domingo, mayo 11, 2008

El nacional-progresismo

En El País leo una entrevista al dramaturgo Albert Boadella; vuelvo a apreciar la agudeza de este personaje del que tanto me separa pero que tan próximo siento. Me llama la atención esta respuesta: "A mí me gustan las cosas claras y en la dictadura lo estaban. Todos sabíamos a quien teníamos que odiar y a quien amar. Pero ahora, a pesar de la Constitución que nos protege, existen formas de marginación y censura que llevan a la muerte civil a los ciudadanos que no son políticamente correctos. Lo peor de todo es que este comportamiento parece lógico, cuando no lo es, porque esto es una democracia."

Y pienso, mientras leo, treinta y tres años después de la muerte de Franco, todavía se sigue hablando y legislando con –mejor, sin- Memoria Histórica sobre aquellos 'nefastos' tiempos y rememorando y fustigando al nacional-catolicismo que ya pocos recuerdan que fue, como pocos quedan que hayan sido –en su tiempo-conscientes de lo que significó la República y el régimen de Franco en sus inicios; lo que si sabemos todos los buenos ciudadanos es que en el franquismo todo fue malo, malísimo; y en la republica todo bueno, buenísimo. Corrijo; queda un nonagenario Carrillo que si recuerda y propala lo dicho antes aunque no recuerde que es eso de Paracuellos.

Algunos recordamos algo más; y personalmente pienso que algún paralelismo hay entre aquellos tiempos y los actuales, incluidos episodios sangrientos; la más notable y rica de las diferencias es una actual libertad sexual casi absoluta, salvo que haya acoso; por cierto, no sé como puede haber sexo sin una previa aproximación y ¿quién diferencia entre ésta y el acoso?; si acoso dice la mujer, el macho está perdido; la inversa no se contempla; se ignora. Políticamente también pues hay cierta libertad de prensa; pero por lo visto en el franquismo no debieron existir franquista; ahora todo el mundo fue opositor; y si te sacan los colores se reniega del padre o la madre si menester fuere. Pero el resto de libertades es más aparente que real.

Boadella asiente en que el hombre occidental es un ser que ha sustituido una religión por otras como es la salvación del planeta y dice

"A través de temas tan trascendentes como el calentamiento global o la necesidad de preservar el medio ambiente puede existir un intento ordenancista invocando razones superiores a la libertad individual. Lo venimos sufriendo en temas que atañen a fumadores, bebedores o taurófilos. Hay un intento de convertirnos en una sociedad puritana."

Y yo añado otras formas de presión no referidas al medio ambiente pero que están en él, presionando, como por ejemplo

- a la mujer con un embarazo no deseado para que aborte

- al divorcio en caso de parejas con problemas

- a conocer en qué consiste el orgullo gay

- al libre comportamiento de nuestros escolares sin corrección autorizada a los padres, salvo que de sexo se trate; en este caso se colabora con el chaval o la chavala para que puedan ejercer su libertad sin cortapisas ni consecuencias indeseadas mientras los padres deben permanecer ignorantes o ignorados.

- a la criminación del machismo con desigualdad ante su equivalente femenino; las mujeres no delinquen, sólo 'faltan'; el hombre no falta pues sólo delinque.

- a no llamar al negro, negro

- a molestarse ante cualquier simbología religiosa salvo la islamista y las budistas y similares que son muy in.

-a ser laico; mejor, laicista

-el leguaje como hecho diferencial pero… obligatorio…

- llamar políticamente centro a la derecha pues ésta no existe, y si la hay es para ser desahuciada…

… toda una retahíla de valores convenidos en un nuevo Catecismo Progresista que tiene de peor que no hay Papa que lo impulse por lo que se queda a merced de doctrinarios que utilizan comisarios ad hoc; y así es, pues nos dan la libertad de elegir, pero con obligación de hacer uso de ella y se olvidan que una elección es no elegir nada. Estamos sometidos a una nueva inquisición, más sutil que el nacional-catolicismo, pero más eficaz; sino estás en la pomada no eres nadie y si lo estás, no te muevas, que no sales en la foto como dijo aquel.

Así traduzco una frase de la entrevista a Boadella:

"Quien se enfrenta al nacional-progresismo es automáticamente marginado y convertido en muerto civil. El nacional-progresismo no actúa como un partido, sino como una ideología y, por tanto, lo hace con cierto autoritarismo. En este sentido, el nacional-progresismo es como una dictadura que, si te metes con el poder, te margina."

Me he limitado a cambiar nacionalismo por nacional-progresismo.

Y así nos va; batiendo marcas occidentales; los más abortistas, los más divorcistas, los más laicistas, los más desinhibidos en materia sexual, los peor educados… y un sin fin de logros orgásmicos como dijo otro.

Ahora que estamos conmemorando el 2 de Mayo de 1808, creo que conviene recordar también el año 1814 en el que ese mismo pueblo se levantó al grito de 'Vivan las caenas' frente al de 'Viva la Libertad', apoyando el absolutismo del 'Deseado' pero indeseable Fernando VII.

Ahora tenemos un no cantado, pero latente, grito de 'Viva el nacional-progresismo', el caso es estar encadenado.

¡Jo, que pueblo!; decididamente tiene lo que merece; lo malo es que nos afecta a otros que todavía pensamos en que el hombre y la mujer son algo más que un estómago y unos genitales.

Saludos con un Viva la Libertad, sin adjetivos.

El políticamente incorrecto, Ángel

Coda: Me he permitido exagerar como reacción ante tanta impostura social

1 comentario:

Anónimo dijo...

el verdadero enredadero de esto es que no se define correctamente el verdadero nacional´progresismo que todavia no lo practican , esta muy bien el aborto, el control natal, el laicismo pero lo que esta mal es demasiada libertad como para regresar a la epoca de las cavernas con desordenes sexuales y con unos jovenes que mas valdria aplicarles un regimen militar de internemiento sin el uso de la violencia en sus actividades educativas diarias.