Acto en Barcelona
Ayer varios miembros del Foro hemos asistido al acto que organizaba Convivencia Cívica Catalana. Ha sido un acto peculiar, del que hemos salido, según comentábamos luego, con un sabor agridulce.
En el lado positivo, la masiva afluencia de público. Una periodista a nuestro lado ha contado los asientos dispuestos por la organización: 1050. Pero gran número de gente ha quedao en los pasillos y llenando los espacios libres de la sala, con lo cual calculamos que aproximadamente había unas dos mil personas. Emocionante el gran número de banderas españolas, y también la actitud, por primera vez muy beligerante, de parte del público, que apostaba con sonoros gritos de "vamos a la calle" por salir a manifestarse.
Positiva también la presencia de líderes como Vidal Quadras (que sin intervenir se ha llevado las mayores ovaciones), Gabriel Cisneros, Jorge Moragas, Alberto Fernández Díaz y un par de líderes socialistas cuyos nombres, lamentablemente, ahora no recuerdo.
En el otro plato de la balanza, la escasa preparación de los parlamentos, más voluntariosos que otra cosa. El mejor, Mikel Buesa, que ha cargado implacable contra el gobierno de Rodríguez. Paco Caja ha retomado su tema preferido, el de la persecución del castellano. Mikel Arizmendi se ha metido en un florido jardín del que no sabía salir, explicándonos prolijamente la verdadera historia del 11 de septiembre de 1714. Y Santiago Abascal, presidente de la neonata y polémica Fundación para la Defensa de la Nación Española (sí, esa cuya denominación se denegó porque "podía confundirse con el ministerio de Defensa"!) ha tenido una intervención muy seria y ha recordado el cese de Fungairiño vinculando con el precio a pagar a ETA y el nacionalismo, además de anunciar que su entidad se querellará el lunes contra el bufón Rubianes.
Balance final: la sensación de que, como suele decirse, el éxito ha sorprendido a la propia empresa. La impresión de que se ha desaprovechado un éxito de convocatoria con unos oradores que no han sabido galvanizar a la audiencia. La percepción, como muy bien ha observado AR, de que el discurso empieza a agotarse o al menos a hacerse reiterativo: hay que renovarse. La duda sobre el hecho de si no serán demasiadas las asociaciones y entidades, lo cual provoca tal vez demasiada dispersión de esfuerzos. La convicción de que todo el mundo convoca actos...menos el PP.
Pero en cualquier caso, hay que seguir en la trinchera. ¡Y ahí estará Foro Liberal!
En el lado positivo, la masiva afluencia de público. Una periodista a nuestro lado ha contado los asientos dispuestos por la organización: 1050. Pero gran número de gente ha quedao en los pasillos y llenando los espacios libres de la sala, con lo cual calculamos que aproximadamente había unas dos mil personas. Emocionante el gran número de banderas españolas, y también la actitud, por primera vez muy beligerante, de parte del público, que apostaba con sonoros gritos de "vamos a la calle" por salir a manifestarse.
Positiva también la presencia de líderes como Vidal Quadras (que sin intervenir se ha llevado las mayores ovaciones), Gabriel Cisneros, Jorge Moragas, Alberto Fernández Díaz y un par de líderes socialistas cuyos nombres, lamentablemente, ahora no recuerdo.
En el otro plato de la balanza, la escasa preparación de los parlamentos, más voluntariosos que otra cosa. El mejor, Mikel Buesa, que ha cargado implacable contra el gobierno de Rodríguez. Paco Caja ha retomado su tema preferido, el de la persecución del castellano. Mikel Arizmendi se ha metido en un florido jardín del que no sabía salir, explicándonos prolijamente la verdadera historia del 11 de septiembre de 1714. Y Santiago Abascal, presidente de la neonata y polémica Fundación para la Defensa de la Nación Española (sí, esa cuya denominación se denegó porque "podía confundirse con el ministerio de Defensa"!) ha tenido una intervención muy seria y ha recordado el cese de Fungairiño vinculando con el precio a pagar a ETA y el nacionalismo, además de anunciar que su entidad se querellará el lunes contra el bufón Rubianes.
Balance final: la sensación de que, como suele decirse, el éxito ha sorprendido a la propia empresa. La impresión de que se ha desaprovechado un éxito de convocatoria con unos oradores que no han sabido galvanizar a la audiencia. La percepción, como muy bien ha observado AR, de que el discurso empieza a agotarse o al menos a hacerse reiterativo: hay que renovarse. La duda sobre el hecho de si no serán demasiadas las asociaciones y entidades, lo cual provoca tal vez demasiada dispersión de esfuerzos. La convicción de que todo el mundo convoca actos...menos el PP.
Pero en cualquier caso, hay que seguir en la trinchera. ¡Y ahí estará Foro Liberal!
Germont
Ar nos envia el enlace para aquellos que deseen escuchar las intervenciones de los conferenciantes. Buen trabajo Ar, muchas gracias.
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