ETA: La zorra en el gallinero
Por Jesús Salamanca
La resolución del juez Garzón, respecto a Acción Nacionalista Vasca, no ha sentado nada bien dentro de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. La indignación ha alcanzado el grado de cabreo; máxime, en un momento en que empiezan a oscurecerse todos los indicadores del presidente Rodríguez. El malestar tal vez hubiera quedado en eso, en simple malestar, si la resolución hubiera procedido de otra instancia; pero, tratándose del juez ‘estrella’, el sentimiento de indignación se ha agudizado ante la pérdida de credibilidad que se ha ganado por parte de la ciudadanía. Llueve sobre mojado.
El fecundo trabajo de la Guardia Civil y de la Policía, durante tanto tiempo, debería ser más respetado por todas las instancias gubernamentales y judiciales. Hasta el CNI tiene algún mérito, aunque menos. Parece que el informe que ha llegado a manos de Garzón se ha reducido a un ‘cuento’ de unos pocos folios, llenos de ingratitud y olvido hacia el trabajo de las instancias aludidas. La parte seria de quienes forman la Seguridad del Estado, y no nos referimos precisamente a Joan Mesquida ni Antonio Camacho, se llevan las manos a la cabeza al comprobar que sí está suficientemente probada y documentada la relación de ANV-Batasuna-ETA.
Se sospecha que los ocho o nueve folios del informe son un mal resumen y una peor síntesis de la realidad; es decir, lo que viene llamándose un “filtro político”. Algo así como una vulgaridad para consumo interesado. Lo que aún no se entiende es que a estas alturas, y después de tantas incidencias, Francia siga sin aclarar el contenido de las numerosas pruebas documentales sobre los acuerdos y negociaciones con la banda.
ETA ha aportado suficientes pruebas sobre cómo iba a actuar Batasuna. El objetivo era un partido “tapadera” que no estuviera ilegalizado. La zorra se ha instalado en el gallinero y no precisamente en alquiler. ANV no es más que un peldaño de la estrategia que el juez de turno no ha sabido ver. Y si lo ha visto, pero lo ha ignorado, es innegable una actitud colaboracionista con quien no debe y que puede traducirse en sangre. Demasiada tela por cortar. Ahora más que nunca, buena parte de la ciudadanía añora la seriedad y el rigor de Fernando Grande-Marlaska.
Si el jefe de ETA, Mikel Antza, y el dirigente de Batasuna, Gorka Murillo, han conseguido tejer una tela de araña simple y el juez de turno se ha enredado en ella, a saber cómo lo estarán celebrando los líderes abertzales. De todos es sabido que Gorka elaboró las listas de ANV en Navarra y se conoce desde hace semanas. De la misma forma que Antza eligió las siglas de ANV como formación “cazuela” o “tapadera”, dato también conocido; pero no suficientemente valorado.
Ambos datos los ha tenido el juez en sus manos y el Ministerio del Interior no es ajeno a ello. Es justo en este punto donde debe cumplirse la Ley de Partidos, “en su letra y en su espíritu”, como dijo el presidente Rodríguez en Navarra. Pero, ¿Quién se fía ya de Rodríguez?
La esperanza está en el regreso de Grande-Marlaska. Mientras algunos jueces generan desconfianza en el administrado, Fernando grande-Marlaska se ha convertido en “El deseado”, tras sus actuaciones del verano pasado y la labor seria y rigurosa que está llevando a cabo en el País Vasco. Casi tan deseado como lo era Fernando VII para el pueblo español, mientras permaneció ausente de España y en manos de Napoleón.
1 comentario:
El tiempo pondra a cada uno dnd se merece. Libertad para Euskal Herria!!
Gora Eta
http://estoesunacasa.blogspot.com
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