El talante muere "dignamente"
Resuenan con fuerza, en estos laxos días de verano, los tambores de guerra de la progresía. “Los derechos no son consensuados, son conquistados”, nos dicen. Así habla el Dr. Montes para regocijo del vicesecretario general del PSOE que aplaude entusiasmado ante la posibilidad de aprobar pronto leyes “vanguardistas” (De la Vega dixit) sobre el aborto y la eutanasia.
Así hablan los que piden talante y diálogo. Los derechos deben ser conquistados. Es decir, que no les importa en absoluto otra opinión ni van a tener en cuenta a aquellos que no esten de acuerdo con sus postulados ya que lo que importa es seguir conquistando derechos al precio que sea.
Hay que reconocer que la maniobra es hábil. Cualquier intento del PP, o de la ciudadanía, de buscar otra posición o de forzar un debate será planteado como una estrategia ultraconservadora de la derecha más extrema que pretende seguir mermando los derechos del pueblo. Una estrategia que consigue amortiguar eficazmente a la derecha a la vez que desvía, muy convenientemente, la atención de la sociedad respecto a los problemas económicos.
Nos esperan tiempos muy difíciles. Estoy de acuerdo con el Sr. Rajoy y con la secretaría general del PP cuando dicen que ese debate no está en la calle y que lo más importa a los españoles es la crisis económica. Pero si el PSOE da la batalla por “conquistar” esos derechos no podemos quedarnos callados y asistir pasivamente a otro desgarro social más bajo el pretexto de que eso no van con la mayoría de los españoles.
Es preciso forzar el debate con todas sus consecuencias y desde todos los frentes. Y alejarlo del falso dilema sobre progresistas y conservadores. Hay que hablar de los hechos, de los datos, de los números, de la ciencia, de la ética sin caer nunca en la trampa que los socialistas han tendido. Se puede hacer y se debe hacer. Sin miedo a decir lo que uno piensa y a razonarlo. Enfrente está la maquinaria mediática del PSOE pero detrás de sus mensajes la lógica y los números fallan, como siempre han fallado. La estrategia de oposición al PSOE pasar por mediatizar el debate real con los números y hechos reales evitando siempre las dicotomías que el PSOE presentará: derechos-no derechos, izquierda-derecha, laicismo-Iglesia Católica. No porque uno se arrepienta o se averguence de ser derechas o defender opiniones etiquetadas como conservadoras. No, ni mucho menos. Simplemente porque ese no es el debate. No podemos permitir que el PSOE se salga con la suya solo porque juegue la ficha de la sensibilidad emotiva de “Mar adentro”.
Más aún cuando inician el debate desde una oposición claramente antidemocrática. Decir que los derechos no son consensuados no es la actitud que uno espera de un partido democrático en el mundo occidental. Tanto hablar de talante para al final mostar la verdadera cara de esa insolente revolución laicista que JLRZP quiere dejarnos como legado.
Está en juego nuestro modelo de sociedad, la libertad de los ciudadanos y el derecho a la vida. Motivos más que suficientes para no quedarnos sentados.
No, Sr. Montes. No Sr. Blanco. Los derechos en España, Estado de Derecho, bajo la Constitución de 1978 deben ser debatidos por toda la sociedad. No se puede despachar con frases ingeniosas el respeto a los más debiles: nuestros hijos y nuestros enfermos.
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