Códigos de prensa escrita

No soy periodista; no soy político; sólo soy ingeniero: Mi experiencia con los medios de comunicación es solamente la de haber tenido que batallar con ellos; mi experiencia es saber y recordar lo dicho y oír o ver lo que se publicita y, sobre todo, ¡cómo se publica!

Mis informaciones a la prensa eran sencillas, casi simplonas; eran sobre carreteras que están o no están; que se trabaja o no; que se ha adjudicado o no… todo tan sencillo como ver o leer el BOE. A pesar de estar muy curtido no he dejado de quedarme impresionado –con demasiada frecuencia- ante las desconcertantes informaciones que aparecían después que sólo eran fruto de la práctica de la mendacidad, que no de la ineptitud.

Un día un reportero, ante quién me quejé, me respondió: ¡Tienes razón Ángel!, pero el Jefe de Redacción no consideraba oportuno lo redactado pues… ¡había instrucciones superiores!

No me descubrió nada que no supiera; sólo me lo avalo ante un caso clarísimo de desfachatez; yo ya conocía el poder de los Jefes de Redacción y… no hablemos del Consejo de Redacción.

Ya que ni oigo la radio ni veo TV sólo escribo sobre prensa escrita de la cual adquiero numerosos ejemplares cada día.

No hace falta ser muy avispado para detectar las campañas mediáticas de algún medio; pero mi alerta (y la de otros muchos) comparando diversos medios me permite decir que las 'campañas orquestadas' sí existen; aunque negadas la realidad se impone.

La coincidencia en un día cualquiera en los editoriales y primeros columnistas en defensa o ataque al poder es plausible si es consecuencia de una noticia; si no hay tal cabe pensar que no es el azar quien produce esa reiterada coincidencia; también es plausible pensar que los teléfonos de los directores de diarios y gabinetes de prensa han funcionado al unísono. Y la campaña se concierta.

Esto me alarma pues colijo que NO NOS QUIEREN INFORMAR, NOS QUIEREN CONFORMAR.

Este código, no escrito, aplicado no tiene nada que ver con el propio de la prensa (el de El País, del que alardean, es formidable ; cualquiera puede escribir lo que quiera… luego que se publique o no… ya… depende; y si eres contumaz… a la calle… como a Testch)

Si la partitocracia nos aleja inexorablemente de la democracia, el añadido de una prensa que desprecia los códigos éticos me perturba más pues ello implica una merma de nuestra defensa como ciudadanos y nos lleva a modelo priísta o chavista.

Si escribo todo esto es por la contumaz DEFENSA de los medios pro-gubernamentales (proclamados cínicamente como independientes) sobre el problema vasco y el catalán. Ahí yo no paso.

Me resulta intolerable; no nos jugamos que estén unos u otros en el poder; ni siquiera que renueven o mejoren su poder 'los suyos'; nos jugamos muchísimo más; nos jugamos la concepción de una nación, España; de una historia, España; de unos intereses comunes, España; de una igualdad en prestaciones sociales y educativas, España; etcétera… ¡¡¡como para pasar de que ellos sólo defienden su manduca!!!....

Angel