lunes, enero 14, 2008

PARA DEBATIR CON PROPIEDAD (1ª parte)

Por Reme Falaguera

“Los hombres reñirán, escribirán, lucharán, morirán por la religión; todo excepto vivirla” Carl Caleb Colton



Estos chicos del PSOE andan un poco obsesionados contra la Iglesia Católica y sus fieles tras lo sucedido en la Plaza de Colón el pasado 30 de diciembre. Sinceramente, esperaba un poco más de estos políticos que se retuercen en la confusión cuando ven que muchos ciudadanos les plantan cara. Pero, tienen tan poca imaginación y están tan confusos con lo que es una FAMILIA CRISTIANA , que me da que pensar.

No entienden que como católicos tienen, tenemos, la libertad y la responsabilidad de defender nuestra fe, nuestras creencias y unas costumbres – indispensables como guía de un comportamiento individual y colectivo correcto- para alcanzar nuestra meta en la vida: ser santos dentro de nuestro propio estado para vivir toda la eternidad con Cristo en el Cielo.

Es más, estoy casi convencida que muchos de nuestros líderes políticos “hicieron campana” el día que en la catequesis les hablaron sobre la familia, el matrimonio como cooperadores de Dios , el regalo de la vida humana y , muy especialmente, el don de la libertad como fuerza de crecimiento personal en la verdad y la bondad.

De manera que , y para evitar confusiones en el futuro, me ha parecido más instructivo repasar la doctrina de la Iglesia, para que todos hablemos con propiedad a la hora de defenestrar al “adversario”.

En fin, ¿Qué les parece si empezamos?

Vamos allá.

Para empezar es bueno recordar estas palabras de la Biblia:

Una vez creados el hombre y la mujer , Dios dijo “Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne”(Gn 2, 24). Y los bendijo Dios, y les dijo Dios: "Sean fecundos y multiplíquense y llenen la tierra y sométanla; manden en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra" (Gn 1,28)


Pero, ¿A qué se refiere la Iglesia cuando habla de …

Familia Cristiana:

En el plan de Dios, un hombre y una mujer, unidos en matrimonio, forman, por sí mismos y con sus hijos, una familia. Dios ha instituido la familia y le ha dotado de su constitución fundamental. El matrimonio y la familia están ordenados al bien de los esposos y a la procreación y educación de los hijos... En Cristo la familia se convierte en Iglesia doméstica, porque es una comunidad de fe, de esperanza y de amor

La familia es la célula original de la sociedad humana, y precede a cualquier reconocimiento por parte de la autoridad pública. Los principios y valores familiares constituyen el fundamento de la vida social. La vida de familia es una iniciación a la vida de la sociedad.

-Los poderes públicos deben respetar, proteger y favorecer la verdadera naturaleza del matrimonio y de la familia, la moral pública, los derechos de los padres, y el bienestar doméstico.

Matrimonio Cristiano:

-Dios, que es amor y creó al hombre por amor, lo ha llamado a amar. Creando al hombre y a la mujer, los ha llamado en el Matrimonio a una íntima comunión de vida y amor entre ellos, «de manera que ya no son dos, sino una sola carne» (Mt 19, 6).

-Los bienes del amor conyugal, que para los bautizados está santificado por el sacramento del Matrimonio, son: la unidad, la fidelidad, la indisolubilidad y la apertura a la fecundidad.

«Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre» (Mc 10, 9).

- Las ofensas a la dignidad del Matrimonio son : el adulterio, el divorcio, la poligamia, el incesto, la unión libre (convivencia, concubinato) y el acto sexual antes o fuera del matrimonio.

Hijos:

-El hijo es un don de Dios, el don más grande dentro del Matrimonio. No existe el derecho a tener hijos («tener un hijo, sea como sea»). Sí existe, en cambio, el derecho del hijo a ser fruto del acto conyugal de sus padres, y también el derecho a ser respetado como persona desde el momento de su concepción.

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