La socialización de las deudas
En nuestra ingenuidad llegamos a creer que el socialismo pretendía la socialización de los medios de producción, de las riquezas, para repartir entre "el pueblo" los réditos, o plusvalías, obtenidos.
Nunca caímos en la cuenta de que el socialismo, para el PSOE, es, ante todo, la socialización de las deudas de sus amigos.
La UGT, en una nefasta y delictiva actuación, promovió una cooperativa de viviendas que dejó a los cooperativistas sin pisos y sin dinero. Un modelo de gestión que evidenció, a las claras, la falta de capacidad de los progresistas para competir en el mercado y conseguir unos logros materiales y mensurables: viviendas, calles, árboles, parques, bancos. (Porque sí sabemos que cuando los objetivos son imprecisos y no medibles, los alcanzan a la perfección:
solidaridad, sostenibilidad, diálogo, confianza, etc...)
Pues bien, para hacer frente a aquel desbarajuste empresarial, la UGT tuvo que pedir un préstamo al ICO, de varios miles de millones de pesetas. Préstamo de naturaleza montillesca, pues tampoco han sabido devolverlo.... Y en lugar de aplicar la teoría de Montilla para con La Caixa, (no devolverlo por no ser necesario, dado que no hay jurisprudencia al respecto, incluso lo avalan prestigiosos catedráticos...) han optado que el Estado le abone a UGT el importe de ese préstamo que hubo de concertar para tapar el agujero carmelitano de su pèsima gestión.
Y para que la cosa no se note, para disimular y despistar, lo justifican con el uso de un concepto talismán, narcótico, que tanto vale para un roto como para un descosido: dicen que es por una "deuda histórica" derivada de la incautación de bienes en la guerra civil (incautación que ya saldó hace años el gobierno de UCD...)
Todos hemos de tapar las deudas que acumulan unos pocos.
Por lo menos podrían hacer una prorrata de cuánto nos sale a cada uno esa aportación a UGT; así, al hacer la declaración de la renta, podríamos desgravarnos por la aportación sindical correspondiente.
Nunca caímos en la cuenta de que el socialismo, para el PSOE, es, ante todo, la socialización de las deudas de sus amigos.
La UGT, en una nefasta y delictiva actuación, promovió una cooperativa de viviendas que dejó a los cooperativistas sin pisos y sin dinero. Un modelo de gestión que evidenció, a las claras, la falta de capacidad de los progresistas para competir en el mercado y conseguir unos logros materiales y mensurables: viviendas, calles, árboles, parques, bancos. (Porque sí sabemos que cuando los objetivos son imprecisos y no medibles, los alcanzan a la perfección:
solidaridad, sostenibilidad, diálogo, confianza, etc...)
Pues bien, para hacer frente a aquel desbarajuste empresarial, la UGT tuvo que pedir un préstamo al ICO, de varios miles de millones de pesetas. Préstamo de naturaleza montillesca, pues tampoco han sabido devolverlo.... Y en lugar de aplicar la teoría de Montilla para con La Caixa, (no devolverlo por no ser necesario, dado que no hay jurisprudencia al respecto, incluso lo avalan prestigiosos catedráticos...) han optado que el Estado le abone a UGT el importe de ese préstamo que hubo de concertar para tapar el agujero carmelitano de su pèsima gestión.
Y para que la cosa no se note, para disimular y despistar, lo justifican con el uso de un concepto talismán, narcótico, que tanto vale para un roto como para un descosido: dicen que es por una "deuda histórica" derivada de la incautación de bienes en la guerra civil (incautación que ya saldó hace años el gobierno de UCD...)
Todos hemos de tapar las deudas que acumulan unos pocos.
Por lo menos podrían hacer una prorrata de cuánto nos sale a cada uno esa aportación a UGT; así, al hacer la declaración de la renta, podríamos desgravarnos por la aportación sindical correspondiente.
Bachiller
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