Resiste, Iñaki
Venga, Iñaki, no te rindas. Tu desafío al Estado está a punto de dar sus frutos. Animo, sólo tienes que aguantar unos días más y todo habrá acabado. No nos defraudes, ahora estamos cerca de conseguirlo, todos hemos depositado muchas esperanzas en tu acción.
No puedes echarte atrás ahora, nos tienes ilusionadísimos ante la perspectiva de que realmente lleves tu reto hasta el final. No te dejes seducir por los cantos de sirena que te quieren dar la salida de convertirte en un héroe doblando el brazo de la ley, cuando puedes aspirar a la gloria máxima, a la categoría de mártir. Estamos ya tan cerca, que sería una lástima no acabar el camino iniciado. Venga, Iñaki, un pasito al frente: suprime el jamón cocido de tu dieta, en una vuelta de tuerca más. Y nada de aceptar el arresto domiciliario, si te lo dan: es una trampa. Tú, firme en tu huelga.
Por primera vez habrás conseguido algo inaudito: contentar a todas las partes enfrentadas en el conflicto. Los tuyos podrán considerarte un mártir y los demás nos llevaremos un alegrón de tres pares de narices. Bueno, menos Patxi López y Rodríguez Zapatero, que probablemente se lleven un disgusto por el contratiempo. Pero la causa lo merece. Imagina en cambio los homenajes con banderas en tu Euskadi natal, con aurreskus, aizkolaris, Arzallus desconsolado, Ibarreche dolido, Otegi lloroso,...
Venga, Iñaki: hasta el final. Ni un paso atrás. Por ellos. Por nosotros.
Germont
No puedes echarte atrás ahora, nos tienes ilusionadísimos ante la perspectiva de que realmente lleves tu reto hasta el final. No te dejes seducir por los cantos de sirena que te quieren dar la salida de convertirte en un héroe doblando el brazo de la ley, cuando puedes aspirar a la gloria máxima, a la categoría de mártir. Estamos ya tan cerca, que sería una lástima no acabar el camino iniciado. Venga, Iñaki, un pasito al frente: suprime el jamón cocido de tu dieta, en una vuelta de tuerca más. Y nada de aceptar el arresto domiciliario, si te lo dan: es una trampa. Tú, firme en tu huelga.
Por primera vez habrás conseguido algo inaudito: contentar a todas las partes enfrentadas en el conflicto. Los tuyos podrán considerarte un mártir y los demás nos llevaremos un alegrón de tres pares de narices. Bueno, menos Patxi López y Rodríguez Zapatero, que probablemente se lleven un disgusto por el contratiempo. Pero la causa lo merece. Imagina en cambio los homenajes con banderas en tu Euskadi natal, con aurreskus, aizkolaris, Arzallus desconsolado, Ibarreche dolido, Otegi lloroso,...
Venga, Iñaki: hasta el final. Ni un paso atrás. Por ellos. Por nosotros.
Germont
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