Desde mi trinchera liberal: Santa Patienza
Posiblemente casi todos recordemos la pésima gestión de Luis Atienza al frente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca en la época del ocaso felipista. De Europa se traía cántaros vacíos, colecciones de multas y amarre de la flota pesquera. Todos querían negociar con él. Su firmeza era la del algodón. Alfrombra roja para el ministro que hizo de los intereses españoles un saldo a liquidar.
Luis Aienza es el actual presidente de Red Eléctrica Española, a la que la CNE ha considerado máxima responsable de los apagones sufridos en Barcelona, y que afectaron a cientos de miles de ciudadanos. Lo sorprendente, tratándose de Luis Atienza, es que en Cataluña aún no hayan tenido que volver al candil y a la lámpara de petróleo. Al velatorio permanente.
Si en algo la habilidad de Atienza resulta indiscutible es en hacer de la política su oficio y beneficio. Sobre todo, de lo segundo. Durante su etapa de ministro, se desató la llamada "guerra del cava", en la que Codormiu denunció a su rival Freixenet por comercializar irregularmente miles de botellas de cava. La denuncia se demostró cierta, y en julio de 1997, con el PP en el Gobierno y el Ministerio de Agricultura bajo las órdenes de la recordada Loyola de Palacio, el Consejo de Ministros impuso una sanción de 382 millones de pesetas a Freixenet por las irregularidades que revelaban las actas del consejo regulador. Con anterioridad, Codorníu había acusado a Atienza de pasividad. Quizá, esa pasividad estuviese motivada por el hecho de que, al poco de dejar el Ministerio, Luis Atienza se asociara con Josep Lluís Bonet, presidente de Freixenet, para construir y explotar una bodega en Tarragona. Hay cosas que sólo parecen tener explicación desde las más oscuras sospechas.
1 comentario:
¡Feliz día de la Hispanidad!
Publicar un comentario