viernes, diciembre 29, 2006

La ideología liberal

Personalmente la clasificación de la política entre izquierdas y derechas la considero un error. No es posible aplicar a las ideas la clasificación que, de una manera exacta, da el papel de Tornasol, a la acidez de los líquidos, pues de manera clara e ineqúivoca se torna rojo con el ácido y azul con la base...
¿La política ha de ser clasificada en derechas e izquierdas? ¿Dónde ubicar a Hitler? Hitler era socialista (y nacionalista) Socializó la nación, la economía, el pensamiento, fue laicista (quiso sustituir a Diós por él...). Fue un izquierdista "tipo". Sin embargo, por arte de birlibirloque, lo sitúan en la derecha, en el mal. Y ahí es donde yo quería llegar. Para el común de la gente la derecha es el mal, lo contrario al beneficio común, al interés general.
De manera que clasificar la política en derecha e izquiera supone caer en la disquisición bien /mal, cuya respuesta es inmediata: todo el mundo está a favor del bien.
Por el contrario la clasificación de la poítica se ha de hacer en términos de medidas correctas, equivocadas, calamitosas... El PP pudo hacer políticas exitosas, como el PSOE. No todo lo que hace uno está bien ni todo está mal.

Bachiller

domingo, diciembre 24, 2006

FELIZ NAVIDAD
LA ADORACIÓN DE LOS PASTORES
FRANCISCO DE ZURBARÁN

Feliz Navidad y Prospero Año 2007

viernes, diciembre 22, 2006

CAMPAÑA EN APOYO A NUESTROS QUERIDOS REYES MAGOS, MARGINADOS Y OLVIDADOS

Todos los años por estas fechas sufrimos una agresión globalizadora en forma de tipo gordinflón, una manipulación de las mentes de los niños de España y del resto del universo. Ese adefesio carente del más mínimo sentido de la elegancia en el vestir, con aspecto de dipsómano avejentado y multirreincidente en el allanamiento de morada por el método del escalo, es un invento de la multinacional más multinacional de todas las multinacionales, Coca-Cola. En los años 30, cogieron al San Nicolás de la tradición Nórdica, que originalmente se paseaba vestido de obispo o de duende un tanto zarrapastroso y lo enfundaron en un atuendo con los colores corporativos (rojo y blanco). Desde entonces, generaciones de tiernos infantes de medio mundo han sido machacadas por la publicidad, alienándose hasta tal punto que piensan que un mamarracho publicitario representa todo lo bueno del ser humano. ¡Basta ya!, ¡reivindiquemos nuestras señas de identidad! ¡Abajo Santa Claus y vivan los Reyes Magos! Estos tres pobres venerables ancianos llevan dos mil años con su PYME, atendiendo únicamente al mercado español y sin intención de expandirse y están sufriendo una agresión que amenaza con destruirlos.
Reivindico la figura de los Reyes Magos porque:
- Los Reyes Magos son un símbolo de la multirracialidad y nunca han tenido problemas de inmigración.
- Los Reyes Magos son fashion total, su elegancia en el vestir no ha pasado de moda en dos milenios.
- Si no existiesen los Reyes Magos, las vacaciones se acabarían el 2 de enero.
- Los Reyes Magos son ecológicos, utilizan vehículos de tracción animal que con su estiércol contribuyen a fertilizar el suelo patrio (nada de trineos volando ni gilipolleces que no existen...)
- Los Reyes Magos generan un montón de puestos de trabajo entre pajecillos, carteros reales y multitud de gente que va en la cabalgata.
- De Papá Noel puede hacer cualquier pelagatos, pero para hacer de Reyes Magos se necesitan al menos tres.
- Los Reyes Magos fomentan la industria del calzado y enseñan a los niños que las botas se deben limpiar al menos una vez al año. Por contra, el gordinflas exige que se deje un calcetín, prenda proclive a servir de acomodo de la mugre, cuando no de indecorosos "tomates".
- Los Reyes Magos planifican concienzudamente su trabajo y se retiran discretamente cuando acaban la función.
- Santa Claus vive en el Polo norte y por eso es un amargado, los Magos son de Oriente, cuna de la civilización y por ello de una elegancia no decadente.
- Los Reyes Magos tuvieron un papel destacado en la Navidad, Santa Claus es un trepa que trata de aprovecharse del negocio y que no participó en nada en los acontecimientos de la Navidad.
- Los Reyes Magos son de los poquísimos usuarios que mantienen en pie la minería del carbón en Asturias. No lo han cambiado por gas natural ni por bombillitas horteras.
- Los Reyes Magos lo saben todo. Santa Claus no sabe otra cosa que agitar estúpidamente una campanita.
- Santa Claus es un zoquete que no respeta los sentimientos de los renos de nariz colorada. No hay documentado ningún caso de maltrato psicológico por parte de los Reyes Magos hacia sus camellos.
- Los Reyes Magos son agradecidos, siempre se zampan las golosinas que les dejamos en el plato.- Sin los Reyes Magos no se habría inventado el Roscón de Reyes.
- Finalmente, Santa Claus se pasa la vida diciendo "¡Jo, jo, jo!". Risa forzada y sin sentido. Señal de estupidez.

jueves, diciembre 21, 2006

Miedo a la libertad en el siglo XXI

La libertad lo mismo que un fluído se rige por leyes parecidas a la fluidodinámica, busca el camino con menor resistencia para llegar a todas partes y ha encontrado en este siglo XXI, la red de redes como el cauce más idóneo por el que fluir.
La constatación de este hecho sin embargo dispara las alarmas en aquellos para quienes la libertad ha sido algo secundario o incluso un estorbo para desarrollar sus planes intervencionistas y totalitarios. Esto es particularmente patente en aquellas sociedades cuyos gobiernos desprecian y temen la libertad. Es de sobras conocido el temor que la red de redes ha levantado en China y en el mundo islámico y los impedimentos, trabas y controles que le han puesto.
Precisamente por ello pudiera sorprender, que en un país, como el nuestro, supuestamente occidental, democrático y socio de la Unión Europea, se alcen voces reclamando como "absolutamente necesaria" la instauración de "instrumentos de control y de vigilancia" en internet, como ha hecho el recientemente galardonado con el premio Cervantes, Antonio Gamoneda.
Pero, ¿realmente sorprende ?, mucho me temo que no, que cuando una persona como Gamoneda, próxima al Presidente Zapatero y que confiesa"que nunca ha utilizado Internet", afirma algo parecido, hay algo más detrás; posiblemente un plan para controlar, vigilar e intervenir este nuevo cauce electrónico de la libertad.
Estoy seguro que Cervantes, se sonrojaría de ver que alguien, a quiense le ha concedido un premio que lleva su nombre, hiciera semejantes afirmaciones en contra de la libertad de expresión en pleno siglo XXI.
Jarim

miércoles, diciembre 20, 2006

Rajoy-Zapatero: To go or not to go

Mucho se está hablando estos días sobre si Rajoy debe acudir o no al encuentro al que Zapatero le ha convocado. Y el mero hecho de que exista tal debate ya nos da una medida de cómo está la situación: en cualquier país normal sería absolutamente lógico que el presidente del gobierno y el líder de la oposición se reuniesen cuando hay sobre la mesa temas de tanto calado como el denominado proceso de paz o como el futuro mismo del Estado tal y como hoy lo conocemos. Pero es que probablemente en cualquier país normal no se habría llegado a estos extremos de zozobra e incertidumbre, y menos aún procediendo de una etapa estable y próspera como la que antecedió al actual gobierno socialista.

