ETA marca la hoja de ruta

Por Jesús Salamanca

Cada acta refleja un escalón del proceso y la vulgaridad de unos actores. El Gobierno Rodríguez aún no se ha percatado de lo fascinante que es la política, porque no ha sabido verla con las gafas adecuadas.

El Partido Socialista de Euskadi está en entredicho para la sociedad vasca, como lo está el PSOE para la sociedad española. Ambos son sospechosos de creer que la ‘serpiente’ podía ser tratada en igualdad de condiciones. De ahí que desde el entorno del mundo socialista se harten de desmentir a GARA, aunque con el ‘rabillo’ del ojo miren sonrientes a la otra parte. Son conscientes de que están en un atolladero: "la publicación en estos momentos sólo puede tener como objetivo alimentar la campaña de unos y otros contra el Partido Socialista, convirtiéndose quienes fabulan en los mejores guionistas de la derecha". No hay duda que el aturdimiento ha obnubilado el camino a los más insensatos.

Se ha negado lo evidente hasta la saciedad. La mentira ha sido la estrategia del mal llamado ‘proceso de paz’, para unos, o del ‘proceso Zapatero’, para otros. Las veinticinco reuniones han empezado a pasar factura y lo van a seguir haciendo durante el tiempo que precisen en el entorno abertzale. Con ello manejan los ramales de la negociación, marcan cada pauta y escriben la hoja de ruta de los más estúpidos y miserables. Recuérdese que desde numerosas instancias se intentó convencer al presidente Rodríguez para que no entrase en terreno de ETA, pero solo la ignorancia y el mal asesoramiento abrieron la puerta a la ‘serpiente’.

En este momento, todos los fascículos los tiene GARA. Cada acta refleja un escalón del proceso y la vulgaridad de unos actores. El Gobierno Rodríguez aún no se ha percatado de lo fascinante que es la política, porque no ha sabido verla con las gafas adecuadas. Ha caído en la ignorancia y esa no es otra, según Confucio, que la noche de la mente; pero una noche sin luna ni estrellas.

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