Israel::Encrucijada post-electoral

Más allá de cierto escepticismo de la población, que determinados medios de comunicación se han encargado de aumentar, es mucho lo que está en juego en estas elecciones israelíes.

Los comicios determinarán el futuro mapa geopolítico de toda una región convulsionada por un conflicto que desde hace décadas inflama a todo Oriente Medio.Aunque pocos apostarían a día de hoy por ello, estas elecciones pueden representar el punto de partida para relanzar un proceso de pacificación, que garantice la seguridad del estado de Israel. Tras la desaparición del sistema tradicional de partidos en Israel, como consecuencia del nacimiento de un nuevo partido: Kadima, la desaparición del último gran líder Ariel Sharon y finalmente la victoria de Hamas, ahora llegan para Israel unos momentos cruciales.

Así pues el vencedor en las urnas, que todo apunta a que será Ehud Olmert, el sucesor e incondicional de Sharon y actual líder de Kadima, deberá enfrentarse a varios desafíos. Ante todo debe garantizar la seguridad de los israelíes, no solo amenazada por ataques terroristas palestinos, sino también por el denominado "eje del mal" formado por Libia-Siria y el Hezbollah por un lado y la amenaza nuclear iraní por otro. Olmert deberá también conseguir una coalición de gobierno lo suficientemente amplia como para poder llevar a cabo su plan de retirada unilateral de Cisjordania y establecer unas fronteras seguras y definitivas para Israel.

Sin embargo la cuestión más delicada, con la que Olmert deberá enfrentarse es que hacer y como afrontar al nuevo gobierno palestino de Hamas, en este punto y a pesar de las declaraciones moderadas de quien será su futuro primer ministro, Ismail Haniyeh , hay un claro consenso entre los israelíes, en que resultará imposible tratar nada con este grupo terrorista mientras no reconozca la existencia y legitimidad del estado de Israel, no abandone la violencia y se comprometa a perseguir a los otros grupos terroristas palestinos, en definitiva a actuar como un gobierno responsable. Esta actitud de Israel, a buen seguro será criticada en diversos medios y se tratará de vender como una actitud intransigente, algo que hoy en día no se entiende muy bien cuando hay muchos políticos en el mundo occidental, no demasiado lejos de nosotros, capaces de venderse por un plato de lentejas y anteponer los intereses partidistas y personales a la dignidad e interés de un estado de ciudadanos.

En este marco resultará clave el apoyo que el nuevo gobierno israelí reciba de la comunidad internacional, algo de lo que sinceramente nos sentimos un poco escépticos por lo que se refiere a la UE, donde en este momento y seamos realistas la causa israelí no despierta grandes entusiasmos, UE que por otra parte es incapaz de mantener una actitud de firmeza frente a los enemigos de Israel, baste recordar el tibio papel de los gobiernos europeos frente a la amenaza nuclear iraní y que con tal de mantener sus contratos de crudo no les importa mirar hacía otro lado. En este rompecabezas, como siempre, resultará crucial el papel de los Estados Unidos, aliado número uno de Israel, aunque en este momento la situación les coja preocupados por la solución al conflicto iraquí. Por eso ahora más que nunca Israel necesita el apoyo de sus amigos.

Jarim