martes, diciembre 04, 2007

Un país a cámara lenta


Por Antonio Jaumandreu

En Cataluña ha entrado en vigor la norma por la cual en todo el área metropolitana de Barcelona no se puede circular a más de 80 kilómetros por hora. Ayer tuve ocasión de comprobar que las señales han sido cambiadas y los paneles luminosos avisan con gran despliegue de imágenes de que lo que se pretende es reducir la contaminación y los accidentes.

La imagen era muy curiosa ayer domingo, una mañana soleada en la que por la autopista que lleva a la costa al norte de Barcelona circulaban apenas una decenas de coches, a velocidad ridícula, casi imposible. Tres carriles de magnífico asfalto y perfecta visibilidad, prácticamente vacíos, y los coches a ochenta por hora, sin atreverse a adelantarse los unos a los otros. La sensación era como la de aquellas películas de ciencia ficción de serie B, en que los abducidos por los extraterrestres se mueven con extraña lentitud, como guiados por una fuerza externa que marca sus movimientos. No falta mucho para que las autoridades catalanas nos digan cómo hemos de colocar las manos en el volante, y cuántas veces por segundo podemos parpadear mientras conducimos. Magnífica metáfora de la realidad catalana, por cierto.

Y a mí que me surge una duda siempre que me dicen que la menor velocidad reduce la contaminación. .. Vamos a ver, yo me desplazo cada día a 15 kilómetros de Barcelona. Suponiendo que lo haga a 120 kilómetros por hora, mi coche está en la carretera durante 7,5 minutos. Si voy a ochenta, el mismo recorrido dura 11,25 minutos. ¿Alguien puede asegurarme que mi vehículo ha contaminado menos yendo a ochenta, pese a que he aumentado el período de emisión de gases en un 50 %? Yo no lo veo muy claro, pero si hay algún ingeniero en la sala y me lo puede aclarar, será de gran ayuda. Quiero ser un ciudadano sostenible conde los haya, pero necesito que me convenzan con argumentos, qué le vamos a hacer: será por eso que no soy el catalán modélico.

Ah, y la traca final: el Director General de Tráfico pillado a 130 en un tramo señalizado a 90. Él, el gran Pere Navarro, el hombre que nos aterra con campañas sangrientas y terroríficas y que amenaza con enchironar a medio país, saltándose a la torera los límites de velocidad. Habrá dimitido ya, ¿no? ¿Que no? No me lo puedo creer...

Los árboles y el bosque

1 comentario:

saumen dijo...

Los conductores o no saben o se olvidan del par máximo de su vehículo.
Suele ser el 75% de la velocidad máxima de cada marcha. En esas condiciones el consumo no se incrementa mucho con la velocidad.
Carezco de tablas aquí para contestarte mejor; pero nunca se puede olvidar que hay muchos factores, desde el estado de los neumáticos a los reglajes y conservación del motor y su transmisión.
Olvídate del tiempo; el coche consume en función de lo dicho y la energía demandada-
Difícil es una respuesta honesta a tu pregunta: pero si puedo decir que es una imbecilidad la demagógica medida.