¿Qué sucede para que parte importante de la opinión pública conservadora se pronuncie, si no abiertamente en contra, que también los hay, sí desconfiadamente remisa ante la celebración de este encuentro, que debiera ser normal? Pues creo que se puede resumir de forma muy sencilla: hasta ahora, en todas las ocasiones anteriores, Rajoy ha sido engañado miserablemente por el presidente Rodríguez. Miserablemente y con ostentación: le ha ocultado información, le ha prometido cosas y comportamientos que no ha tardado ni 24 horas en incumplir y le ha utilizado cuando le ha convenido para hacerse la foto del supuesto consenso, ofreciendo diálogo y talante a raudales, que en pocas semanas se han convertido en posiciones inasumibles para el partido de la derecha.

Zapatero es un formidable embaucador, un encantador de serpientes que ha hecho de la falta absoluta de principios una norma de conducta y una estrategia política. Y aún así, Rajoy ha de ir, porque una vez más se le pone en el brete de quedar como intolerante y no dialogante si no acude. Ahora bien, debería, y confío que esta vez lo hará, tomar algunas precauciones. Una opción imposible, pero encantadora, la he oído hoy en boca de un amigo: que la reunión se celebrase ante la prensa. Sin preguntas, pero ante testigos de lo que ambos líderes se dicen. Impensable, y sin embargo sería la culminación de la transparencia. Puestos a soñar, ¿imaginan el mismo criterio aplicado al diálogo con ETA? ¿Nunca se han preguntado qué lo impide? Pues que allí está pasando precisamente lo que nos dicen que no está pasando: que están sobre la mesa cuestiones esenciales del futuro de España, y su propia existencia.

Pero volviendo a la entrevista en La Moncloa, ¿qué puede hacer Rajoy ante lo que se prevé como una nueva encerrona? Probablemente explicar antes de entrar, con toda claridad, qué preguntas le va a hacer al presidente. Y a la salida, con la misma claridad, qué respuestas concretas ha obtenido, o qué evasivas se le han dado. Explicar a Zapatero de entrada que al finalizar el encuentro se transmitirán a la prensa con pelos y señales los términos de la charla. Y preguntar por lo que todos queremos saber: de qué se está hablando con ETA; si existen líneas rojas en la negociación, y cuáles son; si Navarra está en juego; si Batasuna estará en las próximas elecciones; si se está dispuesto a reconocer el derecho de autodeterminación; si habrá medidas a favor de los presos etarras. Excepto la primera, todas las preguntas admiten, exigen de hecho, un sí o un no por respuesta. Y Rajoy ha de trasladarnos a los ciudadanos cuál ha sido la reacción del presidente ante cada una de ellas. Esa sería la gran utilidad del encuentro, y esa la justificación de que se celebre.


Germont

Rajoy-Zapatero : To go or not to go

Si yo fuera Rajoy, exigiría que el encuentro se hiciera con periodistas y cámaras delante, aunque todos calladitos, sin chistar. Que "la ciudadanía" pudiera saber de primera mano qué cosas piensa su presidente y qué argumentos tiene para defender lo que piensa.

Bachiller

Rajoy-Zapatero :To go or not to go

Una forma de actuar es que llegue Rajoy a la Moncloa, saludos de rigor, una sonrisa, breve, una foto, las menos posibles, y para adentro, pero con insistencia, así como diciendo, entra que nos vamos a poner a hablar pero ya mismo.

Y luego dentro, lo primero, si es que no se ha producido todavía esa rectificación que acertadamente reclama en su carta. Pedirle de manera taxativa que al final de la reunión, si habla, que pida disculpas.

Que no…. Pues puede irse o seguir. Pregunta directa: ¿se está negociando Navarra como cesión a los terroristas para que dejen las armas? ¿Si? ¿No?

Siguiente: ¿Se está negociando el acercamiento de presos como cesión a los terroristas para que dejen las armas? ¿Si? ¿No?

Otra: ¿Se está negociando la reducción de las condenas como cesión a los terroristas para que dejen las armas? ¿Si? ¿No?

Y así, todas las que se crean oportunas.

Luego, en la rueda de prensa siguiente, si es que ha sido que no o no se ha manifestad claramente por el si, no se admiten preguntas y respuesta institucional en el Palacio de la Moncloa, sede del Gobierno de la Nación española. Con esas palabras, “Nación española”.

El presidente del Gobierno no sólo no quiere el apoyo del PP para acabar con ETA sino que está mas interesado en llegar a acuerdos con los terroristas cediendo en cuestiones tales como: Navarra, acercamiento de presos, reducción e incluso, parecemos sospechar, liberación de los condenados incluso con delitos de sangre… etc… etc. Y si no sale a continuación y niega lo que yo he dicho, lo dicho dicho queda.

Y se va.

Sin dar opción a nadie a preguntar, repreguntar. No es una rueda de prensa, es una declaración de intenciones que ya se le había hecho en el Parlamento y que no ha tomado en consideración. Cuando cambie de actitud, ya se verá si se habla con el Presidente o no. Es decir, si le llama para oficializar claramente con luces y taquígrafos que ha cambiado de actitud, se volverá a ir. Si no….. NO.

Esto es una idea de cómo creo que se debe lidiar este toro. El no ir ahora y no decir ni tan siquiera eso, sería usado por la manipulación mediática para zurrarle de lo lindo. Ir y no mostrarse firme, en su casa, en la sede del Gobierno de la Nación, y no dar opción a manipulación de palabras que no estuvieran previamente estudiadas sería un error. Eso sí sería un error.

