En el debate sobre la Cumbre Europea, Rajoy denuncia la falta de objetivos y la política errática de Zapatero
Rajoy: “Usted pregona con la misma fuerza Niza no/Constitución sí que Constitución no/Niza sí”
- Advierte a Zapatero que, sin una visión de Europa, España está abocada a la “política del zigzagueo y la contradicción”
- “Les debe a los ciudadanos una explicación. Al menos, a los que votaron sí en aquel referéndum”
- Insta al presidente del Gobierno a defender posiciones propias y a no ser un “simple comparsa” de los demás
- Lamenta que los ciudadanos sean los grandes olvidados del último Consejo Europeo
- Indica a Zapatero que trabajar por España en Europa “debería ser una pasión y no un engorro sobrevenido”
El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha denunciado hoy la falta de objetivos y la política errática de Rodríguez Zapatero y le ha acusado de pregonar con la misma fuerza Niza no/Constitución sí que Constitución no/Niza sí. Rajoy recordó que, recién llegado al Gobierno, Zapatero “adoptó con entusiasmo de meritorio y prisas de neófito” el Tratado Constitucional Europeo. “Cedió entonces, a cambio de unas palmaditas en la espalda, una buena sesión de fotos y el agradecimiento interesado de los señores Chirac y Schroeder, el importante peso que el Tratado de Niza nos otorgaba en el Consejo de la UE”. Zapatero se convirtió así en el “paladín más esforzado” y en el “más entusiasta defensor” de la Constitución Europea.
En el debate en el Congreso sobre el Consejo Europeo, Rajoy reprochó al presidente del Gobierno que carezca de convicciones en esta materia y le recordó que se vanaglorió de no tener un Plan B sobre la Constitución Europea. “El Plan B lo han pensado otros y usted, con su actitud soberbia y contemplativa, ha jugado un papel de comparsa que deja en mal lugar la representación que le dio el pueblo español en esta importante empresa europea”, añadió.
En referencia a la reunión convocada por el gobierno en enero de 2007 en Madrid con los países que habían ratificado el Tratado Constitucional, Rajoy aseguró que Zapatero “hunde” la postura de los amigos de la Constitución “cuando pocas semanas después, tras una primera reunión con Sarkozy, es cautivado por las tesis del mini-tratado”.
EXPLICACIÓN A LOS CIUDADANOS
En su intervención, Rajoy lamentó que Zapatero siga practicando el dudoso arte de la ocultación y no explique lo ocurrido en el último Consejo. “Usted les debe a los ciudadanos una explicación. Al menos, a los que votaron sí en aquel referéndum”. Así, ha asegurado que los dieciocho países que habían ratificado el Tratado Constitucional han tenido que ceder a las demandas de quienes no lo habían hecho. “La realidad que ha ocultado hoy usted a esta Cámara es muy simple: este Consejo Europeo ha hecho trajes a medida a los (alumnos) que habían suspendido o no se habían presentado”, explicó.
Sin embargo, Rajoy mostró su satisfacción con la solución sobre el voto en el Consejo, solución conseguida pese a la “inoperancia” y la “falta de ambición” del presidente del Gobierno. “A ver ahora cómo explica que, después de denostar el Tratado de Niza, se muestra eufórico con la prórroga diez años más del peso que consiguió para España el Gobierno de José María Aznar precisamente con ese Tratado. Tendremos que agradecer a los antipáticos polacos la prórroga de lo que obtuvo el antipático Aznar. Ni los unos ni el otro recibieron sonrisas y palmaditas, pero lograron para sus países lo que creían de justicia”, aseguró. El presidente del PP señaló que gracias a ello España podrá negociar la reforma de la Política Agraria Común o de los Fondos de Cohesión como uno de los grandes Estados de la UE.
CONSENSO DE MÍNIMOS
Rajoy subrayó que el Tratado Constitucional ha muerto, pero reconoció que la Presidencia alemana consiguió un “consenso de mínimos” que permite sortear la crisis institucional y mantener el proceso de construcción europea. “Se han rebajado muchísimo las ambiciones de aquel proyecto constitucional, pero el Nuevo Tratado puede permitirnos salir del estancamiento”, concluyó.
El resultado de la cumbre, según aseguró, deja un sabor agridulce porque el proceso de reformas tenía como uno de sus principales objetivos acercar Europa a los ciudadanos. “Pues bien; esos ciudadanos que usted invocaba son los grandes olvidados del último Consejo Europeo. A tenor de sus acuerdos, la Unión ya no se fundamenta, como en la Constitución, en la doble legitimidad de Estados y ciudadanos. Es más, en el nuevo Tratado, los ciudadanos han desaparecido”, aseguró.
FALTA DE OBJETIVOS
Asimismo, Rajoy ha denunciado la falta de objetivos y la política errática de Zapatero, ha reclamado un cambio en la política europea de España y ha recordado que para fijar objetivos es necesario tener una visión de Europa y de España en Europa. “Y no resulta sencillo tener una visión de Europa cuando la noción que se tiene de su propio país es discutida y discutible y está plagada de contradicciones. Pero creo que, sin una visión de Europa que guíe su actuación política, España está abocada a permanecer en la política del zigzagueo y la contradicción”, añadió.
Rajoy pidió al presidente del Gobierno firmeza en sus convicciones, en sus actitudes y en la defensa de los intereses de España “aún a riesgo de que no le den palmaditas en la espalda o no le digan lo simpático que es cuando responde a todo que sí”. En este sentido, reclamó a Zapatero seriedad y que olvide declaraciones líricas del tipo volvemos a Europa para luego abrazar el proteccionismo económico más rancio y acabar en el Tribunal de Justicia como con Endesa.
