tampoco los cumplimos al 100 %. De acuerdo, cuando hayan llegado a nuestro nivel hablamos de ello. El tema, como decía, sigue siendo determinar cuál es el sistema que queremos defender, y ahí está nuestro enorme y vulnerable talón de Aquiles. ¿Qué defendemos: la democracia, el capitalismo, la libertad,...? Si fuésemos capaces de simplificar hasta señalar cuatro principios básicos irrenunciables de ese espacio que venimos denominando, desde un punto de vista no geográfico, como Occidente... Principios defendidos por naciones tan poco “occidentales” como Israel, o Japón, o Australia, y en cambio no asumidos por países tan geográficamente próximos como Cuba. No ha de ser tan complicado: son simplemente aquellos principios que quisiéramos para los demás porque consideramos buenos para nosotros.

En la guerra no caben tibiezas, si se quiere ganar. El problema estriba en saber hasta qué punto nuestro bando es consciente de qué es lo que defiende y hasta qué punto está dispuesto a luchar para ello. Por supuesto que hay que regar con fondos las zonas más deprimidas del planeta, para evitar el hambre y la enfermedad pero también para impedir que éstas sean aprovechadas por gobernantes sin escrúpulos que hallan en ellas su mejor caldo de cultivo. Por descontado que hay que invertir en educación, pero sobre todo para arrancar de las manos de los fanáticos las herramientas de la enseñanza: en ningún caso para dotarles de más medios para inculcar el odio a la libertad. Claro que hay que reconocer a esas naciones los derechos internacionales, pero al precio de exigirles el respeto escrupuloso de los derechos humanos. Sí, lo sé: nosotros tampoco los cumplimos al 100 %. De acuerdo, cuando hayan llegado a nuestro nivel hablamos de ello.

El tema, como decía, sigue siendo determinar cuál es el sistema que queremos defender, y ahí está nuestro enorme y vulnerable talón de Aquiles. ¿Qué defendemos: la democracia, el capitalismo, la libertad,...? Si fuésemos capaces de simplificar hasta señalar cuatro principios básicos irrenunciables de ese espacio que venimos denominando, desde un punto de vista no geográfico, como Occidente... Principios defendidos por naciones tan poco “occidentales” como Israel, o Japón, o Australia, y en cambio no asumidos por países tan geográficamente próximos como Cuba. No ha de ser tan complicado: son simplemente aquellos principios que quisiéramos para los demás porque consideramos buenos para nosotros.

Alguien sugirió, creo que a raíz de la foto de las Azores, que la ONU actual no tendría utilidad si no era capaz de enfrentarse a un desafío como el iraquí, y que tal vez sería bueno ir pensando en algo diferente, un círculo de acceso restringido para aquellos países que cumplan unos mínimos requisitos. Probablemente sea cierto: la ONU entendida como un foro de diálogo universal que une a personas que no respetan ni los mínimos principios de la libertad con democracias avanzadas no tiene demasiada lógica. Una Organización de Democracias Unidas (ODU) tendría bastante más sentido, si además contase con el potencial económico y militar de que suelen disponer los países “occidentales”. Pero para eso nuestros conciudadanos deberían tener claro qué sistema quieren defender, y a qué precio.
Germont

jueves, agosto 10, 2006

MOTIVOS POR LOS QUE ARDE GALICIA

Desde Galicia Liberal nos llega una relación de 12 importantes razones que explicaria la catastrofe que vive esta comunidad en los últimos días. Razones que no criminalizan a los ciudadanos y si al gobierno autonomo. Lo cual es una novedad.

DESMANTELAMENTO DE LA ESTRUCTURA TÉCNICA DIRECTIVA
De 8 directivos de máximo nivel, responsables de la logística de 4.000 efectivos, cesáronse a todos salvo a uno.
Cesáronse a los cuatro responsables provinciales directos del operativo de incendios.

DESMANTELAMENTO DE LA ESTRUCTURA TERRITORIAL
De los 19 jefes de distrito, máis de la mitad se cesaron.

RETRASO EN LA SELECCIÓN DEL PERSONAL DE LAS BRIGADAS
Comenzo en el mes de mayo y finalizo en el mes de julio.

INEXPERIENCIA DE BUENA PARTE DEL PERSONAL DE LAS BRIGADAS
Muchos efectivos con cuatro o más años de experiencia no obtuvieron puesto en las brigadas por mala burocracia o no poder acreditar con título el conocimiento del gallego.

REDUCCIÓN DE CUADRILLAS EN LOS AYUNTAMIENTOS

FIRMA DE CONVENIOS CON LOS AYUNTAMIENTO CON NOTABLE RETRASO
Los convenios se firmaron en los meses de junio y julio.