Bastiat

martes, diciembre 19, 2006

Nunca hubo víctimas


Imagino que el siguiente escalón en la estrategia del gobierno respecto a ETA (ya no me atrevo a decir frente a ETA) será negar que jamás hayan existido víctimas del terrorismo. Después de lanzar, como gran demostración de la falacia de la AVT, la especie de que uno de los participantes en la cabecera de la manifestación no era en realidad una víctima, no queda más que negar que el terrorismo haya causado alguna vez alguna víctima. Probablemente los tullidos se automutilaron, los difuntos fallecieron de muerte natural o por suicidio, o tal vez nunca murieron, como Elvis, y los secuestrados tuvieron en realidad una escapadita con sus amantes. Me disculparán este humor negro, pero es que no se me alcanza a imaginar qué pretende el PSOE insultando de esta manera a las víctimas. Muy nerviosos han de sentirse para llegar a este extremo de infamia, que ni siquiera puede reportarles réditos electorales… o así quiero creerlo. O muy claro han de tener que sólo les vale el enfrentamiento frontal y a muerte, sin cuartel ni prisioneros. Mucho les ha de ir en el envite, si no no se entiende que alcancen estos grados de miseria moral. Bien es cierto que la catadura de personajes como José Blanco o Diego López Garrido debería tenernos ya curados de espantos, y preparados para afrontar cualquier golpe bajo, pero éste es superior (inferior, más bien) a todo lo imaginable.

En ocasiones, más que las decisiones políticas, por graves y equivocadas que sean, basta un gesto que demuestre el nivel moral de quienes nos gobiernan para comprender que nada bueno puede esperarse. Ha estado bien Rajoy plantándose con una durísima carta. Espero que su colofón sea suspender la prevista reunión del viernes en la Moncloa si antes no se ha producido la disculpa que exige.


Germont

lunes, diciembre 18, 2006

Devastador día

A veces se dan circunstancias para dejar de ver la botella medio llena.
Hoy tengo una.
Rajoy se va a entrevistar con Rodrígez Zapatero.
Pero...¡eso es positivo! exclamará la mayor parte de la grey española.
Puede ser verdad; pero no verdad.
Sólo sé que me produce desazón.
¿Qué se puede hablar con un contumaz embaucador?
¿Cómo se puede presentar Rajoy ante quien tiene cámara presta a inmortalizar su propia y única prestancia?
¿Que puede decir él ante quien tiene discurso y respuestas del encuentro aun no celebrado?
No, no sé, no sé nada; más bien yo no iría; dejaría que discurso y respuestas del encuentro, incluso con montaje fotográfico de mi asistencia, se hicieran públicos pero sin mí.
Mientras, me fotografiaría con las últimas freeker del mundo rosa en la Puerta de Alcalá a la misma hora, Notario presente.
Ángel

Disensiones en la federacion nacionalista de CiU

Y como muestra, lo expresado por Duràn i Lleida en su carta semanal a la militancia de Uniò Democràtica de Catalunya, afirmando: "Cansa veure sempre com l'opinió d'Unió és una discrepància amb CDC i, en canvi, la de CDC passa a ser la posició de CiU"que traducido sería:"Cansa siempre ver como la opinión de Unió es una discrepancia con CDC y, en cambio, la de CDC pasa a ser la posición de CiU".

Podeis leer el texto íntegro de la carta en:http://www.unio.org/actualitat/detall_noticies.asp?id=6126

domingo, diciembre 17, 2006

La deriva de CiU

Si CiU, una vez ganadas las elecciones y perdido el gobierno, se dedicó casi un mes a desacreditar el gobierno tripartito hablando de ilegalidad del pacto, y de dos presidentes en Cataluña, uno real y uno legal(que también Jordi Pujol se encargaba de recordar), ahora toca la segunda parte: el ataque directo a la 'españolización' de Cataluña que suponen Montilla y los socialistas.

Mientras los cachorros convergentes afirmaban en su Congreso que Cataluña no es España con el Estatuto en la mano, Mas denunciaba quela presencia de Montilla en el acto de la Constitución en Madridsignifica que el presidente quiere 'disolver Cataluña en España' yhasta aparecía un Jordi Pujol beligerante alertando de la posibilidadde que se instale una "etapa postnacional", que según él convertiría aCataluña en "una provincia, un departamento francés o tal vez unaComunidad Autónoma".

Mientras tanto los Departamentos d`Esquerra, a excepción del decultura, retiran la bandera española de sus fachadas.

CiU ha optado, pues, por la vía radical, la del nacionalistaindependentista, para la segunda parte de su 'brillante oposición',con la pretensión de querer convertirse en la "casa común del nacionalismo". Esta obsesión de Mas de querer sobrepasar a ERC entemas identitarios nacionalistas, ya les ha costado los primerosenfrentamientos en el seno de la federación de CiU. Una deriva peligrosa para el dirigente nacionalista de cara a sus votantes, pero más peligrosa por Cataluña por una vertiente legal: laConstitución es la primera norma del marco legal español, y por lotanto, catalán, y se tiene que cumplir; pero además personal: criticando la españolización como algo negativo, Mas insulta intencionadamente, a los millones de catalanes que nos sentimos españoles. Toda una oposición irresponsable.

Jarim

jueves, diciembre 14, 2006

Legítima defensa: Caso Tous

El yerno de la familia Tous está metido en un buen lío. Y lo está básicamente por que vive en un país como España, y en concreto en una comunidad como Cataluña. Bien, esto último es un arma de doble filo: podría suceder que finalmente salga bien parado precisamente por pertenecer a una muy reconocida y prestigiosa familia catalana. Pero no debería ser ésta la cuestión.

Por lo que se va sabiendo (la verdad sólo está en el sumario), la tesis de la legítima defensa en sentido estricto hace aguas: al parecer el tiroteo se produjo en la calle y no en el interior de la finca; no se ha encontrado ningún arma en poder de los supuestos asaltantes; el fallecido presenta un disparo tras la oreja, es decir, en una posición poco acorde con la situación alegada. Insisto en que todo esto está recogido de la prensa, y por lo tanto es susceptible de ser falso o inexacto. Ahora bien, es evidente que este hombre no es un asesino, un criminal peligroso con elevado riesgo de fuga. Con retirarle el arma reglamentaria parece suficiente, y a mi juicio resulta excesivo encarcelarle sin fianza. ¿Significa esto que esté uno defendiendo la posibilidad de que cualquiera con permiso de armas pueda pegarle un tiro impunemente a un tercero que le resulte sospechoso? No, en absoluto. Pero pongámonos en situación.

