Deconstruyendo el estatuto – 21

Artículo 46. Medio ambiente, sostenibilidad y equilibrio territorial

1. Los poderes públicos deben velar por la protección del medio ambiente mediante la adopción de políticas públicas basadas en el desarrollo sostenible y la solidaridad colectiva e intergeneracional.

No me negaréis que inventando “palabros” los catalanes somos únicos: “políticas públicas basadas en el desarrollo sostenible y la solidaridad colectiva e intergeneracional”. Toma ya. Cada vez estoy más de acuerdo con Vidal Quadras cuando insiste en que el nacionalismo es una enfermedad.

2. Las políticas medioambientales deben dirigirse especialmente a la reducción de las distintas formas de contaminación, la fijación de estándares y de niveles mínimos de protección, la articulación de medidas correctivas del impacto ambiental, la utilización racional de los recursos naturales, la prevención y el control de la erosión y de las actividades que alteran el régimen atmosférico y climático, y el respeto a los principios de preservación del medio, la conservación de los recursos naturales, la responsabilidad, la fiscalidad ecológica y el reciclaje y la reutilización de los bienes y los productos.

No solo somos una nación, es que somos la leche: “prevención y control de la erosión y de las actividades que alteran en régimen atmosférico y climático”. Y os inquietáis por que intervengamos en el funcionamiento de las instituciones españolas... ¡si hasta el régimen atmosférico y climático estará sometido a la voluntad de la nación catalana y su Generalitat! Aquello de “Britannia rules the waves” era una chorradita al lado de este “Catalonia rules everything”.

3. Los poderes públicos deben hacer efectivas las condiciones para la preservación de la naturaleza y la biodiversidad, deben promover la integración de objetivos ambientales en las políticas sectoriales y deben establecer las condiciones que permitan a todas las personas el goce del patrimonio natural y paisajístico.

Qué buenos son... van a velar por que todos podamos disfrutar del paisaje. Cosa que hasta ahora, bajo la bota española, no podíamos hacer.

4. Los poderes públicos deben velar por la cohesión económica y territorial aplicando políticas que aseguren un tratamiento especial de las zonas de montaña, la protección del paisaje, la defensa del litoral, el fomento de las actividades agrarias, ganaderas y silvícolas y una distribución equilibrada al territorio de los distintos sectores productivos, los servicios de interés general y las redes de comunicación.

“Distribución equilibrada al territorio de los distintos sectores productivos”. Muy liberal no suena, ¿verdad?

5. Los poderes públicos deben facilitar a los ciudadanos la información medioambiental y deben fomentar la educación en los valores de la preservación y de la mejora del medio ambiente como patrimonio común.



Germont