Lamentos y necedades de Jesús de Polanco

Un artículo de Jesús Salamanca

Parece que el partido de don Mariano Rajoy no está dispuesto a atender las "entrevistas, tertulias y programas del Grupo PRISA" mientras Jesús de Polanco, ‘don Jesús del Gran Poder’, presidente del Grupo, no efectúe una rectificación pública de sus declaraciones, realizadas durante la celebración de la Junta General de accionistas. Vaya la que ha montado don Jesús, como antaño cuando militó en el Frente de Juventudes.

Toda su presunta bonhomía ha caído en descrédito. Don Jesús tenía que haber leído a Marta Mason para comprender que “el hombre más rico del mundo no es el que conserva la primera moneda que ganó, sino el que conserva el primer amigo que tuvo”. Sus absurdos ataques al PP y al legítimo derecho a manifestarse suponen un camino a ninguna parte, un odio largamente escondido y una estupidez de ‘órdago a la grande’. Siempre se ha dicho que el sabio convive sin criticar y el necio critica sin convivir. Pues don Jesús es de los segundos y nunca alcanzará la elegancia del primero.

Quienes llevamos muchos años flirteando con los medios de comunicación no entendemos la actitud de don Jesús. A su edad y con su experiencia debería mirar en vez de actuar. Decía Balzac que “el viejo es un hombre que ha cenado, y mira a los otros cómo cenan”. Ni en eso, ‘don Jesús del Gran Poder’, ha sabido ser prudente. Su bravata le ha granjeado la enemistad de muchos medios y personas. Mire don Jesús, existe una máxima muy antigua que fue acuñada durante la Transición, esa que tanto ha desdeñado usted en ocasiones, según la cual: “el sabio habla de las ideas, el inteligente de los hechos y el vulgar del franquismo”. Es evidente que usted habla del franquismo, por lo tanto ni es sabio ni es inteligente; es decir, está entre los vulgares. Se ha pasado la ética por el ‘arco del triunfo’. Con su pan se lo coma.

El ínclito presidente de PRISA ha sido incapaz de entender que “el silencio es el ruido más fuerte, quizá el más fuerte de los ruidos”. Su reacción carece de sentido y sus declaraciones no tienen ni pies ni cabeza. Solo los más cercanos han entendido que suena a despedida y a pataleta; algo así como:”Para lo que voy a estar en este convento, lo mismo me da defecar fuera que dentro”.

Con su respuesta ha avergonzado a don Ricardo Roca, arquitecto decano del Colegio de Arquitectos de Madrid y accionista de PRISA. Pues claro que sí, don Jesús, el más prestigioso de sus diarios es percibido por la sociedad “como una fuente de poder partidista”. ¿Ahora se baja usted de la burra? ¿Qué entiende por neutralidad? ¡Qué pena me da oírle decir que el partido de don Mariano Rajoy “desea volver a la Guerra Civil”! ¿No será que usted tiene hambre y sueña con pan? ¿Tanto aprecio tiene a esa guerra fratricida? ¿Recuerda lo bien que vivió, disimuló y medró ‘arrimadito’ al poder del Caudillo? Pero, hombre, por Dios, don Jesús, si le aguantaron a usted en el Frente de Juventudes hasta los treinta años.

A su edad y en su situación, ‘don Jesús del Gran Poder’, no se pueden decir tantas horteradas, ni sentidas ni pensadas. Su Grupo lo tiene difícil, pero no por intentar ser neutral, sino por todo lo contrario; una sociedad, cada vez mas formada, no puede ver en su grupo una respuesta a la paz, a la concordia, al progreso y a la estabilidad. Cada cual recoge lo que siembra.

Solía repetir don Miguel de Unamuno aquello de “donde está tu tesoro, allí está tu corazón”. Sí, así, sin más. Hace muchos años pensé que su tesoro era la solidaridad, la concordia y la paz, pero hace tiempo que dejé de pensarlo; es más, ni siquiera creo que usted haya cultivado tales valores. Guerra Civil, revanchismo, dificultades para la neutralidad, miedo,… Apreciado ‘don Jesús del Gran Poder’, decía Aristóteles que “el hombre siempre está dispuesto a negar todo aquello que no comprende”. Todos sentimos sobremanera que haya flirteado con las ideas, sin saber ser cauto al comprometerse con ellas.

Jesús Salamanca Alonso

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