Legítima defensa: Caso Tous
El yerno de la familia Tous está metido en un buen lío. Y lo está básicamente por que vive en un país como España, y en concreto en una comunidad como Cataluña. Bien, esto último es un arma de doble filo: podría suceder que finalmente salga bien parado precisamente por pertenecer a una muy reconocida y prestigiosa familia catalana. Pero no debería ser ésta la cuestión.
Por lo que se va sabiendo (la verdad sólo está en el sumario), la tesis de la legítima defensa en sentido estricto hace aguas: al parecer el tiroteo se produjo en la calle y no en el interior de la finca; no se ha encontrado ningún arma en poder de los supuestos asaltantes; el fallecido presenta un disparo tras la oreja, es decir, en una posición poco acorde con la situación alegada. Insisto en que todo esto está recogido de la prensa, y por lo tanto es susceptible de ser falso o inexacto. Ahora bien, es evidente que este hombre no es un asesino, un criminal peligroso con elevado riesgo de fuga. Con retirarle el arma reglamentaria parece suficiente, y a mi juicio resulta excesivo encarcelarle sin fianza. ¿Significa esto que esté uno defendiendo la posibilidad de que cualquiera con permiso de armas pueda pegarle un tiro impunemente a un tercero que le resulte sospechoso? No, en absoluto. Pero pongámonos en situación.
Hace días que se registraban movimientos sospechosos en torno a la finca. En casa de una de las hijas se habían producido robos y habían aparecido micrófonos. Días atrás un crío de cuatro años fue secuestrado por una banda de atracadores. En verano, la ola de asaltos alcanzó grados de psicosis colectiva. En este contexto, las cámaras de la finca de los Tous detectan la presencia de cuatro intrusos en el jardín. Se avisa a la policía, pero el encargado de seguridad se adelanta y se encuentra con cuatro individuos en dos vehículos, que aparentemente están saliendo de la casa. En ese momento intenta detenerles y se produce algún tipo de incidente que termina con la muerte de uno de los supuestos asaltantes.
Por lo que se va sabiendo (la verdad sólo está en el sumario), la tesis de la legítima defensa en sentido estricto hace aguas: al parecer el tiroteo se produjo en la calle y no en el interior de la finca; no se ha encontrado ningún arma en poder de los supuestos asaltantes; el fallecido presenta un disparo tras la oreja, es decir, en una posición poco acorde con la situación alegada. Insisto en que todo esto está recogido de la prensa, y por lo tanto es susceptible de ser falso o inexacto. Ahora bien, es evidente que este hombre no es un asesino, un criminal peligroso con elevado riesgo de fuga. Con retirarle el arma reglamentaria parece suficiente, y a mi juicio resulta excesivo encarcelarle sin fianza. ¿Significa esto que esté uno defendiendo la posibilidad de que cualquiera con permiso de armas pueda pegarle un tiro impunemente a un tercero que le resulte sospechoso? No, en absoluto. Pero pongámonos en situación.
Hace días que se registraban movimientos sospechosos en torno a la finca. En casa de una de las hijas se habían producido robos y habían aparecido micrófonos. Días atrás un crío de cuatro años fue secuestrado por una banda de atracadores. En verano, la ola de asaltos alcanzó grados de psicosis colectiva. En este contexto, las cámaras de la finca de los Tous detectan la presencia de cuatro intrusos en el jardín. Se avisa a la policía, pero el encargado de seguridad se adelanta y se encuentra con cuatro individuos en dos vehículos, que aparentemente están saliendo de la casa. En ese momento intenta detenerles y se produce algún tipo de incidente que termina con la muerte de uno de los supuestos asaltantes.
Falta por conocer el currículum del detenido y del fallecido, e identificar a los huidos. Por de pronto, la juez ha encarcelado al otro extranjero por tentativa de robo, así que se descarta que “pasaba por allí”. Pero está claro que hemos llegado a un punto en el que la gente tiene miedo, y sobre todo tiene la triste convicción de que ha de defenderse a sí misma ante la irrupción de peligrosas bandas de delincuentes violentísimos, procedentes en general de países del este de Europa. Por un despliegue precipitado, por la absurda voluntad política de establecer los menores lazos posibles con los cuerpos de seguridad del Estado, o por las razonables reservas que suscita el recién designado conseller de Interior, la confianza en la policía autonómica para garantizar la seguridad de los ciudadanos está en crisis, lo cual provoca que la seguridad privada esté experimentando un auge desmesurado.
Valorar la proporción entre la amenaza y la reacción siempre es materia compleja. Pero hay una cosa clara: ni el muerto ni el detenido estarían en sus respectivas situaciones si el primero no hubiera entrado en casa ajena con intenciones evidentes. Esa es una verdad incontrovertible, y debería ser suficiente para que, de momento, el acusado estuviese en libertad hasta la celebración del juicio. Para rizar el rizo, la viuda del asaltante muerto ha anunciado, no sé desde qué país, que se constituirá en acusación particular y ejercerá acciones legales. El mundo al revés.
Germont
Germont
4 comentarios:
hola, queria reflejar mi profunda comunion con su opinion, desde el punto de vista liberal esto es inaceptable, la defensa de la propiedad privada no puede castigarse, y menos igual a los delincuentes, en segundo lugar animarles a que sigan asi
http://www.errorconautomata.com/imagenes/casostousdef3.jpg
Lo cierto es que el derecho a la propia defensa y a portar un arma deberian de estar mejor reconocidos por nuestro ordenamiento.
El control de armas fue instaurado por el nacionalsocialismo aleman como una forma de controlar a la poblacion (y fue especialmente dura esta restriccion para los millones de judios asesinados, que de otra forma podrian haber intentado defenderse), luego fue copiada por los socialistas europeos que ahora se dedican a pintar a la NRA (National Rifle Association) de EEUU como un atajo de fascistas y no como luchadores por los derechos civiles.
La creciente inseguridad ciudadana ha hecho que cada vez mas gente recurra a la seguridad privada, solo es cuestion de tiempo que esta sea algo cotidiano (sobre todo en urbanizaciones de la periferia), aqui hay que exigir al estado que no aplique requisitos y regulaciones excesivas sobre este tipo de seguridad (ya que encarecera el servicio y por consiguiente habra menos seguridad en las calles).
Visitame en:
http://kill-lois.blogspot.com/
Sinceramente, pienso que es hacernos sentir como cobardes el no poder dfendernos, creo que si sabemos que está viniendo mucha gente violenta, con formación policial o militar, lo menos que se podría hacer es relajar un poco la legislación frente a las armas. Creo que que menos que meterle un tiro en la boca a un exmilitar delincuente habitual vilento y que en ese te está robando y pegando a tu mujer o violando a tu hija? XDD
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