martes, noviembre 15, 2005

En la manifestación del 12-N

En la manifestación del 12-N fui entrevistado por TV-5. Una locutora muy joven, de ojos verdes oceánicos y muy mona, me pidió opinión. No llevaba ningún anagrama en el micro, tampoco el cámara. Luego supe que era de TV-5.

Me preguntó, con un tono de voz memo y forzado, si un homosexual podía apoyar la unidad de España. Comprendí que estaba siendo entrevistado para un programa informal, de ji-ji, ja-ja, de esos que nunca veo. Le contesté que sí, que nada tiene que ver la orientación sexual con las ideas políticas. Que los homosexuales tienen pleno derecho a defender cualquier idea y entonces le pregunté yo “qué pasa ¿tienes tú algo contra los homosexuales?”. A la chica se le descompuso la cara y me miró con cara de pedirme perdón.

A continuación me hizo más preguntas “puede un profesor de religión catalán apoyar el estatuto” Le dije, tras rectificar la respuesta, pues me puse un pelín intranquilo al verme en medio de unas preguntas sandias para la telebasura, que debía tener muchas reservas para apoyarlo.

Luego me preguntó “Y un sacerdote que se salga de cura se case y tenga hijos, ha de estar a favor o en contra de la LOE” Le dije que las preguntas que me hacía eran las propias para extraer del entrevistado afirmaciones extravagantes, radicales, para dar imagen de una derecha intransigente, montaraz, “probablemente es lo que a ti te han dicho y te has creído” pero somos gente normal, como tú, no pienses que somos gente rara…

Me volvió a preguntar algo de contenido sexual, que no recuerdo bien; le dije, con infinita tranquilidad y templanza, y en medio de una sonrisa, que me extrañaba la insistencia en acudir al sexo como objeto de sus preguntas, lo cual me hacía sospechar si no estaría ella misma afectada por algún tipo de frustración sexual o insatisfacción (se le descompuso la linda carita… literalmente le mudó la color por un segundo y los ojos verdes le brillaron como candelas..) Le dije, que si era así que, estuviera afectada por aluna frustración sexual, lo sentía porque ahora vivimos en libertad y no hay razones para andar con frustraciones y represiones sexuales (nueva mudanza de la color…)

Me preguntó : “Entonces es Vd. un liberado sexual? Le dije: “No exactamente, no soy ni liberado sexual ni reprimido sexual, todo eso lo tengo ya superado: Yo soy un “superado sexual”. Mis problemas y objetivos caminan por otros senderos….”

Esta contestación desarmó a la muchacha. Con cara de admiración me dijo: ¡Nada más, muchas gracias!. Yo le sonreí afectuosamente y… ¡nos dimos dos besos cariñosos! Fue entonces, con su mejilla contra la mía cuando le pregunté ¿De qué TV eres?. Y me lo dijo.

Fue a por lana y salió trasquilada.

Bachiller

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