sábado, marzo 10, 2007

A por ellos



Un artículo de Germont

Hoy no podrán alegar indignados que la manifestación oculta un propósito antigubernamental: en efecto, la intención es manifiesta. Por supuesto que va dirigida contra el gobierno, y muy especialmente contra su presidente.

De Juana Chaos es el pretexto, es la punta del iceberg contra el que nos manifestaremos esta tarde y contra el que el gobierno parece empeñado en estrellar la nave de la nación para provocar su naufragio. Debajo de esa repugnante masa emergente de hielo que representa el asesino se ocultan muchas otras cosas, actitudes, personas, partidos, medios de comunicación y propósitos que nos llevan a decir basta. A partir de esta tarde vamos a por ellos.
A por los terroristas, por supuesto. A por los gobernantes sin escrúpulos ni sensatez que les han aflojado el dogal con que habíamos conseguido doblegarlos en los ocho años de gobierno de la derecha. A por los nacionalismos que contemplan con indisimulada satisfacción el desencuadernamiento progresivo de las estructuras del Estado, a lo que han colaborado entusiastas durante los últimos treinta años. A por quienes manipulan a los jueces y cambian leyes sobre la marcha para que las sentencias amparen lo que no tiene amparo posible. A por los gobernantes que se hartaron de decir que había que escuchar la voz de la calle cuando ellos estaban en la oposición. Y lideraban manifestaciones sin cuento. A por quienes pretenden que si un estatuto demencial no encaja en la Constitución, lo que ha de cambiar es la Constitución. A por los que pretenden gobernar España con una decena mal contada de diputados, para estrellarla contra los arrecifes. A por los que aceptan gustosos ese peaje con tal de gobernar a cualquier precio. A por quienes alinean a España con los regímenes más despóticos del planeta, al tiempo que nos distancian, cuando no enemistan, de las potencias que constituyen nuestros aliados naturales. A por quienes nos mienten diciendo que nuestros soldados, armados hasta los dientes en el otro confín del mundo, están y mueren en misión humanitaria. A por los titiriteros que sólo se movilizan cuando gobierna la derecha. A por quienes se reúnen con los terroristas para repartirse los despojos de la nación española antes de que ésta esté muerta.
Démosles una sorpresa. Demostrémosles que la nación española está herida, gravemente herida, pero no muerta. Y que no está dispuesta a dejarse desollar sin ofrecer resistencia. A por ellos, a por todos ellos. Que no diré que son pocos, pero sí cobardes. A por ellos, con nuestras banderas y con nuestros himnos. Que las vean donde quiera que miren y que los oigan aunque cierren las ventanas.


Germont

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