¿La segunda infancia de España?
Días antes de morir, Eduardo Dato afirmó que “Aquí no pasa nada; aquí no ha pasado nunca nada” Pero Ramiro de Maetzu, reflexionó contrariamente a dicha afirmación: “Sin embargo sabemos que en todos los países suceden cosas graves, sobre todo si se vive en la incertidumbre de que hayan de ocurrir y no se dedica uno con toda el alma a impedir que sucedan”
El empeño de Rodríguez por apoyar un mal Estatuto para los catalanes, y resto de españoles, será causa de males peores. Su propósito de “sacar como sea” un mal texto y esperar a que “escampe” será causa de mayores problemas...
Sigamos a Maeztu: “Pocas cosas muestra la historia con mayor claridad que la imposibilidad de acomodarse al mal para evitar males mayores. El mal surge en la historia para que lo combatamos. En cuanto intentamos acatarlo para “evitar males mayores” estamos perdidos, porque el mal nunca es limitado. El mal que aparece lleva siempre detrás de sí un mal mucho mayor, que no se muestra sino cuando tiene confianza en el triunfo. El mal asoma la puntita del alfiler tan solamente para que lo toleremos. En cuanto consigue hacerse perdonar, enseña detrás del alfiler un puñal de Toledo…”
Nada de esto es nuevo. Rosa de Luxemburgo denunció así a otros antecesores de Rodríguez en la manía de emprender experimentos sociales: “El remedio que han encontrado Trosky y Lenin es peor que los males que la democracia pueda producir”
Pero Rodríguez es terco y confiado; avanza firme y seguro en su ideal de construir una España nueva, y limpia “como la patena”. Quiere improvisar un cambio, sin saber muy bien qué, ni para qué.
Menéndez Pidal , caído en desgracia para este Gobierno, ya pronosticó sobre otros experimentos sociales y culturales: “Un pueblo nuevo puede improvisarlo todo , menos la cultura intelectual. Un pueblo viejo no puede renunciar a la suya sin extinguir la parte más noble de su vida y caer en una segunda infancia muy próxima a la imbecilidad senil”
El empeño de Rodríguez por apoyar un mal Estatuto para los catalanes, y resto de españoles, será causa de males peores. Su propósito de “sacar como sea” un mal texto y esperar a que “escampe” será causa de mayores problemas...
Sigamos a Maeztu: “Pocas cosas muestra la historia con mayor claridad que la imposibilidad de acomodarse al mal para evitar males mayores. El mal surge en la historia para que lo combatamos. En cuanto intentamos acatarlo para “evitar males mayores” estamos perdidos, porque el mal nunca es limitado. El mal que aparece lleva siempre detrás de sí un mal mucho mayor, que no se muestra sino cuando tiene confianza en el triunfo. El mal asoma la puntita del alfiler tan solamente para que lo toleremos. En cuanto consigue hacerse perdonar, enseña detrás del alfiler un puñal de Toledo…”
Nada de esto es nuevo. Rosa de Luxemburgo denunció así a otros antecesores de Rodríguez en la manía de emprender experimentos sociales: “El remedio que han encontrado Trosky y Lenin es peor que los males que la democracia pueda producir”
Pero Rodríguez es terco y confiado; avanza firme y seguro en su ideal de construir una España nueva, y limpia “como la patena”. Quiere improvisar un cambio, sin saber muy bien qué, ni para qué.
Menéndez Pidal , caído en desgracia para este Gobierno, ya pronosticó sobre otros experimentos sociales y culturales: “Un pueblo nuevo puede improvisarlo todo , menos la cultura intelectual. Un pueblo viejo no puede renunciar a la suya sin extinguir la parte más noble de su vida y caer en una segunda infancia muy próxima a la imbecilidad senil”
Bachiller
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