Desde mi trinchera liberal: Warren Buffett en Madrid.
De la reciente visita del inversor norteamericano Warren Buffett a Madrid se pueden extraer algunas conclusiones. La primera, en mi opinión, es que Buffet no se reunió con Zapatero porque no recibió la invitación, según confesó en la rueda de prensa. Aplauso.
Eso nos demuestra el escaso interés de Zapatero por aprender economía real. O quizá la ausencia de invitación a Buffett se deba a esa leyenda urbana según la cual Zapatero se encoge ante hombres de esa talla, y tira a la pereza. Luego nos extrañará que Zapatero prevea en Septiembre que el Euribor ha tocado techo y ocho meses después el euribor haya traspasado techo, altillo y azotea. O que desde que nuestro Presidente apuntara a la diana del pleno empleo hace unos meses, las colas de parados se hayan multiplicado en el INEM. O que diga que la inflación se va a empezar a moderar con el petróleo marcando máximos cada día. Pues no. ¿Para qué se iba a reunir Zapatero con Bufett? Es mejor aprender economía en una tarde de mus con los amigos. Total, el pueblo traga el cuento que da gusto.
Es lo que hemos votado: predicciones de aprendices de brujo. Ideólogos recalcitrantes más que profesionales de la política como servicio al ciudadano. Políticos que están mucho más ocupados y preocupados en diseñar nuevos modelos sociales que en aumentar el nivel de bienestar del ciudadano. La mentira convertida en recurso de subsistencia política. Tenemos sin duda el gobierno que merecemos y quizá también la oposición que merecemos. Una pena.
Pero volvamos a Buffett. Todo el mundo, salvo Zapatero, estaba muy interesado en lo que iba a decir en Madrid. Y Buffett empezó con humildad diciendo que se había equivocado al no invertir en Europa desde hace años. Más vale tarde que nunca, y ahora está dispuesto a invertir grandes cantidades de dinero en empresas europeas. Buen arranque ese que demuestra que la sabiduría se complementa con la humildad de reconocer los propios errores.
Y aquí viene la quiniela de romances y el entretenimiento color salmón. ¿Qué empresas serán las elegidas? ¿Habrá españolas? ¿Qué criterios va a seguir Buffett para comprar una empresa? ¿Hay alguna pista? Sí.
Lo primero es conocer la empresa. Algo que parece de perogrullo pero que en realidad es de rara observancia. Como escribió Benjamin Graham en su libro el inversor inteligente, se compran negocios, no acciones; Sobre esta base, Buffett compra negocios que entiende. En sus propias palabras, esto descarta, por ejemplo, el mercado tecnológico. Como él mismo dice, yo sé de forma razonable que va a ser de la coca-cola de aquí a dos años pero no tengo ni idea de que será de Microsoft. Puede que sea una empresa completamente distinta a como es ahora. Y no controlo ese dinamismo. Conclusión: Bufett es accionista de coca-cola.
Otra pista: empresas que tengan ventajas competitivas duraderas. Se complica el asunto. Pero podemos decir que eso hace menos atractivas a la mayoría de las empresas españolas, nefastas en generar valor añadido, escasamente competititivas y con una imagen de marca prácticamente inexistente. La ventaja competitiva duradera, la generación de ingresos recurrentes, tiene mucho que ver también con la especialización. Confio en tu empresa porque sé que es una de las pocas que pueden y saben hacerlo. Y en el caso español requiere, al menos, dos medidas concretas: revalorizar la formación profesional y vincular mucho más a los estudiantes universitarios con la vida laboral y empresarial. En cambio, lo que al gobierno español le preocupa es educación e imposición para la ciudadanía y que nuestros niños respiren como ellos y cojeen del mismo pie. ¿Tenemos o no lo que nos merecemos?
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