viernes, noviembre 09, 2007

NOTA DE LOS OBISPOS DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL TARRACONENSE SOBRE MATERIALES PEDAGÓGICOS EDITADOS POR LA GENERALITAT DE CATALUNYA


Los Departamentos de Salud y de Educación y la Secretaría de Juventud del Departamento de Acción Social y Ciudadanía de la Generalitat de Catalunya, han editado los opúsculos “A mí también me pasa. ¿Y a ti?”y “Hazlo tuyo!”, «dirigidos», según las palabras de su presentación oficial, «a jóvenes y adolescentes (entre 10 y 16 años) con el objetivo de facilitar el conocimiento, el cuidado del propio cuerpo y hábitos y conductas saludables, como el sexo seguro y la prevención del VIH/SIDA.

Los obispos de la Conferencia Episcopal Tarraconense, procurando ayudar a los fieles cristianos y todos los que tienen un afán sincero por defender la dignidad de la persona humana, especialmente los padres y educadores, nos sentimos con la responsabilidad de decir una palabra sobre este hecho, que consideramos de gran trascendencia social y cultural:
1. Reconocemos la oportunidad que tienen los responsables del Gobierno de Catalunya, dentro de sus competencias legales, de contribuir a la lucha preventiva contra la enfermedad del SIDA.
2. Aun así, lo que se presenta en estos materiales didácticos como una clase de higiene o medicina preventiva, tanto en su formulación («hábitos y conductas saludables») como en su contenido, de hecho va más allá del ámbito estrictamente científico-terapéutico, y se introduce en el terreno de los valores fundamentales y de su transmisión. Así, incluye una valoración del cuerpo humano y de la sexualidad, un concepto específico de amor interpersonal de la pareja desvinculado de la familia, una valoración del enamoramiento, de la homosexualidad y la heterosexualidad, de la relación afectivo-sexual de los adolescentes y jóvenes, y de varias prácticas sexuales.
3. Estas materias pertenecen esencialmente a la ética y a la educación moral, y, en consecuencia, los primeros responsables son los padres: ellos son quienes tienen en primer lugar el deber y el derecho de definir los valores, organizarlos y transmitir los a los hijos.
4. En este sentido, consideramos inaceptables estos materiales por el hecho que rebasan las competencias propias del poder político, el cual no puede imponer ni favorecer una determinada ideología sino que se debe limitar a garantizar la preservación de la salud de los ciudadanos y el pluralismo legítimo de ideas y opciones educativas.
5. Si los responsables de la campaña se echan atrás en esta intromisión, todo el mundo saldrá beneficiado. Se beneficiará el poder político, porque no pisará un ámbito que no le corresponde y demostrará con hechos que acepta y promueve la legítima diversidad social más allá de si la comparte o no. Y se beneficiarán los padres, tanto los creyentes como los no creyentes, porque todos tienen el mismo derecho de ejercer su responsabilidad como educadores de sus hijos, sin una influencia ilegítima que muchos d’ellos consideran negativa. Y, desde luego, y en primer lugar, los niños.
6. Consideramos que la sexualidad humana es algo más profundo, positivo y humano que el concepto que quieren transmitir los opúsculos mencionados: creemos que la sexualidad humana no es un juego para disfrutar, sino aquel apoyo físico y psicológico del encuentro amoroso entre el hombre y la mujer, en el ámbito de la familia, y que, por lo tanto, debe ser educada como se han de educar todas las capacidades afectivas, para que sean instrumento de un verdadero amor con todo lo que esto comporta. Es este nivel básico el que puede ser más efectivo en la lucha contra el SIDA, y es precisamente esto lo que estos opúsculos omiten.

Tarragona, 6 de noviembre de 2007

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