viernes, julio 13, 2007

¿Casualidad? ¿Imitación? ¿Influencia de la TV?

Por Reme Falaguera

En los últimos años, los medios de comunicación, sobre todo la TV, esta realizando una campaña de información y difusión de casos de violencia domestica, con la finalidad de sensibilizar a la sociedad sobre la mayor amenaza que tiene la mujer en nuestros días y buscar soluciones de tipo cultural, educativo y legal para paliar, en la medida de nuestras posibilidades, esta lacra que aumenta dramáticamente cada día. Pero, como suele pasar en el mundo de la información, el mero hecho de presentarnos un comportamiento violento, sin ahorrar al espectador todo tipo de detalles escabrosos, multiplica su difusión y lo introduce en el salón de miles de hogares.

Los factores del aumento de la violencia en nuestros días pueden ser muchos: crisis de valores educativos, familias desestructuradas, falta de autoridad de los padres y profesores, inmigración, racismo, discriminación de la mujer,... Pero no podemos ni debemos olvidar el papel, tan importante, que juega la TV en nuestro comportamiento social.

Quizás sea por esto que ,hoy, al leer en El País (12/07/2007) las conclusiones del estudio elaborado por la recién estrenada Dirección General de Asistencia Jurídica a las Víctimas de Violencia - dependiente de la consejería de Justicia y Administración Pública de la Junta de Andalucía- en el que nos revela que “el 50,4% de las muertes por violencia de género se producen dentro de los tres primeros días siguientes a un asesinato”, veo con claridad la responsabilidad de los medios de comunicación en la influencia y los efectos de sus informaciones , especialmente, en las actitudes y valores sociales, culturales y humanos del espectador.

Es más, si como afirma su Director General, el forense Miguel Lorente, "un hombre no mata a una mujer porque vea una noticia, aunque puede ser que precipite una decisión que ya había tomado”, me tomo la libertad de plantear una serie de preguntas de las que, lamentablemente, muchos de nosotros conocemos su respuesta. A saber.

-¿Podríamos afirmar que la excesiva información de casos de violencia domestica en los medios de comunicación, especialmente la TV, pueden incitar al conocimiento de estrategias e imitación de actitudes por parte de otros maltratadores? ¿Quién no se ha dado cuenta de que muchos de los asesinatos son “casualmente” son muy parecidos a escenas del cine o la TV?

Tal vez la respuesta este en este ejemplo:

11 de Abril 2005.En el capitulo de CSI Las Vegas unos jóvenes cometen un asesinato con un martillo.

13 de Abril 2005.Un vecino de Elche asesina a martillazos a su mujer y a sus hijos de 2 y 6 años. Estaba borracho y bajo los efectos de la cocaína. No tenía antecedentes por malos tratos.

19 de Abril 2005.Un joven de Gran Canaria mata a su mujer golpeándola con un martillo y a continuación lleva a su hijo a la guardería, antes de presentarse a la policía.

19 de Abril 2005.Un hombre se suicida, después de golpear a su mujer con un martillo. En estos momentos esta ingresada en un hospital madrileño con traumatismo craneal y maxilofacial muy grave.

-¿Influye en nuestras vidas la excesiva violencia, el morbo, la visión sexista de las mujeres, las conversaciones irrespetuosas, los gritos en los Reality shows y los insultos que vemos a diario, a través de la pantalla?

Según la Comisión Europea, en la Comunicación sobre los Servicios de Interés General (2001) expresa: “Hay que tener en cuenta que la violencia se aprende desde pequeños observando a las personas que nos rodean en la familia, los amigos, la escuela; y, también, observando nuestro entorno: la televisión, la publicidad, la música, los juegos con amigos,... Solo hay que mirar un poco a nuestro alrededor para darnos cuenta de que conceptos como violencia y agresividad masculina van asociados a, poder, virilidad, competencia,... Por lo tanto, la violencia que se emite, a través de los medios de comunicación, influye en las conductas agresivas e insensibilizan al espectador. Pero no seria objetivo si no añadiéramos que, igual que los comportamientos violentos y sexistas se aprenden desde pequeños, los comportamientos pacíficos, de respeto y de igualdad, también puede aprenderse.”

De modo que, los medios de comunicación, especialmente la TV, deberían darse cuenta de la influencia de modelos, conversaciones y actitudes que nos presenta, y hacerse responsable de los efectos que produce en la audiencia. Ahora que se habla tanto de la telebasura y que los medios buscan soluciones para evitarla, es un buen momento para plantearse si vale todo en la información y si hay que informar de manera exhaustiva, morbosa y con dramatismo sobre temas tan íntimos y sobrecogedores para miles de mujeres en el mundo.

-¿Se elaboran los contenidos y las imágenes de los programas de TV como servicio publico o, se mueven en la esfera del sensacionalismo morboso para aumentar las audiencias?

De todos es conocido que los programas de entretenimiento, magazines, talk shows, publicidad,...utilizan el tema de la violencia domestica, de forma sensacionalista, morbosa, llenos de detalles escabrosos. Habitualmente muestran la violencia como un espectáculo, que afecta a las famosas. Otras veces, son mujeres de clase social baja, amas de casa, mujeres sin estudios, las que cuentan sus intimidades, por el mero hecho de tener un minuto de “fama”. Es normal ver insultos o amenazas a una mujer, se empuja o golpea a causa de un enfado, se decide lo que una mujer puede o no hacer, muestran a una mujer incapaz de hacer nada por si sola, infravalora su trabajo y sus opiniones, ironizan y menosprecian sus opiniones, ante los hijos la mujer solo sirve para prepara bocadillos, cuidar niños o utilizarla como objeto de deseo,....

