martes, enero 01, 2008

Desde mi trinchera liberal: La bolsa cierra el año.


Si aceptamos que la bolsa anticipa escenarios económicos cercanos, Virgencica, Virgencica que nos quedemos como estamos. Zapatero, en cambio, cierra legislatura con un discurso triunfalista, creible sólo para su militancia de banderita y plaza de toros.

La bolsa española da síntomas de agotamiento y debilidad. El globo se pincha. El Ibex, tras haber sufrido el peor diciembre desde el 2002, cierra el año con un alza del 7,32%, la subida más baja de los últimos cinco años.

Diciembre se nos va con masivas salidas de capital extranjero de la bolsa española. Hace escasos días, hasta 32 valores españoles, principalmente los llamados small caps, o valores estrechos de pequeña capitalización, perdieron más de un 4% por esta huida del capital foráneo. No es la primera vez que ocurre este año. En la pasada primavera, también se produjo una estampida de fondos internacionales, provocada por la explosión de la crisis inmobiliaria (el famoso y así llamado astrocotroc), y la dimisión, con denuncia al gobierno incluida, de Conthe al frente de la CNMV. Pecados muy difíciles de lavar en el siempre escrupuloso mercado de capitales.

Recientemente, un artículo publicado por el periodista Ambrose Evans-Pritchard en el periódico británico Daily Telegraph, señalaba, a modo de rumor, que algo muy desagradable se estaba cocinando en la economía europera, y que posiblemente tenía que ver con el sistema bancario español. Cuando Zapatero vuelva a decir que todo va bien, salga corriendo.

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