Hay que sembrar, Majestad
Por Antonio Jaumandreu
Lo lamento si alguien se ofende, pero lo diré ya de entrada: para mí, quemar una foto del Rey tiene una importancia relativa. Por supuesto, me parece mal, me parece propio de gamberros y vándalos impresentables, pero tengo mis serias dudas sobre si este comportamiento ha de tener un castigo penal. Vamos, que si a mí me da por pegarle fuego a una foto de Zapatero no creo que sea como para llevarme a la cárcel. Sí, lo sé: el Rey representa al Estado, la soberanía nacional y tal. Vale, pero aún así me parece que hay cosas mucho más graves (declaraciones de algunos altos líderes políticos, presidentes autonómicos, etc.), y que tanto revuelo mediático, útil por supuesto para demostrar con qué virulencia se expande el separatismo, eso sí, ha acabado dando en definitiva más eco a un asunto del que, de otra forma, no se hubiera enterado casi nadie.
Dicho lo cual, me sirve este hecho para comentar con un ejemplo lo que a veces he reprochado en este foro respecto a la actitud de los poderes del Estado respecto a los territorios digamos problemáticos. No sé si la información es cierta, pero tal como la he oído la transcribo: los Reyes no visitaban Gerona desde hacía… ¡32 años! Vamos, que la debieron visitar nada más ser proclamados, probablemente para tomar posesión del título de Príncipe de Gerona, o algo así. Es sólo un ejemplo, pero es muy fácil pedir luego que mantengamos encendida la llama de la adhesión a la Monarquía y cosas similares, cuando nuestro Rey, sin duda con una agenda apretadísima, no ha podido darse un garbeo por Gerona más que una vez en 32 años. De la misma manera que, según dicen los que entienden, el amor hay que alimentarlo día a día, el patriotismo y la adhesión a las instituciones que simbolizan la Nación también requieren cierta “siembra”.
Los árboles y el bosque
Dicho lo cual, me sirve este hecho para comentar con un ejemplo lo que a veces he reprochado en este foro respecto a la actitud de los poderes del Estado respecto a los territorios digamos problemáticos. No sé si la información es cierta, pero tal como la he oído la transcribo: los Reyes no visitaban Gerona desde hacía… ¡32 años! Vamos, que la debieron visitar nada más ser proclamados, probablemente para tomar posesión del título de Príncipe de Gerona, o algo así. Es sólo un ejemplo, pero es muy fácil pedir luego que mantengamos encendida la llama de la adhesión a la Monarquía y cosas similares, cuando nuestro Rey, sin duda con una agenda apretadísima, no ha podido darse un garbeo por Gerona más que una vez en 32 años. De la misma manera que, según dicen los que entienden, el amor hay que alimentarlo día a día, el patriotismo y la adhesión a las instituciones que simbolizan la Nación también requieren cierta “siembra”.
Los árboles y el bosque
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