Los antipatriotas se arruinan
Por Germont
Solvencia: carencia de deudas o capacidad para satisfacerlas. Del latín solvens.
Solbencia: estado comatoso de la economía nacional después de ser regida durante un determinado período de tiempo por Pedro Solbes. Del socialista solbens.
Se está haciendo justicia: cientos de miles, qué digo, varios millones de antipatriotas se están arruinando por la caída de las bolsas, y pasan a unirse a los otros millones de traidores que se empeñan en preocuparse por la bajada en picado de los precios de sus bienes inmuebles. Os está bien empleado. Los muy villanos, a la vista de que sus hipotecas suben cada mes y los precios de sus pisos caen cada día (fantástica situación en la que muchas viviendas ya están por debajo del valor por el que se tasaron al constituirse la hipoteca), en lugar de cerrar filas junto al gobierno vais y os preocupáis, y hasta lo comentáis en vuestras charlas de café. Irresponsables, no sabéis que la crisis es un concepto discutido y discutible, y que con optimismo y talante se pueden afrontar todas las adversidades. Os está bien empleado a todos, sí, por meter vuestros ahorros en esa trampa capitalista que es la Bolsa, esa madriguera de voraces tiburones financieros. Pero si habéis perdido la pasta por vuestra mala cabeza, al menos no os quejéis públicamente. Mantened un patriótico silencio, impasible el ademán, que el excelso proyecto socialista exige como nimio peaje vuestra ruina. Y comed conejo, demonio.
Germont
Solbencia: estado comatoso de la economía nacional después de ser regida durante un determinado período de tiempo por Pedro Solbes. Del socialista solbens.
Se está haciendo justicia: cientos de miles, qué digo, varios millones de antipatriotas se están arruinando por la caída de las bolsas, y pasan a unirse a los otros millones de traidores que se empeñan en preocuparse por la bajada en picado de los precios de sus bienes inmuebles. Os está bien empleado. Los muy villanos, a la vista de que sus hipotecas suben cada mes y los precios de sus pisos caen cada día (fantástica situación en la que muchas viviendas ya están por debajo del valor por el que se tasaron al constituirse la hipoteca), en lugar de cerrar filas junto al gobierno vais y os preocupáis, y hasta lo comentáis en vuestras charlas de café. Irresponsables, no sabéis que la crisis es un concepto discutido y discutible, y que con optimismo y talante se pueden afrontar todas las adversidades. Os está bien empleado a todos, sí, por meter vuestros ahorros en esa trampa capitalista que es la Bolsa, esa madriguera de voraces tiburones financieros. Pero si habéis perdido la pasta por vuestra mala cabeza, al menos no os quejéis públicamente. Mantened un patriótico silencio, impasible el ademán, que el excelso proyecto socialista exige como nimio peaje vuestra ruina. Y comed conejo, demonio.
Germont
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