lunes, enero 22, 2007

El discurso que Rajoy nunca pronunciará en el Congreso

"Señor Presidente, nos ha engañado usted muchas veces. Personalmente, a mí me ha engañado usted más de una vez, abusando de la lealtad institucional que como líder de la oposición debo al presidente del gobierno.

Mi partido y yo seguimos en la firme convicción de que entablar cualquier tipo de diálogo o negociación con terroristas es un error, un inmenso error. Creemos firmemente, además, que una mayoría de la ciudadanía española comparte con nosotros no sólo esa convicción, sino la repugnancia ante la idea misma de sentarse a la mesa con los asesinos de tantos de nuestros compatriotas.

Ahora bien. En ocasiones las situaciones son las que son y no las que nos gustaría que fuesen. Lo cierto es que usted, con su actitud a mi juicio absolutamente irresponsable, ha creado en la ciudadanía una esperanza de paz. Totalmente infundada por dos razones fundamentales: porque no estamos en guerra, y porque en cualquier caso con ETA no se puede negociar seriamente, tal y como nosotros mismos tuvimos ocasión de comprobar cuando gobernábamos. Esa experiencia, por cierto, es una de las principales razones por las que no consideramos que su negociación con ETA sea una buena idea. Las otras razones son menos prácticas y entran en el terreno de los principios morales, y por lo tanto es muy difícil que usted las entienda, y lamento decírselo así.

Pero como le decía, la realidad es la que es, y a esa esperanza hay que darle una salida. Los españoles, sean votantes suyos o míos, no merecen que su gobierno haga el más espantoso de los ridículos y que además su imprudencia les coloque en situación de riesgo. Eso que usted denomina el proceso de paz, y que yo preferiría llamar el imperio de la ley y la justicia o el triunfo del estado de derecho, no es cuestión que pueda quedar al albur de los cambios de gobierno. Es algo que, una vez iniciado en la forma que usted lo ha hecho, que no es la nuestra, y ya que usted evidentemente sigue dispuesto a ello, ha de implicar al principal partido de la oposición, que más pronto que tarde asumirá nuevamente las tareas de gobierno en España. Si los terroristas se sientan a hablar con el gobierno de España, han de saber qué es lo que piensa el otro partido que en este momento no está en el gobierno, pero que lo estará en un futuro que yo auguro próximo. Han de saber que lo que ahí se comprometa y lo que ahí se niegue será así gobierne quien gobierne.

Desde ese punto de vista, el Partido Popular le ofrece hoy su mano tendida y su apoyo más leal. Hasta tal punto es leal y sincero, que estamos dispuestos a participar directamente en los contactos que tengan lugar. Ha dicho usted en multitud de ocasiones que no le guía un afán partidista en el objetivo de acabar con el terrorismo. Debemos creerle, ya que quien habla es el presidente del gobierno de España. Y por eso estamos seguros de que aceptará sin demora esta propuesta, que es al propio tiempo una exigencia, de que una delegación del principal partido de la oposición, designada por mí y aceptada por usted, participe en los contactos con ETA o su entorno, salvaguardando siempre, como es lógico, la preeminencia de los representantes del gobierno.

Con ello se consiguen una serie de objetivos, todos ellos positivos, y no dudo de que usted lo valorara así: por una parte, se priva a ETA de cualquier pretexto en la línea de dudar si los compromisos que pudiesen adquirirse serían respetados por otro gobierno de otro signo. En segundo lugar, se dota al gobierno de una fuerza democrática insuperable para hacer frente a cualquier exigencia inaceptable que pudiese plantearse por los terroristas. En tercer lugar, se exhibe ante los españoles una imagen de unidad sin duda reconfortante tras las tribulaciones de los últimos meses. En cuarto lugar, se aprovecha la experiencia acumulada por ambos partidos en sucesivos intentos negociadores.

Le repito que desapruebo rotundamente el fondo y la forma en que usted ha iniciado este proceso, que sigo resistiéndome a llamar de paz. Ahora bien: puestos ante la realidad de que el gobierno de España no puede quedar en ridículo ni sus ciudadanos indefensos; tomándole a usted la palabra respecto a su absoluta carencia de intereses partidistas en este asunto; y en la convicción de que dice usted la verdad cuando afirma que no va a haber concesiones inconfesables a los terroristas a cambio del cese de su actividad criminal, el Partido Popular le ofrece su colaboración más leal en los términos indicados, con el compromiso añadido de que la sin duda firme actitud del gobierno en este diálogo será escrupulosa y detalladamente transmitida a la opinión pública para que pueda valorar, más allá de inclinaciones políticas, los resultados de una iniciativa que, recordémoslo siempre, ha partido del gobierno que usted preside, y muy personalmente de usted. Al césar lo que es del césar. El ciudadano tiene derecho a saber.

No cabe, creo, mayor muestra de la unidad que ustedes nos reclaman que ésta que le brindo. Estoy seguro, por lo tanto, de que será aceptada con la misma lealtad con que la planteo. Señor Presidente, el Partido Popular está a su lado frente a ETA. Detrás de usted, si lo prefiere. Pero en todo caso cerca, muy cerca. Sólo tiene que decirnos dónde y cuándo, y no estará sólo."

Germont

1 comentario:

Anónimo dijo...

es que si hicieseese discurso seria lelo perdido; mejor dicho suicida como ya dijo; solo te puedo decir que Mariano Rajoy ha llevado esta crisis muy bien, en Marzo hizo el paripé pues el sabe del pacto de sangre de 200 muertos del binomio de 11 letras Zapatero-ETA; a puerta cerrada dice que Zetape es un HP; asi de claro; leete este informe y me cuentas
http://spanishexpatriates.googlepages.com/PoderdeInternetcontraZPensusegundoaniversario.pdf