Hace días que se registraban movimientos sospechosos en torno a la finca. En casa de una de las hijas se habían producido robos y habían aparecido micrófonos. Días atrás un crío de cuatro años fue secuestrado por una banda de atracadores. En verano, la ola de asaltos alcanzó grados de psicosis colectiva. En este contexto, las cámaras de la finca de los Tous detectan la presencia de cuatro intrusos en el jardín. Se avisa a la policía, pero el encargado de seguridad se adelanta y se encuentra con cuatro individuos en dos vehículos, que aparentemente están saliendo de la casa. En ese momento intenta detenerles y se produce algún tipo de incidente que termina con la muerte de uno de los supuestos asaltantes.
Falta por conocer el currículum del detenido y del fallecido, e identificar a los huidos. Por de pronto, la juez ha encarcelado al otro extranjero por tentativa de robo, así que se descarta que “pasaba por allí”. Pero está claro que hemos llegado a un punto en el que la gente tiene miedo, y sobre todo tiene la triste convicción de que ha de defenderse a sí misma ante la irrupción de peligrosas bandas de delincuentes violentísimos, procedentes en general de países del este de Europa. Por un despliegue precipitado, por la absurda voluntad política de establecer los menores lazos posibles con los cuerpos de seguridad del Estado, o por las razonables reservas que suscita el recién designado conseller de Interior, la confianza en la policía autonómica para garantizar la seguridad de los ciudadanos está en crisis, lo cual provoca que la seguridad privada esté experimentando un auge desmesurado.
Valorar la proporción entre la amenaza y la reacción siempre es materia compleja. Pero hay una cosa clara: ni el muerto ni el detenido estarían en sus respectivas situaciones si el primero no hubiera entrado en casa ajena con intenciones evidentes. Esa es una verdad incontrovertible, y debería ser suficiente para que, de momento, el acusado estuviese en libertad hasta la celebración del juicio. Para rizar el rizo, la viuda del asaltante muerto ha anunciado, no sé desde qué país, que se constituirá en acusación particular y ejercerá acciones legales. El mundo al revés.

Germont

miércoles, diciembre 13, 2006

Sorrocloco: Otra resolución judicial regalada

Esta vez, el auto de archivo de la querella presentada por la AVT contra el imbécil de Sorrocloco, hermanísimo del Ministro de Justicia que se permitió decir que a Alcaraz el tocó la lotería el día en que ETA asesinó a su familia.

El tal Sorrocloco será un impresentable, un indeseable, un miserable, un desgraciado, un cobarde y cuantos epítetos más se quieran añadir. Pero esa barbaridad que escribió en su blog no es "enaltecimiento del terrorismo", y por lo tanto ningún juez de la Audiencia Nacional tenía más opción que archivar la querella. Tampoco para esto hacen falta muchos cursos de derecho, de verdad. Sólo un poco de sentido común. Como dice el auto, para perseguir este tipo de delitos "existen otros cauces procesales perfectamente predeterminados en nuestra legislación procesal, pero de ninguna manera se puede utilizar la vía de la jurisdicción especializada de la Audiencia Nacional". Vamos, que esto son toda probabilidad son injurias y calumnias, pero nunca enaltecimiento del terrorismo. Y las injurias y calumnias no corresponden a la Audiencia Nacional.

Con lo cual volvemos a lo de siempre: ¿para qué se plantean este tipo de actuaciones, es posible que sean tan torpes los asesores de estas entidades? Seguro que a estas horas ya tenemos al Sorrocloco de las narices alardeando de su victoria en el blog. Otro regalo de Navidad.


Germont

lunes, diciembre 11, 2006

MURIO PINOCHET ¿Pinoqué?

Toda la prensa nacional, casi a toda plana: MURIO PINOCHET. Alguien lo apuntó en el Foro el otro día, creo que Aldonza, con ocasión de su enfermedad: ¿y qué?

Porque vamos a ver, Pinochet es ese general que allá por 1973 dio un golpe de Estado en un lejano país del Cono Sur, que durante años ejerció una férrea dictadura sobre su pueblo, que a los 16 años de mandato tuvo la idea, insólita para un dictador de convocar un referéndum, perderlo y respetar el resultado, y que un año después entregó el poder al candidato surgido de unas elecciones. Es decir, que Pinochet dejó de ser mandatario de su país en 1990, si no cuento mal. Hace nada menos que 16 años. ¿Y la defunción natural de este fulano de 91 años es noticia que justifica informativos especiales y sesudos debates?

Si nos guiamos por el triste balance de la represión, veremos que, pese a la fama, el tal Pinochet no ha sido, ni de lejos, el más sanguinario ni pertinaz de los mandatarios autoritarios que poblaron el subcontinente americano en el siglo XX. Infinitamente mayor fue la represión en Argentina, y muchísimos más golpes se han sucedido en Bolivia, y Colombia aventaja en decenas de miles de muertos a Chile, y Castro sigue tiranizando Cuba casi 50 años después, y.... Por no irnos más allá y buscar dictadores brutales en Africa, Asia o en la misma Europa comunista, hasta la década de los 80.

¿Cuál es la fascinación de Pinochet, qué hace de él el icono del odio universal? Posiblemente su cinismo, su ausencia total de arrepentimiento, incluso su imagen, prototipo del dictador de república bananera, aunque Chile no lo fuese ni de lejos como muchas de sus vecinas. Aquella legendaria foto con las gafas negras, el bigotito recortado y los brazos cruzados, tal vez. Los uniformes llenos de entorchados, las capas, los bastones de mando y las gorras elevándose hasta lo inverosímil, quizá, esa estética de reminiscencias nazis...

Pinochet, Pinochet... ¿cuál sería su secreto?
Germont

Tres preguntas (III)


¿Estamos dispuestos a convivir con un cierto grado de violencia terrorista a cambio de no perder determinados valores?
Pregunta dura donde las haya, que además siempre se corre el riesgo de llevar al terreno de la demagogia si la adornamos con la apostilla de “¿y si te pasase a ti?”: ¿estamos dispuestos a convivir con un cierto grado de violencia terrorista a cambio de no perder determinados valores?

¿Puede el Estado, cualquier Estado, garantizar la absoluta ausencia de violencia de cualquier tipo, común o política? El tráfico produce cada año miles de muertos. Sí, lo sé: no es comparable porque, en términos generales, no interviene la intencionalidad, aunque a menudo sí la temeridad o la imprudencia. El Estado desarrolla campañas de todo tipo y va reduciendo la mortalidad, pero aún así las cifras son aterradoras. Evidentemente no habría muertos si se prohibiese la circulación de vehículos. Y sin embargo, asumimos que eso es imposible y aceptamos como un peaje trágico convivir con la muerte en ese terreno.

La violencia doméstica, ahora llamada de género, se cobra decenas de víctimas cada año. Y el Estado intenta, como es lógico, reducir esas cifras, pero es evidente que resulta impensable que alcancemos una situación en que nunca un hombre mate a su mujer o compañera. Igual que ningún Estado, por policíaco que sea, podrá garantizar a sus ciudadanos o súbditos que nunca jamás ninguno de ellos sea víctima de una agresión o un robo con violencia en plena calle. Se pueden reducir los índices a niveles suecos, por decir algo, y aún así ahí no se consiguió evitar que el primer ministro y una ministra fueran asesinados en plena calle.
Tal vez podría impedirse cualquier tipo de violencia si, entrando en el terreno de la ciencia ficción, imaginásemos un policía por ciudadano, o toda nuestra vida controlada por cámaras, o incluso un sistema que, como en aquella Minority Report que protagonizara Tom Cruise, previese nuestros crímenes antes de producirse. Pero claro: habríamos dejado por el camino otros valores fundamentales, más probablemente que la seguridad absoluta. La libertad, la dignidad, el estado de derecho, por ejemplo.
En el caso de la violencia terrorista existe un factor que la diferencia de los otros tipos de violencia que acabamos de citar a título de ejemplo. En teoría, puede ser eliminada por un procedimiento muy simple: dándoles a los terroristas lo que piden, o facilitándoles una salida “honorable” cuando se hallan en un callejón sin salida (en el que sólo ellos, por cierto, se han metido). Y he ahí la cuestión: es por eso, y sólo por eso, que estamos hablando de un proceso de paz. Porque se les va a dar algo a cambio de que renuncien a la violencia. Esa negociación no se desarrollaría nunca con atracadores de bancos, parricidas o conductores imprudentes. Es decir, con ellos se asume que se puede convivir con un cierto grado de violencia a cambio de no renunciar a nuestra libertad, al estado de derecho, a la dignidad que supone no negociar con criminales, o incluso al mismo funcionamiento de la economía, si de la hipótesis de prohibir la circulación de vehículos hablásemos. Todos esos valores hacen que el siniestro peaje en vidas humanas, mejor cuanto más pequeño, pase a un segundo término igual que nos resignamos a que mucha gente muera de cáncer o a que un tsunami se lleve por delante a 200.000
¿Por qué entonces con el terrorismo, la más perversa de todas las causas de muerte violenta, no hemos de asumir que la libertad, la dignidad y el estado de derecho bien merecen que el esfuerzo se centre en acabar con el fenómeno, en lugar de sentarse a hablar con ellos de sus pretensiones? Porque no olvidemos que el terrorismo mantiene además otra diferencia respecto a los otros casos citados: a diferencia de los asesinatos digamos pasionales, de las muertes por imprudencias al volante, o de los fallecimientos en el curso de hechos delictivos comunes, el terrorismo sí puede ser erradicado por el Estado. Luego si un determinado gobierno, que acepta como inevitable un determinado peaje en vidas humanas, sitúa la paz como valor absoluto al afrontar otro fenómeno contra el que podría luchar con posibilidades de éxito, y decide sentarse a hablar con los asesinos en lugar de acabar con ellos, parece evidente que alguna otra motivación se encierra tras la muy elogiable ansia de paz.

Tres preguntas (II)

¿Tiene ETA alguna parte de razón en sus reivindicaciones?
La segunda pregunta transcurre por los mismos senderos. Es evidente que para el nacionalismo vasco, e incluso para el catalán, la banda terrorista tiene objetivos, que, si hacemos abstracción de sus métodos, son no sólo legítimos, sino compartidos plenamente: derecho a la autodeterminación e incorporación de Navarra, básicamente. Y un origen que en alguna medida consideran que la legitima: haber nacido bajo el franquismo y por tanto, se supone, como luchadores contra la dictadura.

E igual que en la primera pregunta, nuevamente el cambio respecto a la situación anterior se da cuando uno de los dos partidos nacionales empieza a mostrar serias dudas sobre la respuesta a dar a esa pregunta, a dejar entrever fisuras, cuando no grietas, en el entramado de convicciones que hasta hace poco parecían constituir la garantía de permanencia de nuestro sistema político. Vacilaciones que tienen que ver con dos cuestiones.

Por una parte, un cierto afán deslegitimador de las actuales instituciones por hallar su anclaje todas ellas, y los textos legales en que se basan, en la transición y en consecuencia en el propio franquismo. De forma no siempre expresa, el actual gobierno, y muy personalmente su presidente, apuesta de forma decidida por una especie de ruptura, de revancha frente al franquismo, que se demuestra con leyes como la de recuperación de la memoria histórica, la propuesta que parece está considerándose de revisar los juicios celebrados bajo el franquismo, el elogio constante como referente a la Segunda República y su constitución, y la voluntad nada disimulada de conectar aquella época con la actual saltándose poco menos que todo lo sucedido entre ambos momentos. Por ejemplo, si el propósito de revisión de juicios celebrados en tiempos de la dictadura sale adelante, ¿qué impedirá que sean revisados los de los etarras? De ahí a su rehabilitación pública va un paso, si consideramos que con los parámetros actuales esos procedimientos no contarían con las garantías jurisdiccionales propias de una democracia. La resurrección de la división social entre vencedores y vencidos, entre reprimidos y represores, fase que se quiso dar por superada en la transición, lleva indefectiblemente a que los terroristas de ETA bajo el franquismo estén alineados con los reprimidos, lo cual ya les otorga una cierta legitimidad.

Y la otra cuestión que se abre paso día tras día en las filas del socialismo es la de entender que, sin armas por medio, absolutamente todo es discutible y legítimo, sin considerar cuestiones fundamentales como el ámbito de decisión, como la evidente manipulación nacionalista de la educación y los medios, como la permanencia de la intimidación aun con ausencia de asesinatos, como la responsabilidad que le incumbe a un partido nacional de garantizar la existencia misma de la idea de España y defenderla frente a lo que evidentemente la pone en peligro. Y ahí se olvida un principio elemental, que podría identificarse con la propiedad conmutativa: el orden de los factores no altera el producto. Mato porque no me das lo que pido es exactamente lo mismo que dejo de matar porque así me vas a dar lo que pido. Tendría que transcurrir al menos tanto tiempo como ha existido el terrorismo para que pudiesen plantearse en igualdad de condiciones los objetivos que ETA ha reivindicado. Dos generaciones sin terrorismo, con algunos otros retoques en el sistema que permitiesen una gestión imparcial de enseñanza y medios, podrían garantizar tal vez un foro de debate incontaminado, y solo entonces y no antes podría discutirse sobre la legitimidad de ésas u otras pretensiones. No parece que el PSOE esté por esperar tanto y garantizar esa descontaminación del debate.

Tres preguntas

Pienso que el problema de la negociación con ETA se traduce en tres cuestiones primordiales, aunque cada una de ellas se bifurca luego en otros interrogantes:

¿Se puede vencer a ETA policial y judicialmente?
¿Tiene ETA alguna parte de razón en sus reivindicaciones?
¿Estamos dispuestos a convivir con un cierto grado de violencia terrorista a cambio de no perder determinados valores?

