La siesta y la propaganda del gobierno. por José Luis García.

23.12.2007. En Aragón Liberal

¿Tendremos ministro de Propaganda?

Sospechoso o evidente: El Gobierno se va a gastar en propaganda en medios de comunicación en esta legislatura 1.000 millones de euros, es decir, 166.386.000.000 pesetas. Esto es el doble de lo destinado a financiar al ley de dependencia o 25 veces más que lo dedicado a guarderías.

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La siesta y la propaganda del gobierno

El Gobierno se va a gastar en propaganda en medios de comunicación en esta legislatura 1.000 millones de euros, es decir, 166.386.000.000 pesetas. Esto es el doble de lo destinado a financiar al ley de dependencia o 25 veces más que lo dedicado a guarderías. En este último trimestre del año el Gobierno va a gastar más dinero en publicidad que en vivienda y con el dinero gastado en octubre y noviembre en la campaña “Gobierno de España” 38 millones de euros habría para pagar 20.000 pensiones.

Según la oposición se trata de propaganda y autobombo y según la Vicepresidenta de información a los ciudadanos. Creo que no es lo uno ni lo otro. Decirnos: que no pueden conducir por nosotros -cuando nadie se lo ha pedido-, que no pongamos la calefacción a más de 21 grados, o el aire acondicionado a menos de 24, que vayamos a buscar viviendas en zapatillas (las famosas Kelifinders) o que tomemos cinco piezas de fruta o verdura al día, es, en el mejor de los casos, una simpleza.

Este Gobierno puede ser simple pero no ingenuo -estando Rubalcaba no sería posible-. Detrás de ese enorme despilfarro está el maná de los medios de comunicación progubernamentales, que son los que cobran la publicidad.

Los ciudadanos debemos ser conscientes de lo que nos cuesta tener una cohorte de periodistas que traten la información para que podamos vivir en Zetapelandia “El País de las Maravillas” y conciliar la siesta confortablemente en el sofá mientras una voz amable nos canta sus maravillas.

Ahora bien, si le compramos esta mercancía a ZP, no podemos quejarnos cuando busquemos vivienda y no haya (más que a precios inalcanzables), cuando necesitemos guarderías públicas y no encontremos, cuando no nos alcance la pensión para llegar a fin de mes, o cuando tengamos un familiar dependiente y no tengamos ayudas, en definitiva habremos optado por gastar nuestro dinero en una buena siesta.