Gacias al cambio climático, la tierra más verde
Numerosos estudios a escala reducida realizados en los últimos veinte años sugirieren un claro aumento de la masa vegetal en el planeta. Un grupo de ocho científicos se ha puesto manos a la obra y ha conseguido plasmar las mediciones realizadas por los satélites en forma de mapas. Sus resultados nos demuestran no sólo cómo la productividad de la vegetación ha aumentado durante dos de las décadas más cálidas que se recuerdan, sino que también revelan qué factores, de los muchos que influencian la productividad vegetal, han sido los más importantes para esos cambios.
“Entre los años 1982 y 1999, el 25 por ciento de la superficie vegetada de la tierra experimentó un aumento de la productividad cercano al 6%” nos cuenta Ramakrishna Nemani, el científico que lidera el estudio. “Ese aumento ocurrió principalmente en las zonas tropicales, y de forma secundaria en altas latitudes norte. Lo realemte interesante de nuestros resultados es que demuestran que el aumento en cada una de estas regiones es debido a diferentes factores climáticos”. En las zonas tropicales, Nemani y sus colegas descubrieron que el aumento de la productividad fue causado por la carencia de nubes y el aumento de la exposición solar, mientras que en las latitudes norte este fué principalmente debido al aumento en las temperaturas y, en menor grado, a la mayor disponibilidad de agua.
Los científicos pro-cambio climático y quienes toman decisiones políticas ambientales desean saber qué está sucediendo con todo el carbono del CO2 bombeado en la atmósfera a través de los combustibles fósiles y la biomasa que se quema. Si el dióxido de carbono es “alimento” para las plantas, podría caber la posibilidad de que un aumento de CO2 sea el responsable de que las plantas crezcan más y mejor.
“Sin embargo, el aumento de un 9 por ciento en el Dióxido de carbono que observamos entre los años 1980 y 2000, no puede explicar los aumentos de la productividad en el Amazonas.” Claramente, la fertilización por Dióxido de carbono no puede ser la única responsable del aumento en la productividad y masa vegetales; los cambios climáticos deben desempeñar pues, también un papel relevante.
Nemani y sus colegas han realizado un pormenorizado estudio basándose en tres factores determinantes para el crecimiento de las plantas: temperatura, luz solar y disponibilidad de agua. Los resultados son espectaculares:
“Este estudio global es un buen punto de partida,” concluye Nemani. “Nos ayuda a decidir en qué puntos del globo debemos observar más detenidamente lo que está sucediendo con la vegetación de la tierra”. Temperaturas más elevadas podrían aumentar la efectividad de los procesos microbianos de descomposición de materias orgánicas en el suelo aumentando así la emisión de CO2. En las zonas tropicales, la disminución de la cubierta de nubes pudo aumentar temporalmente la productividad vegetal; el aumento de los procesos de avaporación por la mayor radiación solar también supone un aumento significativo de la cantidad de agua en la atmósfera.
Lo que este estudio viene a demostrar es que, hasta ahora, el cambio climático está haciendo la vegetación de la tierra más productiva, aunque el impacto sea pequeño comparado con el rápido crecimiento de la población humana.
Luis I. Gómez
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