La primera pregunta admite dos respuestas diferentes y contrarias según la limitemos a la propia ETA o la ampliemos al denominado “problema vasco”. Desde mi punto de vista sí se puede vencer a ETA policial y judicialmente, y de hecho los gobiernos anteriores al actual lo estaban consiguiendo, a base de trabajar esos dos frentes más el financiero y el diplomático. Cuestión distinta es pretender que la derrota digamos “militar” de ETA resuelve por sí misma el conflicto vasco. Ahí la respuesta es no, pero abre a su vez otro interrogante interesante: ¿qué quedaría del conflicto vasco sin ETA? O dicho de manera más cruda: ¿qué sería del nacionalismo vasco sin nadie que sacudiese el árbol de las nueces? O aún más claro: ¿podría ser la derrota de ETA el principio del fin del problema vasco, aunque su conclusión se demorase aún unos lustros; podría ser el punto de inflexión?

Lo cual a su vez plantea cuestiones de más enjundia, que básicamente se traducen en una esencial: ¿interesa acabar con ETA por la vía estrictamente represiva? Puede parecer una pregunta escandalosa, y de hecho hace un tiempo lo era si se refería a los dos partidos de ámbito nacional. No lo era, en cambio, si la planteábamos en el ámbito de los partidos nacionalistas vascos: es evidente, aunque suene muy duro, que ni al PNV ni a EA les conviene una derrota exclusivamente policial de los terroristas. Digamos que “el conflicto”, basado en un supuestamente amplísimo sentir social en pro de la soberanía, quedaría muy devaluado si su manifestación más visible, la que en definitiva demuestra de manera diáfana la verdadera e intolerable existencia de ese “conflicto”, pudiese ser zanjada mediante unas docenas de detenciones y condenas.

El problema surge cuando, en la actualidad, uno de los dos grandes partidos nacionales parece haber perdido el interés por una derrota policial de ETA. No estoy afirmando que el PSOE esté a favor de los terroristas, por supuesto. Pero sí que todo parece indicar que sus prioridades han cambiado, tal vez precisamente por su convicción de que la banda ha perdido buena parte de su peligrosidad como factor desestabilizador de la democracia y el Estado. Quizá se le ha encontrado otra utilidad, en el mejor estilo de las operaciones de inteligencia. En el último Bond, el servicio secreto decide que el peligroso broker de los fondos de los terroristas de medio mundo no ha de ser eliminado, sino que se le ha de colocar en una situación tan desesperada que acuda a los propios servicios secretos en busca de ayuda a cambio de las informaciones que posee. El PSOE piensa que puede obtener del terrorismo y de todo su entorno (y a ese término que cada uno le dé el contenido que considere oportuno) un rendimiento político, consistente en la perpetuación en el poder a cambio de ahorrarle una derrota humillante. El interés, estando como está relativamente desactivada la banda como potente maquinaria terrorista, ha pasado a girar en torno a la posibilidad de utilizarla (insisto, a ella y a todo su entorno) como instrumento para expulsar al PP de la alternancia en el poder, interés que por supuesto la propia banda comparte, por la cuenta que le trae.

viernes, diciembre 08, 2006

Cui prodest?


El Supremo ha desestimado la querella contra Zapatero, el gobierno en pleno y no sé quién más por las reuniones mantenidas con Batasuna. Es uno de los más claros ejemplos de cómo dar argumentos al adversario, es como atacar una posición enemiga y tener que replegarse dejando en poder del rival todo el equipo y la munición. Otros letrados más versados que yo habrá para opinar, pero creo que a cualquiera con un par de cursos de derecho se le habría alcanzado que esto no iba a ningún lado. Tanto es así que, si fuésemos mal pensados, podríamos plantearnos incluso qué se pretendía con esta iniciativa. La consecuencia es que ahora el gobierno presume, sin razón por supuesto, pero presume, de que la justicia avala el diálogo con ETA – Batasuna. Evidentemente, el Supremo no avala nada, sino que simplemente ha declarado que un supuesto concreto que se ha sometido a su consideración no es constitutivo de delito. Pero permite al denunciado exhibir y utilizar orgullosamente la resolución, y darle carácter general.

Es lo que suele suceder cuando algunas asociaciones o particulares creen descubrir la piedra filosofal en las querellas y denuncias, tal vez aconsejadas por algún letrado con afán de notoriedad, o movidas por intereses espurios. No estoy diciendo en absoluto que esto responda a una estrategia preconcebida, pero parece indiscutible que si se hubiese querido preparar no se hubiera podido hacer mejor, y que el gobierno y el PSOE deberían estar inmensamente agradecidos a los firmantes de la querella.

Los tribunales de justicia no están para eso, y las querellas contra presidentes y ministros por actuaciones de tipo político son auténticos brindis al sol que no llevan a ninguna parte. Y en ocasiones no sólo eso, sino que brindan al querellado una serie de instrumentos de los que no disponía para defender unos hechos que debían haberse mantenido en el terreno de la censura política y moral, pero no jurídica.


Germont

jueves, diciembre 07, 2006

Más Constitución

Que a los nacionalistas les altere tanto la fiesta de la Constitución es realmente paradójico, pero a la postre tan solo es demostrativo de la esquizofrenia a que nos ha llevado un sistema nacido de la mala conciencia de una nación, la española, que incomprensiblemente ha llegado a creerse opresora de las llamadas comunidades históricas. En Barcelona, y esto es sólo un ejemplo puramente anecdótico, hoy los autobuses lucen banderolas. ¿Cuáles? La de Cataluña y la de Barcelona. Parece el día adecuado, probablemente el único del año, para que se desempolven de los almacenes municipales las banderitas rojigualdas. Pues no, ni siquiera hoy. O sea, celebremos pero sin que lo parezca, conmemoremos sin que se note. Que no nos puedan decir que no celebramos, pero que no nos puedan reprochar, horror, ser españolistas.

Hablaba de paradoja, y así es, puesto que la Constitución es precisamente la que legitima la existencia de todos estos poderes autonómicos y pseudonacionales y paraestatales, la existencia presupuestaria (la única realmente importante) de esta pléyade de “nacioncillas rabiosas”, en feliz expresión de Vidal Quadras. Pero el desempeño de su papel como doncellas ofendidas hace que precisamente esperen alborozados esa fecha para poder propinar una ofensa gratuita pero vistosa a “Madrid”, madre de todos sus males y padre de todas sus opresiones. Qué sería de un nacionalista sin su desplante anual del día de la Constitución… Me consta que en las semanas inmediatamente anteriores esperan impacientes el correo para ver si llega la invitación, ¡para poderla rechazar!

