domingo, agosto 05, 2007

Desde mi trinchera liberal: Crece el paro en julio


Da la impresión de que Zapatero nunca consigue enganchar sus vagones en el tren realismo. Que pisa en falso. Hace escasos días, apuntaba eufórico a la diana del pleno empleo en España. Sin embargo, los datos del paro en julio son muy negativos.


Una vez más, los datos desmienten a nuestro iluso presidente. Los datos de paro en julio son muy negativos, creciendo en 4500 personas. El dato es especialmente negativo por dos razones: porque golpea de lleno a uno de los sectores más dinámicos de nuestra economía, la construcción, y porque julio es tradicionalmente un mes favorable para la creación de empleo. De hecho, en los últimos once años el paro sólo había crecido en julio en dos ocasiones.

Que el crecimiento de nuestro PIB basado en la pujanza de la construcción es hoy un modelo con síntomas de agotamiento casi nadie lo pone en duda. De forma que para justificar su patólogico optimismo en el crecimiento de nuestro PIB para el año que viene, Zapatero ha tenido que inventarse la transición a un nuevo modelo de crecimiento, en donde el dinamismo de la industria compensaría la caída de la construcción. Hoy por hoy, ese modelo de crecimiento pertenece exclusivamente a la colección de sueños de nuestro presidente. La industria española no es competitiva, tiene muchos problemas para exportar y su nivel de productividad es subterráneo. Depende también en gran medida de la construcción. Si una cae, arrastrará a la otra. Nos arrastrará a todos. Oscar Wilde decía:" Nada se parece tanto a la ingenuidad como el atrevimiento". Añadan la mentira compulsiva y un pragmatismo sin principios morales y tendrán un retrato bastante acabado de nuestro presidente.

Para acabar de rematar los sueños infantiles de Zapatero, el BBVA acaba de publicar un informe en el que señala que la economía española se desaceleró entre marzo y junio de este año. Y mientras tanto Zapatero regalando euros a todo el mundo. Todos caben en la nómina del Estado, hasta los terroristas. Nos está (des)gobernando un enfermo peligroso. Enfermo de rencor y perdido en el laberinto de sus propia ensoñación. Que alguien le inyecte algo de cordura

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