MALA DISTRIBUCIÓN DE BRIGADAS
En ayuntamientos, con grandes masas arboradas, no hay brigadas.

MENOS DISPOSITIVO AÉREO
Este año existen dos helicópteros menos.

MOTOBOMBAS SIN CONDUCTOR O QUE TRABAJAN SOLO UN TURNO POR FALTA DE CONDUCTORES

NO SE SOLICITO COLABORACIÓN A LAS DIPUTACIÓNES.

NO SE LIMPARON LAS CUNETAS DE LA AUTOPISTA AP-9.

LA DIPUTACIÓN DE LA CORUÑA NO HIZO LIMPIEZA DE LAS CARRETERAS CUANDO ERA SU TAREA.

miércoles, agosto 09, 2006

Árdelle o eixe atlántico



Galicia arde en un horizonte redondo que necesita más de cuatro costados para ser contado. Los medios previstos por la Xunta se muestran romos e insuficientes. El fuego, en contra de lo que se creía, no retrocede al grito de Vouche baixar os fumes y avanza imparable formando frentes de tipología novedosa, que como ustedes saben, son hilillos arracimados en forma de melena.

Es el PP, que esperaba agazapado su momento pirómano. No, son los madereros, como siempre. Pero entonces, ¿dónde está la novedad? Son los especuladores inmobiliarios. Quite, quite, son los traficantes de droga, que así entretienen a las fuerzas del orden. Son los servicios contraincendios, que así cobran las horas trabajadas. Son locos, malnacidos, aburridos, vengativos, propietarios de montes comunales, peritos agrícolas, pastores de ovejas, carniceros, taxidermistas... sólo faltan en la lista Estados Unidos, Al Qaeda y los impositores de Forum Filatélico para que finalmente podamos decir: ¿Quién es el queimador? Fuenteovejuna, señor.
Pero sea pito o sea pato, el resultado es que cualquiera puede poner en peligro la supervivencia del mítico verde gallego. Toda la autonomía del mundo sólo sirve para pedir ayuda al Ejército, a Francia o a Nunca Máis, que para estos casos siempre queda muy propio.

Hagamos un Estatuto de múltiples competencias para cagarla en muchos más ámbitos. Revisemos la historia para refocilarnos en lo desgraciado que era el ferrolano y sobre todo, consigamos que un certificado en gallego sea inútil en Asturias. Entonces no quedará un bosque desde el Aloia hasta A Fonsagrada, ni desde A Capelada a Pena Trevinca, pero nuestros bomberos sabrán perfectamente que los posesivos en gallego llevan artículo. A miña casa, o meu bosque, o meu incendio.
Váyanse ustedes a hacer gárgaras.

Jose de Cora

Bitacora de Cora

martes, agosto 08, 2006

'Catalán es todo aquel...'

¿Recordáis aquella famosa frase de Pujol? “Catalán es todo aquel que vive y trabaja en Cataluña”. Una frase más de la colección que, en función de las necesidades electorales de cada momento, guiado por la conveniencia de apaciguar posibles focos de resistencia antinacionalista, el Gran Timonel de la nación catalana pronunciaba con solemnidad litúrgica.

Pero eso era en otros tiempos. Tiempos en los que, como decía, todavía era preciso, o al menos electoralmente rentable, sosegar a quienes se inquietaban alegando una sospechada política excluyente del nacionalismo. Ahora ya se ha perdido el miedo; el triunfo parece cercano e irreversible, abajo las máscaras.

En la Feria Internacional del Libro de Frankfurt la Generalitat solo pagará viaje y estancia a aquellos creadores que escriban en catalán. Los que lo hagan en castellano, por muy catalanes que sean, oh magnanimidad gubernamental, podrán asistir, pero sus gastos deberán sufragarlos sus respectivas editoriales.

Una de las servidumbres de una obra tan magna como lo es la creación de una nación es ésta: la del exterminio real o virtual de los discrepantes, o simplemente de aquellos que no encajan perfectamente con los cánones. También en esto los tiempos han cambiado, afortunadamente para bien: en la historia abundan los ejemplos de naciones esculpidas o purificadas a golpe de espada, de cañón o de campo de concentración. Estados sobrevenidos que, en aras a la consecución del bien superior indiscutible, que es su propia y soberana existencia, se han visto obligados a ahogar en su propia sangre a los resistentes, reticentes, tibios o desafectos, e incluso a los poco entusiastas. Los países modernos y civilizados ya no recurren a tan zafios procedimientos, puesto que han encontrado mecanismos mucho más sutiles y que, sobre todo, generan una alarma social muy inferior. La espada y el cañón han sido sustituidos por la subvención y la ayuda; el pelotón de fusilamiento por los medios de comunicación oficiales y por los amaestrados; y el gulag por los silencios sepulcrales, por las ignorancias olímpicas, por las exclusiones clamorosas.

