sábado, mayo 06, 2006

Las cuentas de Don Evo

Acaba de decir el Ministro Boliviano del ramo que con el Decreto de nacionalización el 82% de la producción revertirá al Estado, y el 18% a las empresas explotadoras (tengo para mí que han pasado de explotadoras a explotadas...)

Y añade el Ministro que ese porcentaje empresarial es bueno, porque les permite obtener unos beneficios del 20%.

Mis conocimientos algorítmicos me han puesto sobre alerta, porque si con el 18% de un bien se obtiene el 20% de beneficio, quiere decir que con el 100% de un bien se obtiene el 111% de beneficio.

¿Beneficio sobre qué? ¿Ha tenido en cuenta el coste de la inversión que se requirió en su momento para obtener ese bien? ¿Y el resto de costes presentes para explotarlo y comerciarlo?

Presiento que de aquí a pocos años Bolivia va a ser un país exportador de parados, centrifugador de emigrantes, como lo fue recientemente Ecuador. No hay nada peor en la economía que aplicar fórmulas cuyo fracaso está más que probado...

¿Se nota que soy accionista de Repsol? ¿Se nota que siento cómo mi gobierno no defiende mis intereses fuera de España? ¿Y que, además, al condonarle la deuda a Don Evo añade más perjuicio
a mis intereses?

Bachiller

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Evo Morales anti- español

vitio dijo...

Y Fidel Castro asesino!!

El Capitán Trueno dijo...

LA CAIXA DEBERÍA “DESPEDIR” A MONTILLA

Lo que parecía había sido una buena inversión para la Caixa, lograr hacer ministro de España a su “comisionista” Montilla, al hombre al que le había condonado una deuda del PSC de mil millones de pesetas, quizá resulte desastrosa para el buque insignia de la oligarquía financiera catalana.

En efecto, el primer pelotazo deseado por la Caixa era la OPA hostil de su criatura Gas Natural sobre Endesa, que parece que ha naufragado totalmente entre OPA’s amistosas mejoradas de E.ON y desautorizaciones judiciales a Montilla en los Tribunales.

Ahora el aliado internacional de Zapatero y Montilla, el indo-socialista Evo Morales, ha tomado por la fuerza del Ejército boliviano los pozos petrolíferos en el país andino de Repsol, otra criatura de la Caixa, nacionalizándolos manu militari.

La política de Montilla no parece beneficiar a los intereses económicos –legítimos- de la Caixa. No nos extrañaría que cuando los dirigentes de la entidad financiera catalana despierten del narcótico insuflado por el nacionalismo catalán y la alianza de civilizaciones de ZP, despidan sin contemplaciones a su “comisionista”.