Vuelve el hombre

Por Germont

Ayer el PSC desembalsamó por unas horas la momia de Felipe González para pasearlo cual Cid Campeador en el mitin de Carme Chacón. La señora ministra no está muy dotada de carisma y capacidad de oratoria, así que el viejo león volvió a cabalgar por las tierras del cinturón industrial de Barcelona donde ahora, 12 años después, el no uso del catalán es sancionado por el gobierno que preside un señor de Córdoba, y el tradicional charnego que, orgulloso de sus orígenes, poblaba Hospitalet, Cornellà o Sant Boi, va camino de acabar en la vitrina que dejó libre el negro de Banyoles.

Malos vientos deben soplar para el talante zapaterino, cuando hay que desempolvar a las viejas glorias. Qué se fizo de la renovación, do quedó el cambio... A lo seguro, que es el veterano Felipe, curtido en mil batallas, baqueteado en diez mil mítines, y que desprende el viejo y familiar aroma del PSOE de toda la vida. Frente al nuevo perfume posmoderno con que el PSC quiere camuflar los efluvios que inevitablemente emanan de tanta traición a su electorado, de tanto oasis putrefacto, de tanta connivencia con el nacionalismo más rancio, los creadores de imagen han lanzado la ingeniosa comparación de que el PP huele a Varón Dandy. Pero se ve que a última hora han decidido que mejor recuperar las fragancias de siempre, la seguridad que da el olisquear nuevamente la intemporal colonia de Felipe y el felipismo: Lavanda Inglesa ... de Gal.


Germont