“El resultado del Consejo Europeo ha puesto de relieve el cambio que está pidiendo a gritos nuestra política europea. Es necesario que el presidente del Gobierno de España tenga posiciones propias y no sea un simple comparsa de lo que decidan los demás”, afirmó.
Finalmente, Rajoy instó a Zapatero a recuperar “el valor del trabajo con el que se identifican millones de españoles que esperan de su presidente lo mismo que ellos le dan a su país cada mañana”. “Dicho de otra manera, -añadió- debería ser para usted una pasión trabajar por España en Europa y no un engorro sobrevenido”.
En el debate en el Congreso sobre el Consejo Europeo, Rajoy reprochó al presidente del Gobierno que carezca de convicciones en esta materia y le recordó que se vanaglorió de no tener un Plan B sobre la Constitución Europea. “El Plan B lo han pensado otros y usted, con su actitud soberbia y contemplativa, ha jugado un papel de comparsa que deja en mal lugar la representación que le dio el pueblo español en esta importante empresa europea”, añadió.
En referencia a la reunión convocada por el gobierno en enero de 2007 en Madrid con los países que habían ratificado el Tratado Constitucional, Rajoy aseguró que Zapatero “hunde” la postura de los amigos de la Constitución “cuando pocas semanas después, tras una primera reunión con Sarkozy, es cautivado por las tesis del mini-tratado”.
EXPLICACIÓN A LOS CIUDADANOS
En su intervención, Rajoy lamentó que Zapatero siga practicando el dudoso arte de la ocultación y no explique lo ocurrido en el último Consejo. “Usted les debe a los ciudadanos una explicación. Al menos, a los que votaron sí en aquel referéndum”. Así, ha asegurado que los dieciocho países que habían ratificado el Tratado Constitucional han tenido que ceder a las demandas de quienes no lo habían hecho. “La realidad que ha ocultado hoy usted a esta Cámara es muy simple: este Consejo Europeo ha hecho trajes a medida a los (alumnos) que habían suspendido o no se habían presentado”, explicó.
Sin embargo, Rajoy mostró su satisfacción con la solución sobre el voto en el Consejo, solución conseguida pese a la “inoperancia” y la “falta de ambición” del presidente del Gobierno. “A ver ahora cómo explica que, después de denostar el Tratado de Niza, se muestra eufórico con la prórroga diez años más del peso que consiguió para España el Gobierno de José María Aznar precisamente con ese Tratado. Tendremos que agradecer a los antipáticos polacos la prórroga de lo que obtuvo el antipático Aznar. Ni los unos ni el otro recibieron sonrisas y palmaditas, pero lograron para sus países lo que creían de justicia”, aseguró. El presidente del PP señaló que gracias a ello España podrá negociar la reforma de la Política Agraria Común o de los Fondos de Cohesión como uno de los grandes Estados de la UE.
CONSENSO DE MÍNIMOS
Rajoy subrayó que el Tratado Constitucional ha muerto, pero reconoció que la Presidencia alemana consiguió un “consenso de mínimos” que permite sortear la crisis institucional y mantener el proceso de construcción europea. “Se han rebajado muchísimo las ambiciones de aquel proyecto constitucional, pero el Nuevo Tratado puede permitirnos salir del estancamiento”, concluyó.
El resultado de la cumbre, según aseguró, deja un sabor agridulce porque el proceso de reformas tenía como uno de sus principales objetivos acercar Europa a los ciudadanos. “Pues bien; esos ciudadanos que usted invocaba son los grandes olvidados del último Consejo Europeo. A tenor de sus acuerdos, la Unión ya no se fundamenta, como en la Constitución, en la doble legitimidad de Estados y ciudadanos. Es más, en el nuevo Tratado, los ciudadanos han desaparecido”, aseguró.
FALTA DE OBJETIVOS
Asimismo, Rajoy ha denunciado la falta de objetivos y la política errática de Zapatero, ha reclamado un cambio en la política europea de España y ha recordado que para fijar objetivos es necesario tener una visión de Europa y de España en Europa. “Y no resulta sencillo tener una visión de Europa cuando la noción que se tiene de su propio país es discutida y discutible y está plagada de contradicciones. Pero creo que, sin una visión de Europa que guíe su actuación política, España está abocada a permanecer en la política del zigzagueo y la contradicción”, añadió.
Rajoy pidió al presidente del Gobierno firmeza en sus convicciones, en sus actitudes y en la defensa de los intereses de España “aún a riesgo de que no le den palmaditas en la espalda o no le digan lo simpático que es cuando responde a todo que sí”. En este sentido, reclamó a Zapatero seriedad y que olvide declaraciones líricas del tipo volvemos a Europa para luego abrazar el proteccionismo económico más rancio y acabar en el Tribunal de Justicia como con Endesa.
“El resultado del Consejo Europeo ha puesto de relieve el cambio que está pidiendo a gritos nuestra política europea. Es necesario que el presidente del Gobierno de España tenga posiciones propias y no sea un simple comparsa de lo que decidan los demás”, afirmó.
Finalmente, Rajoy instó a Zapatero a recuperar “el valor del trabajo con el que se identifican millones de españoles que esperan de su presidente lo mismo que ellos le dan a su país cada mañana”. “Dicho de otra manera, -añadió- debería ser para usted una pasión trabajar por España en Europa y no un engorro sobrevenido”.
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