Democracia 0.0 beta
Escrito por Luis I. Gómez "Desde el exilio"
Casi ninguna otra palabra es utilizada de forma tan manipuladora y corruptora, de forma tan descuidada y para nada meditada como la palabra DEMOCRACIA. Baste con dar un vistazo a la interminable lista de prefijos y sufijos que casi siempre la adornan – social, cristiana, liberal, popular, … - para comprender los innumerables intentos de apropiación indebida, de adaptación semántica a la que es sometida. Permítanme, antes de nada, recordar cordialmente a los utilizadores y paridores inconscientes de tales pseudopalabros el gigantesco daño que le causan a la verdad cada vez que, en su ensoñación irracional y nada meditada, profieren uno de tales epítetos. Su pecado es, sin embargo, claramente venial si lo comparamos con el de aquellos que, a sabiendas de lo vacuo de tales adjetivaciones, las utilizan conscientemente, ya sea para manipular a determinados grupos, sea para justificar su propia violentación del concepto DEMOCRACIA.
La historia de la Democracia cuenta ya unos 2.600 años. Nace de la iniciativa de los griegos atenienses, según la cual las decisiones en la polis, sobre todo aquellas referidas a la guerra y las relaciones con los pueblos vecinos, no deberian ser tomadas exclusivamente por los nobles gobernantes, sino por los miembros del Consejo de la ciudad de atenas que tuviesen un mayor grado de competencia sobre el asunto. El reconocimiento personal se lo debemos sin duda a Heráclito de Epheso (aprox. 545 al 480 a.d.C) y al padre de la Historia, Heródoto (aprox. 484 al 425 a.d.C) quien había estudiado, durante sus viajes, los usos y costumbres de lidios, persas, egipcios, babilonios y escitas. Cabe destacar su diputa con Pericles y Sófocles durante las guerras persas, pues de ella surge la primera exposición seria del pensamiento de Heródoto sobre cómo ejercer el gobierno. Ya antes, la ruptura con la creencia por la que el Gobernador ocupaba su puesto por mandato divino, debiendo justificar sus actos más ante la deidad que ante su pueblo, abrió el pasillo ideológico necesario para que Solon (aprox. 640 al 560 a.d.C) cambiase notoriamente las leyes, condonase las deudas a los pequeños propietarios y eliminase la ley por la que el endeudamiento estaba condenado con la esclavitud. Fué Solon quien por primera vez divide la población (en cuatro clases) según sus propiedades y no según su título familiar, concediendo a cada clase diversos derechos políticos. La democracia ateniense sería el ingrediente principal de una cultura dominante durante varios siglos.La caída de Atenas y la llegada de los romanos supusieron el fin de aquella primera democracia, substituída por un sistema elitista senatorial que subsistió, hasta la llegada de Julio Cesar, más como sucedáneo que como verdadero reflejo de los principios atenienses.
Desde el punto de vista semántico, “demos kratein” ha de ser traducido como “gobierno del pueblo”, si bien aquella democracia (ejercida sólo por una parte del pueblo) siempre estuvo sometida, en su capacidad decisoria, al cumplimiento de determinadas normas. Nunca ha existido una “democracia ilimitada y generalizada”. Tampoco hoy. Tampoco podemos identificar “demos kratein” con el gobierno de una nación o un pueblo. De hecho, en la antigua Attika exisitían unas 30 “demoi” grandes y más de cien pequeñas.
Quién tiene derecho a voto en la “demos”?
La historia de la Democracia cuenta ya unos 2.600 años. Nace de la iniciativa de los griegos atenienses, según la cual las decisiones en la polis, sobre todo aquellas referidas a la guerra y las relaciones con los pueblos vecinos, no deberian ser tomadas exclusivamente por los nobles gobernantes, sino por los miembros del Consejo de la ciudad de atenas que tuviesen un mayor grado de competencia sobre el asunto. El reconocimiento personal se lo debemos sin duda a Heráclito de Epheso (aprox. 545 al 480 a.d.C) y al padre de la Historia, Heródoto (aprox. 484 al 425 a.d.C) quien había estudiado, durante sus viajes, los usos y costumbres de lidios, persas, egipcios, babilonios y escitas. Cabe destacar su diputa con Pericles y Sófocles durante las guerras persas, pues de ella surge la primera exposición seria del pensamiento de Heródoto sobre cómo ejercer el gobierno. Ya antes, la ruptura con la creencia por la que el Gobernador ocupaba su puesto por mandato divino, debiendo justificar sus actos más ante la deidad que ante su pueblo, abrió el pasillo ideológico necesario para que Solon (aprox. 640 al 560 a.d.C) cambiase notoriamente las leyes, condonase las deudas a los pequeños propietarios y eliminase la ley por la que el endeudamiento estaba condenado con la esclavitud. Fué Solon quien por primera vez divide la población (en cuatro clases) según sus propiedades y no según su título familiar, concediendo a cada clase diversos derechos políticos. La democracia ateniense sería el ingrediente principal de una cultura dominante durante varios siglos.La caída de Atenas y la llegada de los romanos supusieron el fin de aquella primera democracia, substituída por un sistema elitista senatorial que subsistió, hasta la llegada de Julio Cesar, más como sucedáneo que como verdadero reflejo de los principios atenienses.
Desde el punto de vista semántico, “demos kratein” ha de ser traducido como “gobierno del pueblo”, si bien aquella democracia (ejercida sólo por una parte del pueblo) siempre estuvo sometida, en su capacidad decisoria, al cumplimiento de determinadas normas. Nunca ha existido una “democracia ilimitada y generalizada”. Tampoco hoy. Tampoco podemos identificar “demos kratein” con el gobierno de una nación o un pueblo. De hecho, en la antigua Attika exisitían unas 30 “demoi” grandes y más de cien pequeñas.
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