Por lo tanto, la conclusión es evidente. No cabe duda que el papel que juegan los medios de comunicación, especialmente la TV, en el aumento de la violencia social, se debe, fundamentalmente a los modelos de conducta observada, interiorizados, imitadas y “socialmente justificadas”, que vemos a través de la pantalla.

Aun diría más. Mucho me temo que las informaciones sobre violencia domestica, que nos llegan por la televisión, no cumplen el objetivo de servicio publico, es decir, de ser una información útil para el usuario. Es más, en los programas televisivos, únicamente, informan sobre los nuevos casos de violencia domestica que se han producido, pero, muy pocas veces, incluyen informaciones de cómo debe proceder una persona ante situaciones de violencia, como por ejemplo, teléfonos de ayuda, direcciones de denuncia, centros de acogimiento, etc...

Es verdad que la TV, como servicio publico, tiene la obligación de informar, formar y entretener. Pero, ¿a costa de qué?

Remedios Falaguera Silla

Mujeres del Siglo XXI

Debate21

1 comentario:

fundacion salud y comunidad dijo...

Y después del maltrato…

La importancia del trabajo grupal terapéutico

El grupo es una alternativa terapéutica y un medio de promoción de la salud, que permite la creación de un espacio propio para dejarse cuidar y cuidarse una misma promoviendo de forma eficaz un cambio en las actitudes, emociones y hábitos a través de la reflexión conjunta, el intercambio de experiencias, el autoconocimiento, la autoevaluación y el apoyo mutuo.

A menudo nos invaden imágenes, noticias, campañas, sucesos... relacionados con la violencia de género, sus causas, las variables que influyen, el perfil de víctimas y agresores, etc. Pero en pocas ocasiones se nos informa sobre cómo las víctimas de estos episodios son capaces de poner fin a la violencia e iniciar su proceso de recuperación.

Cuando una persona sufre malos tratos por parte de su pareja, cónyuge o compañero/a, está siendo víctima de un delito. Por lo tanto, debe buscar apoyo, información y asesoramiento en los recursos especializados en violencia de género y/o en los profesionales, amigos/as o familiares más cercanos. Una simple denuncia no es suficiente para salir de esta situación ya que la mujer tiene que empezar a fortalecerse, a ser ella misma, a ser consciente de su situación y de que comienza un proceso largo y doloroso, pero productivo a largo plazo.

El trabajo terapéutico con las víctimas es necesario para superar el trauma emocional, la indefensión y el terror que sufren las personas que han vivido bajo el abuso del poder. Para recuperar el sentimiento de seguridad es importante el trabajo individual, así como retomar un mínimo control sobre la vida cotidiana y su entorno, ya que a menudo estas personas sufren pensamientos incontrolables reviviendo los episodios de violencia, presentan pesadillas, estados de alerta constantes, tensión nerviosa y tienen conductas que intentan eludir los recuerdos de lo ocurrido.

Paralelamente, es importante el trabajo grupal terapéutico, ya que las víctimas pueden conocer más de si mismas al encontrarse en un grupo de iguales. En éste se produce un intercambio de percepciones, ideas, sentimientos, proyectos, etc., favoreciendo que muchas de las usuarias puedan salir del aislamiento y participar de un espacio de escucha activa, donde compartir experiencias vividas.

La terapia grupal les ayuda a tomar una mayor conciencia de su momento actual y darse cuenta de que tienen mucho en común con otras mujeres, de modo que puedan sentirse más comprendidas y apoyarse mutuamente. En estos grupos se tratan temas como la identidad femenina, la autoestima, las relaciones de pareja, las relaciones con los hijos/as, las pérdidas, la culpa, las dificultades para el cambio y las habilidades sociales, entre otras. Esto se hace a través de métodos como la relajación, técnicas corporales o dramáticas. Como explican algunas de las mujeres, “la terapia grupal me ha ayudado mucho a valorarme a mi misma, porque tenia un concepto mi misma muy insignificante, como si yo fuera una cosa muy pequeña, y me ha ayudado bastante a nivel de autoestima…. Y sobretodo como apoyo”

Estos espacios son guiados por terapeutas pero están abiertos a tratar las necesidades de sus integrantes. Por ejemplo, pueden aparecer cuestiones como las dificultades con los hijos/as, las relaciones con la familia extensa o problemas como las adicciones. A menudo nos encontramos con que el alcohol está presente en las relaciones donde existe violencia de pareja. Es importante ver que esta sustancia puede ser utilizada como vía de escape o anestesiante para mitigar el malestar de la situación que se está atravesando. Por lo tanto, la mujer tendrá que trabajar su problema de alcoholismo paralelamente a su trabajo de recuperación como víctima. Los resultados de la terapia son evidentes. Así lo expresan algunas mujeres “me siento más segura, me siento más capaz de hacer más las cosas. Yo que sé ... De reclamar, de pedir lo que es mío, de haber puesto fin también a una relación que me hacía daño.... Me ha servido para darme cuenta que no por el hecho de decirle que sí siempre a una persona te va a querer más o te va a respetar más”
Así pues, vemos que el trabajo grupal es totalmente eficaz y recomendable como estrategia de tratamiento, ya que fomenta la cohesión grupal y entrena a las usuarias en estrategias adecuadas de solución de problemas, de las que suelen estar tan carentes como víctimas.

Fuente: Proyecto Malva de la Fundación Salud y Comunidad
Subvencionado por la Conselleria de Sanitat de la Generalitat Valenciana y el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad y Consumo