domingo, febrero 04, 2007

Difícil elección


Realmente difícil lo tiene Rodríguez Zapatero para elegir entre los dos caminos de la bifurcación que tiene ante sí. Quizá le pueda servir de ayuda ver las imágenes de la manifestación de ayer en Madrid (sí, ésa que La Vanguardia por boca de Joaquim Rollán denomina de “Los hijos de la ira” y que ayer la tira cómica del mismo diario ridiculizaba a través de un señor que llamaba por teléfono a la sede del PP y para aceptar asistir pedía un bocadillo, un autobús, una pancarta, un chándal y una bolsa de deporte). Tenga el presidente esas imágenes a mano, y sostenga en la otra mano las de la concentración de hoy en el País Vasco, donde los 19 prófugos de Jarrai han escenificado su entrega – espectáculo entre puños en alto, vivas a ETA y reivindicaciones de independencia.

Es cierto, hemos mejorado ostensiblemente: en los mítines de los abertzales ya no se corea el viejo éxito “ETA mátalos”, lo cual sin duda constituye una muy esperanzadora muestra de evolución. Pero mire el presidente los rostros de los participantes en ambos actos, observe las banderas que exhiben, compare sus gestos y, sobre todo, vea lo que piden. Sí, ciertamente: en la de Madrid se pedía a gritos su propia dimisión, pero no se deje distraer por eso: entra en su sueldo, no me sea ahora tan sensible. Diga el presidente si está con quienes enarbolan la bandera de España como símbolo integrador de una nación en la que caben todos, o los que esgrimen la ikurriña como bandera que representa para ellos la exclusión e incluso el exterminio físico de quienes no comulguen con sus ideas. Elija entre quienes se emocionan al escuchar los acordes del himno nacional y quienes corean los vivas a los asesinos.

Y si no le bastan las imágenes, por que la “alta política” ha de estar por encima de los sentimientos, tome papel y lápiz y divida la página por la mitad mediante una línea vertical. A continuación, anote en un lado del folio quiénes están a favor de negociar con los terroristas aunque hayan matado a dos personas hace apenas un mes, y en el otro lado relacione quiénes están en contra. Descubrirá con sorpresa, si su sagacidad no se lo ha hecho notar antes, que quienes figuran en la primera lista comparten en buena medida los objetivos (que no los métodos) de ETA: derecho de autodeterminación y consiguiente soberanía; generosidad hacia los presos; correr un tupido velo sobre el dolor de las víctimas para que ese dolor no condicione esa “alta política”. Y que quienes ocupan la segunda lista se aferran a términos como justicia, libertad, estado de derecho o democracia.

Difícil elección, vive Dios.


Germont

No hay comentarios: