El pequeño Eliot
Por Reme Falaguera
“Dios me lo dio, Dios me lo quitó, bendito sea el nombre del Señor“(Jb 2,10).
A todos nos gustaría vivir en un mundo maravilloso en el que nuestros sueños se hicieran realidad nada más despertarnos. Un mundo en el que el sufrimiento, los miedos y las tristezas estuvieran encarcelados en el fondo de un pozo del que no pudieran salir. Un mundo en el que reinara la alegría, la verdad, la justicia y el amor. En fin, un mundo más llevadero para los que estamos por aquí.
Pero la vida no es de color de rosa y aunque te suele regalar momentos y personas excepcionales que siguen demostrando que el amor humano es capaz de hacer milagros, muchos tenemos miedo, un miedo legitimo, a lo que nos depara el futuro. Aunque, no deberíamos olvidar que existe un truco para vencerlo. Como decía Cicerón , “nada hay difícil para el que ama”, y parece que no andaba muy equivocado. El amor es capaz de hacer milagros.
Este es el caso de un joven matrimonio, Matt y Ginny Money, que a los siete meses de embarazo los médicos les anuncian que Eliot, el bebe que esperan con tanta ilusión, sufre el "síndrome de Edwards”. Un trastorno genético que presenta “una combinación de defectos congénitos que incluye retardo mental grave, así como defectos cardíacos, contracturas en las articulaciones, microcefalia, espina bífida, problemas oculares, labio leporino, paladar hendido y pérdida de la audición, entre otros daños”.
¡Que duro de aceptar!, ¿Qué se dice a unos padres en una situación como esta? ¿Cuáles son sus sentimientos, sus dudas? ¿Cómo se puede asumir que en tan solo un momento la vida da un vuelco y te exige respuestas rápidas a un mazazo que supera nuestras expectativas soñadas?
Difícil, muy difícil.
Pero, en esta ocasión las respuestas a nuestras preguntas nos las ofrecen, si he dicho bien, OFRECEN, como su mejor tesoro, este joven matrimonio. A pesar de que lo más probable era que el pequeño muriera al nacer o a los pocos días, estos padres se negaron a seguir el consejo de los médicos y en vez de eliminarlo decidieron seguir adelante con el embarazo, puesto que para ellos “su hijo era sólo un préstamo que Dios les hacía, y no se puede disponer de lo que únicamente pertenece a Dios”.
Diariamente, reunían fotografías y videos caseros para elaborar un video sobre Eliot que después de su muerte titularon Ninety-nine Balloons recordando los 99 globos que se lanzaron al cielo el día de su funeral.
El video termina con las siguientes palabras: “No un púlpito, no una presentación pulida, no un libro record de ventas, sino un niño de seis libras con Trisomía 18. Dios se complació al tomar al más humilde ante los ojos del mundo y mostrar la verdad… y nosotros lo celebramos hoy. Eliot, tú estás bien, y aunque te extrañamos más de lo que podemos expresar, solo nos separa nuestro tiempo en la tierra. Hasta pronto hijo. Mamá y Papá”.
Les aseguro que “99 globos” es el mejor video que he visto en mis frecuentes paseos por YouTube.com.
Para ser sincera, después de pasar 6 minutos con Eliot, solo puedes decir que acabas de conocer “a un angelito que sólo conoció el amor dedicado y cálido de sus padres y aunque debió sufrir por causa de su enfermedad, el amor recibido suplió toda carencia física, con creces. ¡Cuánto valió la pena el dejarlo vivir esos 99 días!”
Les aconsejo encarecidamente que tomen asiento, respiren hondo y lo disfruten. Que Dios les bendiga
Anexo: El caso de los Money no es el único, no se crean. Aquí les dejo dos testimonios que, por lo menos a mi, me impresionaron al leerlos.
Verónica Arguello- Riobamba-Ecuador
Hola mi nombre es Verónica Argüello, tengo un hija con trisomía 18 ella ahora tiene 1 año 8 meses 7 días su nombre es Anahi Mishelle ella es mi Angelito Personal pienso que su llegada a nuestras vidas es una bendición aunque fue muy duro aceptar la realidad, pero Dios me ha hecho entender que ella es lo mas lindo me pudo dar soy muy feliz junto a ella y aunque sigue a mi lado el miedo de su partida aun sigue presente en nuestros corazones pero tratamos de disfrutar de su pequeña vida lo que mas podemos es por eso que me parece excelente que se cree conciencia a toda la sociedad y sobre todo a los médicos por que ellos tratan a nuestros hijos como unas simples estadísticas y no le ven como seres humanos que tienen derecho a un tratamiento y en el mejor de los casos una cura. Es muy duro que un Dr. te diga esperemos a ver si pasa de tres meses no son un experimento de laboratorio son seres humanos y tienen derecho a la vida y sobre todo a una vida mas digna.
El futbolista Romario habla de su hija Ivy
"Tengo una hija Down que es una princesita… Hay muchos prejuicios sobre el síndrome, sobre todo por parte de los padres. Veo algunos padres de hijos con síndrome Down que los esconden o no hablan sobre eso. Yo lo quiero mostrar, es normal.
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