Hartos de la siniestra abertzale
Arnaldo Otegi está intranquilo ante la cercanía de sus comparecencias en los Tribunales. No se separa de Barrena, a quien usa como paño de lágrimas. Está asustado y no lo puede disimular.
Sus afirmaciones sobre la autodeterminación y la negociación son una huida hacia adelante. Nadie le hace caso. Muestra de ello es que nadie ha prestado atención a sus últimas declaraciones sobre la anexión de Navarra y el nuevo Estado. Y eso también le ha dolido.
El Gobierno de Rodríguez no se cansa de decir que la negociación se ha terminado. En este sentido, Rodríguez ha llegado al enfrentamiento con tres miembros del Ejecutivo. Mientras los ministros defienden el fin de las relaciones con ETA, el presidente se mantiene dubitativo y atemorizado. Es un ‘alma en pena’ atrapado en Moncloa por el síndrome que cautivó a sus predecesores. A mayor personalidad, mayor resistencia al síndrome monclovita: González tardó nueve años en ser atrapado, Aznar poco más de una legislatura y Rodríguez se rindió a los pocos meses de pisar el palacio presidencial. La fragilidad de ‘Bambi’ no tardó en mostrarse.
Lo que no es de recibo, es la orden de Rodríguez de no molestar al mundo abertzale. Arnaldo Otegi ha cautivado al presidente, para quien se ha convertido en ‘hombre de paz’, junto con el asesino De Juana. Ese ‘no molestar’ se demuestra en los más de ochenta actos efectuados por la siniestra abertzale tras el último atentado. Sin embargo, Otegi ha echado un nuevo órdago a Rodríguez, al pedirle que confirme si va a “respetar lo que decida el pueblo vasco”. Algunos todavía no han visto que las decisiones de los vascos son respetadas en democracia, una y otra vez. Parecen no haber asimilado la realidad del Estado, como es el caso de ETA, su entorno, el nacionalismo trasnochado, la Iglesia vasca e IU, ésta en versión ‘soplagaitas’ y ‘robaperas’ para Vascongadas.
Anexionar Navarra al actual País Vasco es una tontería de grueso calibre. Eso sí, Otegi está en su derecho de reclamarlo. El engendro pretendido por el líder de la ilegalizada formación abertzale conduce a la risa. En Vascongadas están hartos de los juegos de la siniestra abertzale. Es más, apenas se suele hacer caso a planteamientos tan absurdos; pero Arnaldo no para de ‘llevar la burra al trigo’. Hace tiempo que conozco a este siniestro personaje, con primitivas costumbres y actitudes, y no ha cambiado nada: sigue siendo un impresentable y una ‘mosca cojonera’, por muy respetado y admirado que sea por el presidente Rodríguez.
Me cuentan sus vecinos que ha regresado muy enfadado de Irlanda. Apenas le han hecho caso. Barrena y él han vuelto doloridos y desencajados. Hasta Alec Reid les ha pedido que reconsideren muchos de sus planteamientos y actitudes. En las provincias vascongadas, ETA no respeta los derechos humanos, ni la voluntad del pueblo vasco. Todas las premisas de ETA son falsas, incluso la primera. Por tanto, la conclusión jamás será válida. Y si eran pocos diciendo barbaridades a diario, ahora también se une el padre redentorista irlandés, Alec Reid, especialmente capacitado y claramente dotado para meterse en todos los charcos. ¿Y el bachiller ‘Pepiño’ con esos pelos?
Jesús Salamanca Alonso
Publicado en: El blog de Jesús Salamanca Alonso
Análisis actual en clave de política liberal
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