lunes, febrero 23, 2009

El límite

Iba a escribir algo en contra de la propuesta de reforma de la Ley del Aborto aprobada por la Comisión de Igualdad, con el voto en contra del PP y a favor del PSOE, IU, ERC, BNG, etc. Iba a escribir que es una barbaridad decir que no debe haber conflicto entre los derechos del niño y los de la madre. Más cuando se excluye también al padre y más cuando se propone que las chicas de 16 años puedan prescindir de todo permiso paterno.

No obstante, reconozco que cuando me siento a escribir sobre este tema siento un profundo desánimo. Llevamos mucho tiempo hablando de ello. Llevamos años argumentado sobre la condición humana del zigoto. Llevamos siglos sosteniendo que el concepto de pre-embrión es tan válido como seguir afirmando que el Sol gira alrededor de la Tierra. Argumentamos, buscamos literatura, ponemos orden y razones ante los gritos e insultos. Debatimos que los plazos y condiciones que imperan en el ámbito legal actual no responden a realidades. Decir que un embrión no lo es hasta el día quince de desarrollo, o afirmar que es un amasijo de células desorganizadas sin estructura, o sostener que no es humano, es no querer reconocer los hechos biológicos ni querer entender el desarrollo embrionario. Sin embargo, muchos médicos y científicos aceptan estos planteamientos sin ningún problema. Y siempre encontramos los mismos caminos sin salida, los mismos falsos debate y las misma argumentaciones emocionales tanto si se trata del aborto como de las células madre embrionarias.

A lo largo de estos últimos años me he encontrado participando o leyendo en foros varios sobre estas cuestiones y parece que no podemos salir de un círculo en el que se mezcla ciencia, religión, ética, filosofía y política en cantidades diversas y sin criterio. Eso, en el mejor de los casos ya que lo más normal es acabar recibiendo una dosis de insultos varios. Me pregunto, entonces, cual es el motivo de esa pasión, de ese delirio que lleva a negar lo observado en favor de lo deseado. Pienso que el debate esencial no es el aborto ni las células madre. Siendo importante no acaba de explicar la situación. Más bien pienso que es el derecho a decidir, el derecho de uno mismo por encima de todo, el derecho a no tener ninguna limitación de ningún tipo respecto a lo que está en juego. Es decir, el viejo tema de la libertad, de los derechos y los deberes. El viejo tema de nuestros límites. Creo que solo desde esta perspectiva podemos entender que lo que se está debatiendo va más allá del aborto o de los derechos del embrión. No estoy alejándome del debate real. Solo lo estoy poniendo en perspectiva. Pienso que es importante no olvidar que un debate sobre el embrión humano y sus derechos no puede relativizarse ni argumentarse desde posiciones acientíficas. Algunos opinarán que tampoco es lícito plantearlo en términos religiosos cuando muchos ciudadanos se posicionan como ateos.

Y pese a todo ello, el debate se realiza en un oscura comisión sin otra consideración, sin desarrollar toda la información para que el ciudadano sepa de lo que se está hablando y teniendo siempre a mano el recurso de la descalificación y el insulto en caso de que alguien opine lo contrario. El debate sobre los derechos del embrión humano supera en mucho el estricto debate parlamentario y no puede ser reducidos a un juego de intercambios de argumentos dudosos. Pero se sigue adelante sin dudar. ¿Acaso no se han impuesto moratorias en otras cuestiones cuando no se quiere entrar en el debate o cuando hay dudas razonables?

Esta reforma de Ley del Aborto no aborda los problemas generados por la ley vigente. Ni responde a la cuestión de los abortos crecientes en España (100,000 en 2008). Es simplemente un paso más para responder a la pregunta que planteaba previamente. Un paso más para decir que nuestra felicidad solo será completa cuando no tengamos restricción alguna.

Y sin embargo, algo les dice que eso es falso. Algo les dice que se equivocan. Si no ¿porque defender el aborto con tanta vehemencia, con tanta pasión, especialmente por parte de aquellos que se dicen defensores del talante y que relativizan toda posición ideológica?


dosmildoce.wordpress.com
Ante la duda, optan por seguir corriendo hacia adelante. No hay moratoria que valga en este caso.

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