El concepto de “lengua propia”, ingeniosa y malévola añagaza que en el estatuto de 1979 se aceptó en aras al apaciguamiento siempre imposible de la insaciable fiera nacionalista, se impone con toda su crudeza: el catalán es propio y el castellano, a sensu contrario, impropio. Quien escribe en catalán es propio (o sea, uno de los nuestros), y quien lo hace en castellano es impropio (o sea, un elemento perturbador). Yo soy catalán de pura cepa, y sin embargo si escribiese lo haría en castellano. Por la razón que sea, tanto da. Y por ello, a efectos de la Generalitat de Catalunya dejo de ser catalán y dejo de poder disfrutar de los beneficios de mi “nacionalidad” y del apoyo internacional de mi gobierno.

Gran invento el nacionalismo. Un dechado de libertad, de igualdad y de justicia. Y como siempre, casi todo el mundo mirando a otro lado.


Germont

lunes, agosto 07, 2006

11 de cada mes

Un grupo de ciudadanos disconforme con la investigación del 11M ha tomado la iniciativa de reunirse el día 11 de cada mes a 20h. en distintas ciudades de forma simultánea. Pretenden transmitir a la opinión pública lo que a su juicio son dudas no resueltas sobre este caso ( mediante el reparto de folletos informativos) y su desacuerdo con la política antiterrorista del gobierno.

Las ciudades incluidas en esta primera convocatoria son:

Almería
Lugar: Cruce Rambla con C/ Obispo Orberá
Contacto: oncedecadames@hotmail.com
Córdoba
Lugar: Bulevar del Gran Capitán
Contacto: peonesnegroscordoba@gmail.com
La Coruña
Lugar: Delegación del Gobierno, Plaza de Ourense, s/n
Contacto: pitufito11m@mixmail.com
Madrid
Lugar: Atocha
Contacto: oncedecadames@hotmail.com
Málaga
Lugar: Plaza de la Constitución
Contacto: peonesnegrosmalaga@hotmail.com
Murcia
Lugar: frente a la Delegación del Gobierno
Contacto: peonesnegrosmurcia@gmail.com
Santander
Lugar: Plaza del Ayuntamiento
Contacto: oncedecadames@hotmail.com
Santillana del Mar
Lugar: Plaza Mayor
Contacto: oncedecadames@hotmail.com
Tarragona
Lugar: ante Els Despullats en la Rambla Nova
Contacto: oncedecadames@hotmail.com
Teruel
Lugar: Plaza del Torico
Contacto: oncedecadames@hotmail.com
Valladolid.
Lugar: C/Santiago-Plaza Mayor
Contacto: peonvalladolid@hotmail.com
Vigo
Lugar: C/ Del Príncipe, frente al Museo de Arte Contemporáneo
Contacto: oncedecadames@hotmail.com

La convocatoria está apoyada por Ciudadanía Democrática, Ciudadanos por la Constitución, Cordobeses por la Libertad, Coruña Liberal, Foro Liber@ "Ciudadanos por una democracia activa", Betanzos Siglo XIX, Agli, España y Libertad y Rosas Blancas por la dignidad.

Si deseas participar activamente contacta con nosotros: oncedecadames@hotmail.com

Hoy, 180 cohetes

Hoy siete de agosto, en el transcurso de la guerra del Líbano, Hezbollah ha lanzado 180 cohetes sobre Israel. 180 cohetes en un solo día, cerca de 2000 desde el inicio del conflicto. Pero como de costumbre la prensa y la progresía siguen fieles al lema “nunca dejes que la verdad te estropee una buena noticia”. ¿Van a estas alturas a cambiar su idea de que esto es una masacre indiscriminada de civiles árabes, consecuencia de una desproporcionada acción militar israelí contra un pueblo inerme, una caza de moscas a cañonazos?

Los números cantan: todo el potencial bélico de uno de los ejércitos más poderosos del mundo no acaba de doblegar la resistencia de un grupo terrorista tras tres semanas de guerra abierta. Señal evidente de que lo que hay enfrente no es un simple grupo terrorista, sino que su infraestructura, con el apoyo o el consentimiento, por complicidad o por impotencia, de las autoridades libanesas, había crecido hasta tal punto que constituía un peligro real y evidente para el Estado de Israel y sus ciudadanos. Resulta evidente también que tal abundancia de proyectiles y reservas no son posibles sin el apoyo constante e interesado de alguna potencia extranjera, como diría Aznar, “fácilmente reconocible”.

