Algunas consideraciones sobre la realidad de la EpC del Profesor Ignacio Ferrero Muñoz
Actividades de la Asociación Cultural Bisaurín.
Aragón Liberal. 24/10/07. Ayer tuvo lugar la Conferencia del Profesor de Ética de Empresa de la Universidad de San Jorge, D. Ignacio Ferrero Muñoz sobre la realidad de la Educación para la Ciudadanía.
El profesor Ferrero expuso una realidad incuestionable, el punto de partida de la asignatura EpC, si bien los derivados de la fundación CIVES son una solución inadecuada al problema que se presenta.
Es cierto que la sociedad está mucho más secularizada que hace años, es cierto que más del 10% de la población son inmigrantes, que hay una mezcla de culturas como nunca ha habido en nuestra tierra, que somos el segundo país, después de Estados Unidos, que tiene más inmigrantes.
Es básico profundizar sobre la verdadera laicidad y la tolerancia en una sociedad democrática.
Pero es también cierto que los criterios éticos de casi todas las culturas son muy parecidos, que el respeto a la vida, la organización en torno al núcleo familiar, los códigos de conducta derivados de una ética natural están presentes en las grandes civilizaciones que conviven en nuestro territorio, que la mayoría de la población es católica y que los inmigrantes deben aceptar los conceptos culturales básicos de la sociedad que les acoge.
Por otra parte laicidad no es "laicismo beligerante" sino una cierta "indiferencia de los poderes públicos" con respecto al hecho religioso, una actitud más encaminada a "no regular", a "no intervenir" que a implantar los propios códigos éticos desde la posición ideológica de los que no tienen fe en Dios.
Además, la tolerancia es una actitud ante el mal, nunca ante el bien. No se tolera la familia... se tolera el "divorcio" que es un "fallo" de la estructura familiar. La familia, la vida, la libertad, el bien obrar se fomentan en una sociedad sana. Y los fallos de esas estructuras pueden ser objeto de tolerancia si no inciden negativamente en la convivencia o genera más violencia su corrección. No olvidemos que el ejemplo máximo de "tolerancia" es el Creador que no aniquila a los que obran mal sino que les mantiene en el ser para después juzgarles, al final de la vida, según sus obras.
Los Obispos aragoneses interpretan esos problemas, la secularidad y la pluralidad de hechos culturales, como una llamada para fortalecer el núcleo familiar, para que los padres, verdaderos protagonistas con sus hijos, de la educación de los hijos, asuman con responsabilidad y verdadero compromiso su deber primordial, un deber y derecho reconocido por la Constitución Española. De ahí que lo propio de una adecuada EpC es pivotar las acciones en que los padres asuman su compromiso y dispongan de los medios adecuados para llevar a cabo la tarea de su vida.
La consecuencia de pivotar la responsabilidad en los padres está en el fortalecimiento del ideario de los colegios, el fomento de su asociación para constituir centros de enseñanza de propiedad de los padres, la facilidad para que puedan educar a sus hijos en su fe y en sus convicciones filosóficas.
El diálogo no se debe derivar a la exclusión de los que tenemos convicciones sobre la realidad cognoscible, sobre la posibilidad de descubrir lo bueno y verdadero en el obrar humano.
No se puede negar que hoy en día hay un grupo de personas que piensa con criterios relativistas, que niega la existencia de Dios y de la verdad natural, sosteniendo que todo se define desde su voluntad soberana.
Por la misma libertad que reclaman, nosotros pedimos que se respete la nuestra. Por la libertad objetamos frente a la EpC.
frid
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