La radiación atómica y sus consecuencias: los datos y el mito
Por Luis I. Gómez
Si acudimos a Wikipedia, leemos con preocupación la cifra de muertos por efecto de la radiación atómica tras las explosiones de Hiroshima y Nagasaki:
A estas víctimas hay que sumar las causadas por los efectos de la radiación nuclear. De una población de 645.000 habitantes, el número de víctimas pudo sobrepasar las 400.000 o 500.000, de ellas, 200.000 o 250.000 mortales (los datos difieren según diversas fuentes).
Y qué ocurre si salimos de Wikipedia y nos vamos a los datos científicos? Pues que las cifras son otras:
To answer these questions, the Japanese and the Americans launched a giant epidemiological study after the war. The study included all residents of Hiroshima and Nagasaki who had survived the atomic explosion within a 10-kilometer (6.2-mile) radius. Investigators questioned the residents to obtain their precise locations when the bomb exploded, and used this information to calculate a personal radiation dose for each resident. Data was collected for 86,572 people.
Today, 60 years later, the study’s results are clear. More than 700 people eventually died as a result of radiation received from the atomic attack:
- 87 died of leukemia;
- 440 died of tumors;
- and 250 died of radiation-induced heart attacks.
- In addition, 30 fetuses developed mental disabilities after they were born.
Sensacional! Y esa es, precisamente, la palabra que lo resume todo: sensacionalismo. Según los trabajos recientemente publicados por los investigadores del GSF (Centro de Investigación sobre Medio Ambiente y Salud) dependiente del gobierno bávaro - repito: se trata de un organismo estatal alemán, no están subvencionados por Exxon, ni por el lobby atómico, ni por la CIA - todo indica que los efectos de la radiación atómica son bastante menos catastróficos de lo que la prensa, los ecolojetas (con jota) y los políticos han intentado inculcarnos en los últimos 60 años.
“For commendable reasons, many critics have greatly exaggerated the health risks of radioactivity,” says Albrecht Kellerer, a Munich radiation biologist. “But contrary to widespread opinion, the number of victims is by no means in the tens of thousands.”
Especially surprising, though, is that the stories of birth defects in newborns are also pure fantasy. The press has repeatedly embellished photos of a destroyed Hiroshima with those of deformed children, children without eyes or with three arms. In reality, there hasn’t been a single study that provides evidence of an elevated rate of birth defects.
No crean que un grupo de investigadores germanos se conforma con analizar las consecuencias de un hecho concreto y establece una hipotésis. También estuvieron en Siberia, en la región de Mayak , donde el año 1957 explotó un tanque con 80 toneladas de residuos nucleares. Una catástrofe mayor aún que la de Tchernobyl. Según Greenpeace, el número de víctimas del desastre de Mayak se cifra en unos 270.000 afectados. Los científicos del GSF han recopilado todos los datos de los trabajadores - nada menos que 6,293 - de esa planta entre 1948 y 1972:
“So far 301 have died of lung cancer,” says Jacob. “But only 100 cases were caused by radiation. The others were attributed to cigarettes.”
Y también estuvieron en Tschernobyl, y en el valle del río Techa … pero véanlo ustedes mismos: Is Atomic Radiation as Dangerous as We Thought?
El chivatazo llegó, una vez más, de Chesco. Gracias.
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