viernes, mayo 04, 2007

Batasuna: El mundo al revés

Por Jesús Salamanca

Batasuna se había hecho ilusiones con las candidaturas de ANV; pero cada día su alegría merma un poco más. Esa jovialidad de ellos es nuestro sufrimiento. La formación abertzale lo quiere todo. No parece admitir limitaciones. Pero también es verdad que todo lo confunde. Una prueba de ello es que está ‘encendida’ contra el Gobierno, puesto que éste se había comprometido a ceder más, mucho más, según ellos. Recalco lo de ‘según ellos’.

La siniestra abertzale ha cometido muchos errores y cada día que pasa se evidencia que está dispuesta a seguir cometiendo más. Uno de ellos es atribuirse la representación del pueblo vasco. Generaliza de tal forma que ‘desbarra’ en pensamiento y obra. “La paciencia de la sociedad vasca ante las agresiones antidemocráticas no es ilimitada”. ¿A qué sociedad vasca se refieren? Si las agresiones son del entorno abertzale hacia la España democrática, no tiene sentido la afirmación de Hasier Arraiz, miembro de la Mesa Nacional de Batasuna. Se sienten agredidos cuando la Justicia persigue a quienes cometen delitos de sangre, extorsión y amenazas. El mundo al revés.

Desde el entorno de batasuna se considera muy grave el proceso de ilegalización de Acción Nacionalista Vasca. Tan grave que el citado Arraiz no ha dudado en aludir a ello como “un atentado criminal contra la democracia”. De nuevo, el mundo enrevesado: La actuación de la Justicia resulta que es un atentado; pero los atentados de la banda asesina, contra la legalidad vigente, son meras acciones armadas apoyadas por el pueblo vasco para lograr su independencia. Ni los más estúpidos del lugar.

De esa gente me preocupa una cuestión más: Han advertido a nuestro presidente Rodríguez que ha llegado “al borde del abismo”. Tal crudeza, con categoría de amenaza, lleva a pensar que el presidente ha criado cuervos, pero los carroñeros no dudan en actuar contra él y lo que representa. Una vez más se cumple el refrán, pero no por eso Batasuna deja de ver el mundo al revés.

El blog de Jesús Salamanca

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