Y es que claro, los nacionalistas llamados históricos no quieren que ni por un momento pueda parecer que su legitimidad emana de ese texto legal. Ya se sabe que lo suyo es ancestral, anterior a la Constitución y probablemente a las propias Tablas de la Ley, a poco que indagásemos. Esta Constitución no es más que un escollo que se interpone en el camino que les ha de llevar nuevamente a la plenitud nacional. Eso sí: es el texto legal que les ha facilitado el acceso a sus puestos actuales, bien confortables y remunerados. Pero ya sabemos que si perciben puntualmente su sueldo, bastante superior al del presidente del gobierno de España, es por imperativo legal, tapándose la nariz.

Nuestra Constitución es manifiestamente mejorable, y no precisamente en el sentido que pretenden los nacionalismos ni la progresía más delirante, sino justamente en el contrario. Pero es lo que tenemos, es la última salvaguarda que nos queda a quienes creemos en la idea de España y, aunque en ocasiones la maldigamos por su imprevisión y su flexibilidad rayana en el contorsionismo, deberíamos aprender a buscarle los entresijos para frenar la hemorragia de competencias y facultades que el Estado está padeciendo. Ajustando válvulas, cambiando juntas, sellando fugas y reduciendo la presión puede durarnos unos cuantos años más. Y para muchos que vivimos en esas nacioncillas rabiosas, es la salvaguarda de nuestra libertad. La Constitución es la garantía de nuestros derechos como ciudadanos españoles. Y es que en ciertos lugares del país, más libertad se traduce como más Constitución. En suma, como más España.




Germont

domingo, diciembre 03, 2006

No es lo mismo

En 1999, a nadie se le pasó por la cabeza que el Partido Popular, y Aznar menos que nadie, pusiese en peligro el entramado constitucional, la unidad de España o la autonomía de Navarra. Quizá conviene recordar que incluso entonces muchos no estuvimos de acuerdo ni siquiera con la idea de sentarse a hablar con ETA, porque partíamos y seguimos partiendo de la base de que no hay nada que hablar con una banda de asesinos. Y fuimos muchos también los que sentimos que la cabeza nos daba vueltas cuando oímos a Aznar referirse al movimiento vasco de liberación. Pero insisto en que teníamos la confianza, y ésa es la diferencia fundamental con el momento actual, de que estábamos en buenas manos, y de que una vez puestas las cartas sobre la mesa el Estado no iba a ceder en nada más que, tal vez, medidas de gracia o aplicación laxa de la política penitenciaria.

Aún así, repito, muchos estábamos en contra incluso de esas medidas, puesto que ya había quedado sobradamente acreditado con anterioridad que las amnistías e indultos no habían servido para acabar con ETA. Y la continuación de la “lucha armada” después de esas medidas graciosas no podía acabar teniendo como premio, una vez más, el perdón de la sociedad.

La negociación fracasó porque, como había vaticinado desde buen principio Mayor Oreja, era tan sólo una trampa preparada de consuno por todo el bloque nacionalista vasco en unos momentos en que, dos años después del asesinato de Miguel Angel Blanco, la sociedad española estuvo a punto de dar un vuelco definitivo a la situación. El nacionalismo institucional tuvo que salir en defensa de los sacudidores de árboles porque en la derrota de éstos estaba la suya propia, si persistía la reacción de la ciudadanía.

Tan sólo la existencia de este precedente de fraude por parte de ETA ya debería ser suficiente para diferenciar la situación actual y la de hace siete años. Suponiendo que Aznar se dejase tentar en aquellos momentos por los cantos de sirena de una tregua falsa, esta falsedad luego demostrada sería motivo bastante para que el PP se opusiese ahora a que el gobierno caiga en una trampa semejante. Pero el PSOE prefiere editar vídeos en los que se tergiversa la realidad, antes que aprovechar la experiencia del partido entonces gobernante. Si por algún lado hay deslealtad no es evidentemente por parte popular, lo cual demuestra una vez más que el objetivo último del “proceso”, en realidad, no es la paz, sino la aniquilación política del PP.


Germont

sábado, diciembre 02, 2006

Hay que decirlo

El catalán vive la época más esplendorosa de su historia. Dos televisiones públicas de ámbito autonómico e infinidad de emisoras locales, tanto de radio como de televisión, emiten única y exclusivamente en catalán. La enseñanza pública se desarrolla casi totalmente en catalán. La administración autonómica tiene transferidas todas las competencias en materia lingüística, cultural y educativa. Toda la documentación de la Generalitat y de buena parte de los ayuntamientos está únicamente en catalán, mientras que las administraciones estatales (Hacienda, Seguridad Social, Justicia,…) elaboran por el contrario sus formularios en ambos idiomas, y admiten que el ciudadano se dirija a ellas en catalán, si lo desea. Se pueden celebrar juicios en catalán, se presentan declaraciones de renta en catalán, existen D.N.I. bilingües… pero ningún documento oficial de las administraciones catalanas puede obtenerse en castellano. El Boletín Oficial del Estado edita una versión en catalán. Todo eso son hechos constatables, no opiniones

Y sin embargo, en la capital de Cataluña, en el siglo XXI, hay ciudadanos que son agredidos en plena calle por pedir que pueda escogerse el castellano como lengua de enseñanza. En la segunda ciudad de España hay comerciantes que con sancionados por no rotular sus establecimientos en catalán. En la cosmopolita y progresista Barcelona hay oficinas públicas en la que puede denunciarse anónimamente a quienes no utilicen el catalán en sus comunicaciones comerciales. En la dinámica capital catalana, quien quiera acceder a una ayuda pública ha de hacer declaración jurada de que en su empresa se utiliza adecuadamente el catalán. En la televisión pública de Cataluña, comunidad en la que al menos el 50 % de la población tiene el castellano como lengua materna, se invita a un tertuliano a explicar porqué está utilizando el castellano. En la Barcelona que reivindica un aeropuerto plenamente internacional, varias compañías han sido expedientadas por no disponer de tarjetas de embarque, billetes y adhesivos para las maletas en catalán. Todo eso también son hechos, no opiniones.

Conviene recordarlo, pese al silencio de la inmensa mayoría de los medios catalanes, porque esta misma semana un profesor ha sido agredido en plena calle por recoger firmas a favor de una educación no ya en español, sino bilingüe. Hará tres semanas un universitario recibió una paliza por lucir una camiseta con el emblema de un partido no nacionalista. Otro estudiante, éste más joven, halló su vehículo seriamente dañado justo después de manifestar públicamente en su clase que votaría a ese mismo partido. Las formaciones políticas no nacionalistas ven con frecuencia cómo sus mítines son reventados por sus adversarios.

