Crisis y descrédito de Zapatero
Por Jesús Salamanca
Había que ser muy ignorante para no confirmar la desaceleración de la economía. Desde hace casi un año se venía anunciando que la burbuja inmobiliaria era un peligro, porque estaba inflada en exceso. A ello hay que añadir que las familias se estaban endeudando considerablemente en créditos hipotecarios de los que difícilmente iban a poder salir muchas de ellas.
Pues bien, hasta el secretario de Estado de Economía ha acabado por confirmarlo, contrariando al propio Gobierno y contribuyendo a inspirar al bachiller ‘Pepiño’ en nuevos insultos contra la oposición y contra la ciudadanía no afín al pesebre socialista.
La producción industrial se ha estancado, cosa previsible desde hace meses. También el consumidor ha perdido confianza en los datos del Gobierno. Unos datos que van acompañados de la tergiversación, mala fe y desprestigio gubernamental. La mentira ha calado en la ciudadanía y el Ejecutivo de Rodríguez va sin rumbo. Esta situación me recuerda que cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto. ¡Y se cumple, ya lo creo que se cumple!.
De alguna forma tenía que arreglarlo el secretario de Estado, señor Vergara. Y no se le han caído los anillos al decir que el Gobierno lo esperaba, por lo que llevaba cuatro años preparándose para esta situación. ¡Hace falta cara dura, ignorancia y gran dosis de estupidez para decir lo que ha dicho!
Señor Vergara, don David: cuando se llega a secretario de Estado como llegó usted, no es fácil entender muchas cosas. Debería saber que el Gobierno no estaba preparándose para lo que está sucediendo, sino que ante su falta de planificación y perspectiva económica, se temía que podía llegar lo que ahora ve. El problema es que es incapaz de controlar la situación,
¿Y qué ha hecho? Nada en concreto – o al menos nada práctico y viable – sino aleccionar a sus fieles para tapar el gran problema de muchas familias con ataques a la Iglesia, obispos, partido popular, Manuel Pizarro, Mariano Rajoy, ESPE Aguirre y todo aquello que se mueve en dirección contraria al partido del Gobierno. La ignorancia y la desfachatez han hecho mella en Rodríguez y aledaños.
Tampoco me cuadra, señor Vergara, que el Gobierno haya creado tres millones de empleos durante la legislatura, según usted, y nos encontremos a pocos miles de desempleados para volver a los dos millones y medio de la ominosa época de los Gobiernos de Felipe González. ¡No sea mediocre con sus planteamientos, ni se deje llevar por su credo sociata! Sea realista y diga la verdad ¿A que no se atreve? ¿O es que tiene miedo a perder el sustancioso empleo que le han dado? Digo bien: le han dado. ¿A que no me equivoco?
Reconozco que sí han generado superávit estos tres últimos años. La asunción del Gobierno les pilló a ustedes de improviso. Se refugiaron en el ciclo económico y en los ahorros que había generado el Gobierno de José María Aznar y ahora se les ha acabado el chollo.
Estoy seguro que ustedes nunca reconocerán la culpa, pues son especialistas en echar la porquería al vecino y ponerse los méritos de los demás; aunque ese vecino no exista. Me recuerdan a una jefa de Servicio de la Junta de Castilla y León, que no dudaba en mentir o tergiversar la realidad, con tal de quedar en buen lugar. Pero antes o después el tiempo pone a cada uno en su sitio. Ya lo verá, señor Vergara.
Jesús Salamanca Alonso
La producción industrial se ha estancado, cosa previsible desde hace meses. También el consumidor ha perdido confianza en los datos del Gobierno. Unos datos que van acompañados de la tergiversación, mala fe y desprestigio gubernamental. La mentira ha calado en la ciudadanía y el Ejecutivo de Rodríguez va sin rumbo. Esta situación me recuerda que cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto. ¡Y se cumple, ya lo creo que se cumple!.
De alguna forma tenía que arreglarlo el secretario de Estado, señor Vergara. Y no se le han caído los anillos al decir que el Gobierno lo esperaba, por lo que llevaba cuatro años preparándose para esta situación. ¡Hace falta cara dura, ignorancia y gran dosis de estupidez para decir lo que ha dicho!
Señor Vergara, don David: cuando se llega a secretario de Estado como llegó usted, no es fácil entender muchas cosas. Debería saber que el Gobierno no estaba preparándose para lo que está sucediendo, sino que ante su falta de planificación y perspectiva económica, se temía que podía llegar lo que ahora ve. El problema es que es incapaz de controlar la situación,
¿Y qué ha hecho? Nada en concreto – o al menos nada práctico y viable – sino aleccionar a sus fieles para tapar el gran problema de muchas familias con ataques a la Iglesia, obispos, partido popular, Manuel Pizarro, Mariano Rajoy, ESPE Aguirre y todo aquello que se mueve en dirección contraria al partido del Gobierno. La ignorancia y la desfachatez han hecho mella en Rodríguez y aledaños.
Tampoco me cuadra, señor Vergara, que el Gobierno haya creado tres millones de empleos durante la legislatura, según usted, y nos encontremos a pocos miles de desempleados para volver a los dos millones y medio de la ominosa época de los Gobiernos de Felipe González. ¡No sea mediocre con sus planteamientos, ni se deje llevar por su credo sociata! Sea realista y diga la verdad ¿A que no se atreve? ¿O es que tiene miedo a perder el sustancioso empleo que le han dado? Digo bien: le han dado. ¿A que no me equivoco?
Reconozco que sí han generado superávit estos tres últimos años. La asunción del Gobierno les pilló a ustedes de improviso. Se refugiaron en el ciclo económico y en los ahorros que había generado el Gobierno de José María Aznar y ahora se les ha acabado el chollo.
Estoy seguro que ustedes nunca reconocerán la culpa, pues son especialistas en echar la porquería al vecino y ponerse los méritos de los demás; aunque ese vecino no exista. Me recuerdan a una jefa de Servicio de la Junta de Castilla y León, que no dudaba en mentir o tergiversar la realidad, con tal de quedar en buen lugar. Pero antes o después el tiempo pone a cada uno en su sitio. Ya lo verá, señor Vergara.
Jesús Salamanca Alonso
1 comentario:
Guillermo, de palma de mallorca, tengo 49 años, casado , con dos hijos uno de 25 y otro de 20 años, y como el típico ciudadano de a pie hipotecado, intento mantener nuestra empresa dedicada a la compra-venta de inmuebles, ojo, no construimos ni somos promotores, y me da la sensación y el coraje de que este gobierno el gobierno de la des aceleración, tiene a parte de una posición chulesca de no escuchar al pueblo en lo que es mas importante para cualquiera de nosotros, tener trabajo y un techo, que resulta triste ver a los que votamos que ahora nos dan la espalda, mi futuro pinta mal muy mal no se cuanto tiempo podre aguantar el que este gobierno se decida a hacer algo, para paliar esta crisis que para algo son contratados nuestros entre comillas por cuatro años, y señores cualquier persona que aspire a un trabajo digno y no hace las cosas bien o no es rentable para la empresa se le despide o si tiene dignidad dimite. vergüenza, tristeza, impotencia, y mucha muchísima preocupación ante la avestruz con Z de ZAPATERO.
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