La codicia y la pereza

Hace tiempo que no dejo nada escrito. En parte por razones profesionales, en parte por un cierto hartazgo. Será que el Presidente Zapatero produce un cierto reblandecimiento cerebral. No es posible aguantar tanta miseria intelectual sin quedarse atascado. O más bien deber ser un mecanismo de superviviencia del cerebro. No es posible estar siempre alerta ante la estupidez. Uno debe desconectar por un tiempo para poder seguir funcionando.

Dicho esto, aquí estamos otra vez. Esa crisis antipatriótica inexistente parece que le ha explotado al gobierno entre las manos. Todavía tengo presente la imágen del Presidente Zapatero en el primer debate ante Mariano Rajoy hablándonos de los precios del petróleo, de la subida de los precios del arroz y de algo más de relleno para justificar que la economía ya no crecía como antes. Como en tantos otros temas, como en todo mensaje de sus gobiernos, el Presidente Zapatero o mentía o no sabía nada. Dado que no puedo analizar su mente no puedo contestar a esta pregunta de forma convincente. Pero mi inclino por la primera opción. Sus excusas simplistas valieron para ganar unas elecciones. Entonces no lo entendí. Pero parece que está claro que muchos españoles prefirieron dormirse arrullados por los cantos de paz y bonanza del Presidente Zapatero que enfrentarse a la dura realidad.

Hace ya unos cuantos años, Francisco Umbral definió a JM Aznar como un austero contable castellano. Era la primera legislatura de Aznar. España salía de la miseria socialista gracias a la eficiente gestión de la sobriedad y del contacto con la realidad. Unos diez años después, el moralista laico que duerme en la Moncloa nos habla de la codicia del capitalismo salvaje. Nos propone recetas milagrosas segun las cuales todo se arreglará si el Estado sigue echando dinero en el sistema sin demasiado criterio. Esa codicia vive en el extranjero y si asoma en España está siempre en las manos del capitalismo salvaje, de la derecha extrema y de la avaricia de los empresarios opresores. Esa codicia nunca es socialista. Esa codicia no existe en el código moral del durmiente monclovita. El es tan generoso que no duda en repartir el dinero de todos para todos, eso es el socialismo. Es decir, contra la codicia, repartirlo todo, incluso lo que no se tiene. Contra la codicia el derroche de nuestro dinero. Tanto si lo piden los andaluces como si lo piden los catalanes. No hay freno para ello. Repartamos la riqueza para acabar con la codicia. Repartamos la riqueza para no mirar nuestros propios errores y seguir durmiendo en sueños de paz y bonanza. Acallemos, a golpe de subvención y de planes ¨E¨cualquier ligero remordimiento que sugiera que no lo hicimos bien cuando podíamos o que nos insinue que nosotros también pudimos ser codiciosos… shhhhh… no, eso no. Nosotros, codiciosos… no, ¡¡¡ nunca !!!! Eso solo los capitalistas salvajes, los americanos egoístas. Nosotros nunca. Somos los de la paz y el ¨queremos saber¨, somos buenos, siempre… por eso votamos a los socialista. No somos como ellos, esos de la derecha extrema egoísta y avariciosa.

Mejor la pereza y el dejar hacer que la codicia.

Dejemos que el Presidente Zapatero lo solucione todo. El sabe como hacerlo. Tiene amigos poderosos que se sacan fotos con él. El sabe y es un hombre bueno, que duerme en la paz del justo en su cama de la Moncloa.

No pensemos en nuestros errores, en nuestra pereza, en nuestros ¨chollos¨, en nuestras oportunidades del siglo. Ya caerá la ayuda y la subvención.Y, por encima de todo, no votemos nunca al PP. No sea que nos pidan austeridad y sobriedad otra vez que luego salen las cuentas, la economía se pone en marcha y nos desmadramos todos. Mejor vivir de pobres y de la ayuda. Que paguen los ricos, que por algo son ricos.

…

Por un tiempo pensé que España podía ser un país moderno donde se valorara la productividad y no el chollo. Me equivoqué.

No basta con ganar las elecciones. Además habrá que decir a los españoles que debemos ser realistas y exigentes con nosotros mismos si no queremos que el socialismo sea crónico en España.

¿ Alguien se anima?

dosmildoce.wordpress.com