jueves, agosto 09, 2007

Penosa política agraria

Por Jesús Salamanca

Los niños juegan a la caza del topillo en muchos pueblos. En zonas residenciales próximas a Valladolid han aparecido los primeros topillos. Desde el punto de vista económico, aún es pronto para cuantificar daños; lo que sí se conoce es que son muchos y en muchos municipios. Pero no solo es un problema económico, sino que tiene otras vertientes como son la sanitaria y la política. “La presencia de la plaga está con mucha importancia en muchos municipios”, en palabras de los agricultores. “Es nuestra perdición. La mala política agraria de la Junta nos lleva a todos a la ruina”, me decía llorando un agricultor de cincuenta años.

Hasta el momento, la Junta de Castilla y León solo ha demostrado ineficacia, dejadez, falta de proyectos futuros, exceso de comodidad e irresponsabilidad. Un problema que se arrastra desde hace once meses no solo no se le ha dado solución, sino que se ha visto cómo crecía sin que nadie de la Administración regional adoptara medidas; a pesar de que los agricultores venían advirtiéndolo a diario. La denuncia de los ecologistas acogotó al ex consejero Valín y, sabiendo que no iba a ser candidato en las elecciones, se ’repanchingó’ en su cargo y permitió que el problema se desorbitara. Hoy vemos las consecuencias. León y Castilla pagan errores ajenos y se sienten avergonzados de sus políticos. Los Ayuntamientos acuden a la Junta y ésta responde a portazos. “Son cuatro años más para disfrutar del cargo, secretario y coche oficial. No quieren que les molestemos con problemas”, comentaban los agricultores leoneses.

Una prueba de esa dejadez y de la inmadurez política de algunos ex consejeros, y de actuales consejeras, es que -- ante la falta de confianza en la Junta y en la Consejería de Agricultura y Ganadería -- se ha constituido una plataforma con una veintena inicial de municipios para hacer frente al problema económico y de salud que supone la invasión del topillo. Esta misma plataforma ha solicitado de forma urgente que “se adopten todas las medidas necesarias para la erradicación de la plaga”, además de recriminar “la falta de comunicación por parte del Gobierno regional”. La actitud de la Junta ha generado fuertes enfrentamientos en las manifestaciones llevadas a cabo por los agricultores, sobre todo en provincias como Salamanca; lo que pone de manifiesto que la Administración regional, no solo no resuelve, sino que genera innecesarios problemas.

Ha sido muy bien recibida la noticia de la creación de un comité científico para acordar medidas contra la plaga. Incluso las organizaciones agrarias lo han valorado de forma positiva. Al parecer, dicha creación parte de una vieja propuesta de las organizaciones agrarias, cuando comenzaron a advertir la dimensión del problema. No hay duda que la actuación de científicos universitarios va a ser primordial, pero no se puede esperar hasta septiembre. Para entonces no hará falta, porque habrá sufrido el regadío y generará problemas para la sementera. Ahora es el momento de empezar a trabajar, aunque lo haga con seis meses de retraso.

Juan Vicente Herrera debe echar toda la carne en el asador. Organizaciones agrarias como UPA temen que la creación del comité científico sea un brindis al sol por parte de la Junta de Castilla y León. Fiar su funcionamiento al mes de septiembre es querer dar largas a un problema que no admite ni un minuto más de retraso. El mundo rural exige soluciones inmediatas, con rapidez, rigor y contundencia. Propuestas para la galería no son de recibo. El Gobierno Herrera está acostumbrado a postergar los problemas, con el convencimiento de que se resuelven solos. Así sucede en sanidad, educación, infraestructuras, medio ambiente y un largo etcétera.

Los sindicatos agrarios consideran que las medidas puestas en marcha hasta hoy, como la limpieza de cunetas o el tratamiento químico, «no están dando ningún tipo de resultado, posiblemente porque no se esté haciendo de forma generalizada y organizada». Pero además de las feroces críticas que están recibiendo la consejera de Agricultura y Ganadería, el presidente de la Junta y la consejera de Medio Ambiente, lo más vergonzoso para el presidente debería ser comprobar que los agricultores y sus organizaciones han tenido que recurrir a pedir ayuda y asesoramiento a otras comunidades autónomas, al sentirse abandonados en la suya. Castilla La Mancha, Rioja, Madrid y Aragón han asesorado en el problema de la plaga a los agricultores leoneses y castellanos. Su propia comunidad les ha vuelto la espalda y ha dado largas a un problema de salud y de supervivencia.

Hasta el Gobierno central se ha tomado en serio el problema, una vez que ha comprobado la incompetencia reiterada del Gobierno de Juan Vicente Herrera Campo -- con especial incidencia en las Consejerías de Agricultura-Ganadería y Medio Ambiente -- y la nula eficacia de las medidas que proponía. Las titulares de ambas Consejerías deberían plantearse su futuro en el Gobierno regional; la ciudadanía ha visto de qué son capaces y, a decir verdad, en comunidades como Castilla y León sobran floreros, cuotas y envidias. Las soluciones las aportaba Rosa Valdeón Santiago, ex consejera de Herrera; pero las envidias entre consejeras han hecho que Herrera haya montado un Gobierno ‘de feria’, en vez de un Gobierno de progreso. ¿A quién van a echar la culpa ahora en León y en Castilla?


Jesús Salamanca Alonso

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