Cataluña no vive en un estado de violencia manifiesta. Pero sí existe un clima de presión y de tensión que tan solo se desarrolla en un sentido, y nunca en el otro. Solo unos sancionan, amenazan, agreden, coaccionan. Solo unos son intolerantes con las actuaciones privadas de los otros, y nunca a la inversa. Y para mayor ironía los que así actúan son los que afirman estar oprimidos. No es cierto: el catalán no es una lengua oprimida ni en peligro de desaparición desde el momento en que ya casi dos generaciones han sido educadas exclusivamente en esta lengua. El tema no es por lo tanto la defensa de un idioma, sino la voluntad más o menos encubierta de arrinconar al otro bajo el pretexto de la protección del catalán. Conviene decirlo. Porque aunque leyendo los medios catalanes parezca que no, todo esto está sucediendo en la Cataluña del siglo XXI.


Germont

viernes, diciembre 01, 2006

Análisis del "govern d'entesa" (vulgo tripartito v.2.0)

Ya conocemos el presidente, el programa electoral, y la composicióndel gobierno tripartito bis. Analizando los tres elementos delgobierno podemos llegar a una conclusión clara: este tripartito es unacontinuidad del primero. Es una continuidad en el presidente, porqueMontilla ya actuó de 'presidente en la sombra' como hombre del aparatoy de Zapatero en Cataluña: creando el tripartito y destruyéndolo. Esuna continuidad en el programa electoral porque el 'Documentoprogramático' de la 'Entensa Nacional del Progrés' es una copia casiidéntica del Pacto del Tinell y de sus propuestas no realizadas.
Pero además supone una continuidad con respecto a la composición delgobierno, no sólo porque repiten siete de los quince consejeros, nosólo por la falta de la paridad en un gobierno donde las mujeres representan un 33% del gabinete (ahora que se debate la paridad porley en los consejos de administraciones de las empresas). Es un modelo de continuidad porque volvemos a un gobierno de equilibrios de poderinternos de partido.
A nivel personal:Ernest Maragall entra en la Consejería de Educación siendo el primer consejero en la última década sin relación con el mundo de la enseñanza, y Monserrat Tura en la Consejería de Justicia, siendo la primera consejera sin estudios legales, todo para contentar al 'sector maragallista' del partido. Estos días hemos podido ver la batalla interna de ERC entre Carod yPuigcercós por las competencias y el protagonismo en el seno del gobierno.
Y a nivel competencial con la distribución de las competencias siguiendo estos equilibrios: Las políticas de juventud, inmigración y mujer dejan de tener unaconsideración 'global' interdepartamental en el Departamento dePresidencia para tener un sesgo más asistencial en el Departamento deAcción Social y Ciudadanía.
Las políticas de universidades, de investigación y de sociedad de lainformación, pierden su carácter de consejería y su unidad de acción ypasan a depender, los dos primeros del Departamento de Innovación,Universidades y Empresa y el tercero del Departamento de Gobernación yAdministraciones Públicas.
Las políticas de suelo se rompen en dos, perdiendo la Generalitat, de esta manera, la unidad de acción necesaria para impulsar una políticade reducción del precio del suelo. Así, suelo residencial dependerádel Departamento de Medio Ambiente y Vivienda, y suelo industrial delde Política Territorial y Obras Públicas.
Las políticas sociales se dividen entre la actuación del Departamentode Acción Social y Ciudadanía que hará las actuaciones, y el de Gobernación que tendrá la coordinación y la gestión de la red de equipamientos cívicos y sociales, y la sensibilización cívica y socialy el apoyo a las entidades y el voluntariado.
Un gobierno en el que ERC sale reforzada ganando un peso notable quepone en evidencia el giro de las políticas nacionales a las políticas sociales de Montilla.
Esquerra tendrá todas las herramientas de construcción nacional: en el Departamento de Carod, la política exterior, la política lingüísticade la Generalitat, y el deporte; en el Departamento de Puicercós eldespliegue de las leyes territoriales y electorales; y en el Departamento de Cultura, la cultura y la actividad reguladora de los medios de comunicación públicos y la relación con los medios decomunicación de la Generalitat.
Jarim

Tocando el pito

La Delegación del Gobierno de Madrid ha abierto un procedimiento administrativo al militante del PP José Antonio González de la Rosa por manifestarse en contra de los imputados del Hospital Severo Ochoa sin tener autorización para ello. Además, según explica La Razón, habrá de hacer frente a una sanción de 600 euros por "pitar con un silbato de forma provocativa y reiterada".

Esto es interesante. Urge elaborar un catálogo científico de pitos, pitidos, silbatos y silbidos, que determine cuáles de ellos pueden considerarse provocativos. Porque lo de reiterados parece cuestión pacífica. O sea: piii piii piii piii piii, es sin duda un pitido reiterado. Pero provocativo... ¿piiiipirriipiiiiii (pausa) pí, tal vez?

Pienso que una comisión parlamentaria podría clasificar los pitidos y tipificarlos después en función de su gravedad, oportunidad, intencionalidad y estridencia. ¿Es alevoso un pitido emitido por la espalda? ¿Atenta contra los derechos de la mujer el clásico silbido del obrero desde el andamio al paso de una señora de buen ver? Bueno, o de cualquier cosa con faldas, que no están los obreros para grandes exigencias. Y los pitidos al árbitro de fútbol, ¿son pitidos en defensa propia, ya que el colegiado sin duda ha pitado antes? ¿Gozan los pitidos de la guardia municipal de presunción de veracidad y oportunidad? ¿Sufre la agravante de nocturnidad un pitido emitido tras la puesta del sol? ¿Merece castigo diferente el pitido manual, emitido por el tradicional sistema, que nunca he conseguido, de introducir los dedos en la boca, que el pitido mecánico efectuado valiéndose de cualquier tipo de silbato? El silbo canario, ¿puede ser también provocativo y por tanto sancionable, o está protegido culturalmente con independencia de su intencionalidad? Y el que silba y mira al techo disimulando, ¿desarrolla una actividad justificada? Y en aquellas antiguas piruletas con silbato incorporado, ¿cómo se demuestra la comisión del crimen, si el silbante ha ingerido el arma del delito y por tanto la prueba determinante? El silbido de la tetera, ¿es responsabilidad de su dueño? ¿Debe prohibirse por militarista la famosa marcha del Coronel Bogey, de "El Puente sobre el río Kwai"? Ni los silbidos ultrasónicos podrán quedar fuera de la normativa sancionadora, puesto que aunque la policía no los perciba, sus perros sí.

Urge una reglamentación en este tema, ante la intolerable vocación silbante de los militantes del PP. Si es que la derechona no respeta nada. Mira que silbar... Se empieza silbando y se acaba dando un golpe de estado, así que mejor cortar de raíz.

Germont