Jesús de Polanco y la democracia española
Por Lugo liberal
De todos los tributos y recuerdos rendidos a Jesús de Polanco en la hora de su muerte –y vaya por delante que sólo cabe desear que descanse en paz y tenga suerte, ahora que se iguala a todos los demás mortales-, la mayoría deslizados en tono hacia el panegírico, temo que el más ajustado a la realidad es el de Jesús Cacho en El Confidencial.
[...] pocos proyectos editoriales nacieron con un capital de ilusión como el que encabezó un diario El País nato, prácticamente, con las libertades. Pocos ejemplos hay tan notables de derroche.
Dice Cacho que una palabra de Jesús de Polanco hubiera servido para hacer mucho y bueno por las libertades en España. Una sola. Puede que exagere. Quizá sobrevalora el poder de ese “cañón Bertha” y sus editoriales. Pero pudieron haberlo intentado, la verdad. Pudieron haberlo intentado.
A todos, del Rey abajo –y nunca mejor dicho- compete la responsabilidad de que hayamos terminado por tener una democracia tan sumamente imperfecta que, a veces, cabría decir que se reduce al derecho de voto. Los españoles creen vivir en democracia porque eligen, dentro del menú del día, a sus representantes. Supongo que, sí, todos han tenido que ver en que, en este país, jamás se haya hecho verdadera pedagogía de las libertades. Todos han contribuido a que no se distinga lo medular de lo accesorio, la Libertad de las técnicas destinadas a mantenerla. Todos, en fin, son responsables del deterioro de las instituciones, difícil de creer en unos pocos años como los que, en suma, han transcurrido desde la muerte de Franco. [...]
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De todos los tributos y recuerdos rendidos a Jesús de Polanco en la hora de su muerte –y vaya por delante que sólo cabe desear que descanse en paz y tenga suerte, ahora que se iguala a todos los demás mortales-, la mayoría deslizados en tono hacia el panegírico, temo que el más ajustado a la realidad es el de Jesús Cacho en El Confidencial.
[...] pocos proyectos editoriales nacieron con un capital de ilusión como el que encabezó un diario El País nato, prácticamente, con las libertades. Pocos ejemplos hay tan notables de derroche.
Dice Cacho que una palabra de Jesús de Polanco hubiera servido para hacer mucho y bueno por las libertades en España. Una sola. Puede que exagere. Quizá sobrevalora el poder de ese “cañón Bertha” y sus editoriales. Pero pudieron haberlo intentado, la verdad. Pudieron haberlo intentado.
A todos, del Rey abajo –y nunca mejor dicho- compete la responsabilidad de que hayamos terminado por tener una democracia tan sumamente imperfecta que, a veces, cabría decir que se reduce al derecho de voto. Los españoles creen vivir en democracia porque eligen, dentro del menú del día, a sus representantes. Supongo que, sí, todos han tenido que ver en que, en este país, jamás se haya hecho verdadera pedagogía de las libertades. Todos han contribuido a que no se distinga lo medular de lo accesorio, la Libertad de las técnicas destinadas a mantenerla. Todos, en fin, son responsables del deterioro de las instituciones, difícil de creer en unos pocos años como los que, en suma, han transcurrido desde la muerte de Franco. [...]
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