jueves, marzo 23, 2006

Hechos son amores...


... y no buenas razones. ETA le pidió a Rodríguez hechos para concederle graciosamente la supuesta tregua que, como cualquier matemático sabe, no es más que un subterfugio, porque el orden de los factores no altera el producto: hasta ahora era "si no me das lo que pido, mato", y ahora es "no mato, y me das lo que pido". Y de lo pasado, pelillos a la mar.

Y Rodríguez puso hechos sobre la mesa: uno, la cabeza de Fungairiño en bandeja de plata. Dos, reconocer a Cataluña como nación. ¿Con qué cara se le puede negar ahora al País Vasco el mismo reconocimiento? A partir de ahora ni siquiera será necesario negociar formalmente con los asesinos: ya está todo negociado y establecido a través del precedente catalán, no hay más que seguir las huellas que se iniciaron en Perpiñán. Hágase un estatuto vasco similar al catalán, transfiéranse las competencias penitenciarias al gobierno de Vitoria y dejemos que el cumplimiento de las penas se pierda en la espesa niebla que cubre Euskadi, y antes de que nos demos cuenta los flamantes licenciados de la universidad del Pais Vasco estarán en régimen abierto, abiertísimo, y colocados como directores generales y jefes de negociado en la administración autónoma. ¿Para qué tener que mancharse las manos y la conciencia indultando asesinos, si pueden salir a la calle por la puerta trasera?


Germont

No hay comentarios: