sábado, marzo 03, 2007

Pacto con el demonio


Un artículo de Reme Falaguera


- "Emperador Lucifer, señor de todos los espíritus rebeldes, ruegote que me seas favorable en la apelación que te hago, deseando hacer pacto contigo. Ruegote también, príncipe Belcebú, que me protejas en mis empresas. ¡Oh conde Astarot! séame propicio y haz que en esta noche se me conceda, por medio del pacto que voy a presentarle, todas las riquezas que necesito - ¡Oh, gran Lucifer!
- Heme aquí: ¿Qué quieres de mí? ¿Por qué me invocas? Respóndeme.
-Te he llamado para pactar contigo a fin de que me “enriquezcas” cuanto antes. Prometo al gran Lucífago recompensarle de todos los tesoros que me dé. En fe de lo cual he firmado.
-Sígueme y tomarás el tesoro que voy a enseñarte.



Tal vez lo que acabo de relatar sea pasto de las burlas de los incrédulos, pero, si lo pensamos un poco, muchos de ustedes verán que no voy muy desencaminada. Es evidente, Zapatero parece ser una buena prueba de ello, que los pactos con el demonio existen y que hay personas que conscientemente le entregan su alma – y la de todos los que le rodean- para conseguir poder, riqueza, “honor”, influencia…a cambio de aniquilar a Dios de la vida de los hombres y turbar la paz ejerciendo el mal en el mundo día tras día. Si leemos las historias publicadas sobre estos pactos con el mal y seguimos fielmente sus pasos, nos daremos cuenta, metafóricamente hablando, claro está, de que ZP debió de hacer uno con el maligno hace mucho, mucho tiempo. Puestos a imaginar, veo a nuestro querido presidente en la soledad de su despacho, unos meses antes del 11 M, y sin la más mínima oportunidad de ganar las elecciones: ¿A quién acudir para pedir ayuda? No hay ninguna duda. Lógicamente, el mejor para estas ocasiones es el “seductor pérfido y taimado que sabe insinuarse en nosotros por los sentidos, la imaginación, la concupiscencia, la lógica utópica, las relaciones sociales desordenadas, para introducir en nuestros actos desviaciones muy nocivas y que, sin embargo, parecen corresponder a nuestras estructuras físicas o psíquicas o a nuestras aspiraciones profundas” (Pablo VI) Pero el Sr.Zapatero no se da cuenta de que el Diablo no es Dios y no le puede dar lo que quiera. Porque lo que realmente le interesa al maligno es que la persona, una vez ha firmado el pacto, piense que sigue siendo tan libre como antes y le tienta para que “sembrando el error y la desgracia en la historia de la humanidad” nunca desee arrepentirse disfrazándose con piel de cordero para seguir ocultando su imagen de fiera pérfida y destructora de todo lo bueno que encuentra en su camino. A pesar de todo, me viene a la memoria un acontecimiento que cuentan le ocurrió a León XIIII: ”Después de haber celebrado la misa, el Papa, según su costumbre, asistió a una segunda misa. Hacia el final, se le vio levantar la cabeza de repente y mirar fijamente hacia el altar, encima del tabernáculo. El rostro del Papa palideció y sus rasgos se tensaron. Acabada la misa, León XIII se levantó y, todavía bajo los efectos de una intensa emoción, se dirigió hacia su estudio. Un prelado de los que le rodeaban le preguntó: Santo Padre, ¿Se siente fatigado? ¿Necesita algo? -No, respondió León XIII, no necesito nada... El Papa se encerró en su estudio. Media hora más tarde, hizo llamar al secretario de la Congregación de Ritos. Le dio una hoja, y le pidió que la hiciera imprimir y la enviara a los obispos de todo el mundo” El contenido de esa hoja era una oración a San Miguel, Capitán de las legiones celestiales y Patrón de los soldados, para preservar a la familia y a la sociedad de grandes males, muy aconsejable para estos tiempos que Dios ha elegido para nosotros. “Arcángel San Miguel, defiéndenos en la lucha, sé nuestro amparo contra la maldad y las asechanzas del demonio. Pedimos suplicantes que Dios lo mantenga bajo su imperio; y tú, Príncipe de la milicia celestial, arroja al infierno con el poder divino, a Satanás y a los otros espíritus malvados, que andan por el mundo tratando de perder a las almas. Amen. “

Reme Falaguera

Debate21

Mujeres del Siglo XXI

No hay comentarios: