Desde mi trinchera liberal: Subvencionar el bodrio
El Ministro de Cultura, César Antonio Molina, ha solicitado una inyección de 85 millones de euros, a cargo del presupuesto, a fin de subvencionar a los trileros del celuloide español.
La industria cinematográfica española, no tiene otra forma de sobrevivir.Muchos de estos "cultos" subvencionados, son los mismos que aluden al cordón sanitario para aislar a los 10 millones de españoles que votamos al Partido Popular. Pero sí quieren que nuestro dinero traspase el cordón sanitario y se instale en sus bolsillos. A la hora de recibir cheques, no les importa la ideología del contribuyente. ¿Quieren cordón santario? Me parece muy bien. Pero infranqueable, y para todo. Es decir, que los subvencione su santo padre. Yo no quiero pagarles a escote la olla y su cine acomplejado.
El gobierno les subvenciona porque sirven a su ideología. Son acólitos de la misma secta. En contraste sangrante, a Iñaki Arteta, autor de varios cortometrajes sobre ETA, y nada partidario de blanquear a esta organización terrorista convertida por Zapatero en la blanca paloma de la paz, Cultura le acaba de denegar una subvención para rodar una película. Su cinta, titulada "El infierno Vasco" no está, probablemente, en sintonía con los nuevos tiempos de negociación suicida y tuteo al terrorista. Su destino es la axfisia económica y el ostracismo social. Y eso a pesar del curriculum brillante de Arteta. Su documental "trece entre mil", obtuvo varios premios internacionales. Zapatero no premia el virtuosismo profesional sino la servidumbre ideológica.
Hace escasos meses, la Federación de Cines de España, FECE, convocó a sus asociados a una huelga en protesta por la obligación de proyectar películas españolas, que fue seguida de forma masiva. El 93% de las salas cerraron en protesta, ya que, como ellos mismos dijeron: "la ley que tramita el Gobierno acabará con el cine en los cines".
Los datos ofrecidos por la FECE son demoledores: "las películas que se hacen en España interesan muy poco a la gente. La cuota de pantalla para el cine español en lo que va de año es del cinco por ciento, o sea, que de cada cien espectadores, sólo cinco ven cine español. "
Subvencionar a fondo perdido con el dinero de todos es la mejor manera de perpetuar la absoluta mediocridad del cine español. Necesita urgentemente, y por entero, un lifting. Y, como diría la extinta Carmen Calvo, perdón por el "anglicanismo"
La industria cinematográfica española, no tiene otra forma de sobrevivir.Muchos de estos "cultos" subvencionados, son los mismos que aluden al cordón sanitario para aislar a los 10 millones de españoles que votamos al Partido Popular. Pero sí quieren que nuestro dinero traspase el cordón sanitario y se instale en sus bolsillos. A la hora de recibir cheques, no les importa la ideología del contribuyente. ¿Quieren cordón santario? Me parece muy bien. Pero infranqueable, y para todo. Es decir, que los subvencione su santo padre. Yo no quiero pagarles a escote la olla y su cine acomplejado.
El gobierno les subvenciona porque sirven a su ideología. Son acólitos de la misma secta. En contraste sangrante, a Iñaki Arteta, autor de varios cortometrajes sobre ETA, y nada partidario de blanquear a esta organización terrorista convertida por Zapatero en la blanca paloma de la paz, Cultura le acaba de denegar una subvención para rodar una película. Su cinta, titulada "El infierno Vasco" no está, probablemente, en sintonía con los nuevos tiempos de negociación suicida y tuteo al terrorista. Su destino es la axfisia económica y el ostracismo social. Y eso a pesar del curriculum brillante de Arteta. Su documental "trece entre mil", obtuvo varios premios internacionales. Zapatero no premia el virtuosismo profesional sino la servidumbre ideológica.
Hace escasos meses, la Federación de Cines de España, FECE, convocó a sus asociados a una huelga en protesta por la obligación de proyectar películas españolas, que fue seguida de forma masiva. El 93% de las salas cerraron en protesta, ya que, como ellos mismos dijeron: "la ley que tramita el Gobierno acabará con el cine en los cines".
Los datos ofrecidos por la FECE son demoledores: "las películas que se hacen en España interesan muy poco a la gente. La cuota de pantalla para el cine español en lo que va de año es del cinco por ciento, o sea, que de cada cien espectadores, sólo cinco ven cine español. "
Subvencionar a fondo perdido con el dinero de todos es la mejor manera de perpetuar la absoluta mediocridad del cine español. Necesita urgentemente, y por entero, un lifting. Y, como diría la extinta Carmen Calvo, perdón por el "anglicanismo"
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