Tanto da: nada hará cambiar su enfoque a los Robert Fisk de turno, que cada día carga inmisericorde desde las páginas de The Independent y La Vanguardia contra Israel, Estados Unidos y Reino Unido, como únicos culpables, criminales y sádicos, de lo que está ocurriendo. Habrá que pensar en acuñar un nuevo término para definir a esta progresía que, fundamentalmente, es antioccidental. No podemos definirla como izquierda simplemente, porque en teoría es de izquierdas también Tony Blair, y lo han sido a menudo los líderes israelíes, y no por ello han dejado de ser blanco de sus iras. Es algo más profundo, es antisistema en estado puro. Es la alianza perpetua contra todo aquel que se oponga a nuestro sistema político occidental: democracia, capitalismo, libertad. Y sin embargo, pese a ser absolutamente minoritarios, dominan mayoritariamente los medios. Habría que analizar el porqué.




Germont

jueves, agosto 03, 2006

Los nacionalistas canarios abominan de Roma y se reivindican «norteafricanos»

El nacionalismo, cuando no puede remontarse a la historia, o reescribirla, crea el mito. En esta ímproba tarea, porque es cierto que tiene mucho trabajo esto de inventarse un mito, mucho de creatividad y de imaginación, vivimos un momento rico, fecundo y original. La redacción de unos nuevos estatutos de autonomía requiere cantidades ingentes de fantasía y floritura, de adorno y alaraca, de mostrar a los vecinos cuan oscura, como la noche de los tiempos, es nuestra historia. Si hace unos meses los nacionalistas gallegos del BNG conseguían sorprendernos, que ya es díficil, en su labor arqueológica y se remontaban hasta los suevos para dar asiento a su nueva Galicia a pachas con el PSOE, ahora, los canarios, para no ser menos, se reivindican como un pueblo «protohistórico norteafricano, que no conoció la obra civilizadora de Roma»; como si estar al otro lado del Imperio, esto es, de la civilización, fuera un plus de identidad. Los actuales canarios poco tienen que ver con aquellos guanches que habitaban las islas. Más bien con las tropas castellanas que tomaron esas tierras y sus descendientes. A más de un nacionalista canario, cuando haga ondear la bandera del «exterminio guanche», se le podría recordar la anécdota de la mexicana que recordaba a unas señora de Valladolid los asesinatos cometidos por los españoles en la plaza de las Tres Culturas; algo que ésta rebatió con un lapidario «los asesinos habrán sido sus antepasados, pues los míos no salieron nunca de Medina del Campo».


El Puntazo

martes, agosto 01, 2006

Take it easy

El PP ha presentado recurso de inconstitucionalidad contra la reforma del Estatuto de Cataluña. Por lo que he leído, aprecia incompatibilidad con la Constitución en centenar y pico de artículos. El coro de plañideras no se ha hecho esperar. Nacionalistas y socialistas se rasgan las vestiduras ante el atrevimiento de los conservadores y se apresuran a señalar su talante antidemocrático y, por supuesto, anticatalán.

Bien haría el PP en no entrar en guerra de descalificaciones sobre este tema. Calma, ante todo mucha calma, y después desdramatización. No pasa nada, absolutamente nada. Procede en este caso huir de la crispación, que es lo que reprochan siempre los periodistas y políticos de guardia al partido de la derecha. Es muy simple: el PP considera que el estatuto es inconstitucional, y el gobierno y los nacionalistas que no lo es. Nada más lógico que acudir al árbitro para que decida, y aquí paz y después gloria. Repitan conmigo: normalidad democrática. Demostraría sabiduría y astucia la derecha si enfriase el debate en estos términos, sin moverse ni un milímetro de ese argumento.

O tal vez añadiendo otro complementario: imprudente ha sido quien convocó, apoyó y estimuló un referéndum sobre un texto cuya constitucionalidad discutía casi el 50 % de la representación parlamentaria. Muy imprudente, porque si ahora el TC dictaminase la inconstitucionalidad de parte del estatuto, ¿en qué situación nos vemos? Pues justamente en la que encanta a los nacionalistas: ‘¡el Estado español contra la voluntad del pueblo catalán!’. Bien, en realidad, contra la voluntad de un exiguo treinta y tantos por ciento del electorado, pero ya se sabe que los nacionalistas no reparan en sutilezas.

Así que, en el improbable caso de que el PP aceptase consejos, se los daría en inglés, para ver si sus avezados asesores de imagen lo entienden mejor: take it easy.




Germont