martes, febrero 05, 2008

‘Pepiño’ Blanco a escena


Por Jesús Salamanca.


Pero, hombre de Dios, don José, deje usted de meterse con todo lo que se menea. Se ha especializado en no dejar títere con cabeza y doy fe que está a punto de conseguirlo. Por lo que compruebo, ahora le ha dado a usted por meterse con la Iglesia, los curas, los obispos, Manuel Pizarro y Esperanza Aguirre. ¡Menuda tropa ha elegido!

Como buen socialista, le imagino poniendo el busto de cada uno de los citados en un tablón horizontal y lanzando bolas de goma maciza contra ellos. Algo así como si de una caseta de feria se tratara. ¿Cuándo duerme, don José? Si no está insultando a la vecina, está jaleando a Gaspar Llamazares, engañando a los alcaldes de su partido o metiéndose con don Mariano Rajoy. ¡Tié usté pa tos!, como le decían el otro día sus fieles de Andalucía. Bien es verdad que le falta mucho camino por recorrer para parecerse a don Alfonso Guerra. ¡Ese sí que tenía tablas y garra con los agradecidos del PER!

Hace algunos meses, cuando Rajoy se apuntaba a cualquier ‘bombardeo’, incluyendo las manifestaciones de la AVT, usted buscaba afanosamente con lupa, por si encontraba a algún carcamal que portaba en las manifestaciones alguno de los que usted llamaba ‘aguiluchos’. Pero, hombre de Dios, ¿cómo confunde un ‘aguilucho’ con el Águila de San Juan? Es lo que le faltaba a usted y a su partido: además de hacer el ridículo con frecuencia, lo demuestran andando y a diario.

Me gustaría saber de dónde ha sacado, ínclito ‘Pepiño’, que la Conferencia Episcopal es el “nuevo brazo armado del PP”. Parece que alguien le ha prestado la escopeta de decir tonterías y usted está agotando todos los perdigones. La Conferencia Episcopal hay que reconocer que se está pasando los pueblos de tres en tres. No deja descansar al socialismo de cheira y megáfono.

El señor Blanco, don José, alias ‘Pepiño’ culturado, se encuentra en su salsa. Ahora quiere saber qué piensa Mariano Rajoy sobre la idea de no votar a los partidos que negocien con los terroristas. He querido darle la explicación en su bitácora, pero siempre me rechaza; las opiniones las controla él o su becario y jamás entra un comentario contrario a su pensamiento. Así cualquiera, ‘Pepiño’, bien está que nos obligue a registrarnos, pero de ahí a controlarnos cada acceso… Ni las SS tenían tanto miedo a las opiniones contrarias. Su cobardía le traiciona y le delata, señor bachiller.

Don José Blanco suele ser escudo y escudero en los malos momentos. Es a la vez el termómetro del PSOE. Cuando ‘Pepiño’ sale mucho a escena es que hay miedo y muchas cosas que tapar. La escena montada con lo de los obispos es un mecanismo de compensación para que no se hable de la crisis que empieza a afectar a España.

Y no solo de esa crisis que tanto nos preocupa a todos, sino del rechazo de la política exterior socialista, del engaño de los 400 euros, del paro cabalgante, de las amistades con ETA, del retorcimiento fiscal que pretende el Gobierno, de la presentación de la banda en sociedad por parte del socialismo español, del problema que acecha a las pensiones por la mala gestión socialista, de la ley de dependencia, de las chapuceras infraestructuras que manipula ‘Maleni’ Álvarez, de los inventos hortera que capitaliza Chuchi Caldera y de la falsa igualdad que predican, por citar algunos temas peliagudos.

Sea sensato, don José. Déjese de insultar y de crispar el cotarro. El horno no está para bollos. Y en cualquier esquina venden ‘yoyas’. Algunas veces las recibe el menos pensado y otras llevan destinatario. ¿No cree que ya ha hecho suficiente ridículo a lo largo de la legislatura? Empezó con su desaparición ante el intenso fuego en Galicia y acabará… ¡sabe Dios cómo!

A saber dónde estará usted la tercera semana de febrero. Si sigue con sus estupideces, habrá llegado muy lejos. Estoy seguro que Claude Chabrol se inspiró en usted y en sus sandeces, cuando dijo que “la tontería es infinitamente más fascinante que la inteligencia. La inteligencia tiene sus límites, la tontería no”.

Jesús Salamanca Alonso

1 comentario:

Anónimo dijo...

Astuto político gallego de la calle Ferraz